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Apenas hace unos días estuve
conversando con un conocido que quería saber mi opinión sobre el trato que los
medios de comunicación españoles, en conjunto, estaban dando a Donald Trump y a
su política.
Mi interlocutor había
llegado a una conclusión muy acertada, basada en el hecho de confrontar
informaciones de los medios españoles con informaciones de medios
estadounidenses en español. Se había dado cuenta de que la mayoría de la
prensa, radio y televisión españolas presentaban una versión de Trump que no se
acercaba mucho a lo que encontraba en los medios norteamericanos en español.
Estaba convencido de que los medios de comunicación españoles, rendidos a la
izquierda, bien por ideología, bien por dinero, o bien por ambas cosas, nos
estaban vendiendo a los españoles una imagen de Trump muy distorsionada
respecto a la realidad. Una imagen excesivamente sesgada.
Nuestra conversación derivó
casi inmediatamente desde la política hacia los valores. Resultó que ambos
coincidíamos prácticamente en todo lo que tratamos, y Donald Trump apareció de
nuevo en la conversación a propósito de su asistencia a la Marcha por la Vida
organizada en Washington D.C. y a su discurso dirigido a los asistentes y a
quienes seguían el evento en medios audiovisuales y redes sociales. Para este
conocido que conversaba conmigo, el hecho de que, en estos tiempos de verdadero
acoso contra la vida, el presidente de una nación asistiera a un evento pro
vida para defender abiertamente a la familia y a los niños no nacidos era un
verdadero acontecimiento de esperanza en un mundo conquistado por el globalismo
progresista que vende su concepto
izquierdista de libertad basándolo en la muerte de inocentes, la manipulación
de masas y la destrucción sistemática del individuo y la familia.
No pude por menos que estar
de acuerdo con él. Tanto si Donald Trump obró por intereses electoralistas,
como si lo hizo movido por un sincero sentimiento pro vida, el efecto positivo de
su presencia y su discurso en la Marcha por la Vida tuvo repercusión mundial. Un
discurso valiente que debe figurar en este blog, que defiende los valores del
cristianismo, la vida y la libertad por encima de preferencias partidistas e
ideológicas.
A continuación
la traducción íntegra del discurso de Donald Trump en la Marcha por la Vida de
Washington, D.C., 24 de enero de 2020:
Muchas gracias
y gracias a ti, Jeanne. Es para mí un gran honor ser el primer presidente en la
historia que asiste a la Marcha por la
Vida. Estamos aquí por una razón muy simple: para defender el derecho de todos
los niños, nacidos y por nacer, para cumplir el potencial que Dios le ha dado.
Durante 47
años, estadounidenses de todos los orígenes han viajado desde todo el país para
estar a favor de la vida. Y hoy, como
presidente de los Estados Unidos, estoy verdaderamente orgulloso de encontrarme
con vosotros.
Quiero dar la
bienvenida a decenas de miles —es una tremenda participación— decenas de miles
de estudiantes de secundaria y universitarios que recorrieron largos viajes en
autobús para estar aquí en la capital de nuestra nación. Y para haceros que os
sintáis aún mejor, hay decenas de miles de personas de fuera que hemos cruzado
al entrar. Si alguien quisiera renunciar a su puesto, podemos trabajar por
ello.
Tenemos un
gran grupo de gente fuera. Miles y miles de personas querían entrar. Esto es un
gran éxito.
Los jóvenes
son el corazón de la Marcha por la Vida. Y es vuestra generación la que está
haciendo a América la nación pro-familia y pro-vida.
El movimiento
por la vida está dirigido por mujeres fuertes, líderes de fe increíble y
valientes estudiantes que traen el legado de los pioneros ante nosotros, que
lucharon para elevar la conciencia de nuestra nación y defender los derechos de
nuestros ciudadanos. Abrazáis a las madres con cuidado y compasión. Estáis
capacitados por la oración y motivados por vuestro amor desinteresado. Sois
agradecidos y nosotros estamos muy agradecidos —esta es una gente increíble— de
que se hayan unido el secretario Alex Aar y Kellyanne Conway
Y gracias
también a los senadores Mike Lee y James Lankford que están aquí. Gracias,
compañeros. Y los representantes Steve Scalise, Chris Smith, Ralph Abraham,
Warren Davidson, Bob Latta, John Joyce, Lloyd Smucker, Brian Fitzpatrick, y
Brad Wenstrup. Gracias a todos. Tengo que decir
—y miro a ello, y lo veo exactamente— tenemos muchos más políticos en la
audiencia. Pero si no os importa, no los presentaré a todos.
Todos nosotros
aquí comprendemos una verdad eterna: Cada niño es un don precioso y sagrado de
Dios. [Aplausos] Juntos, debemos proteger, cuidar y defender la dignidad y la
santidad de toda vida humana.
Cuando vemos
la imagen de un bebé en el útero, percibimos la majestad de la creación de
Dios. [Aplausos] Cuando tenemos en los brazos a un recién nacido, sabemos el
amor infinito que cada niño trae a una familia. Cuando vemos a un niño crecer,
vemos el esplendor que emana de cada alma humana. Uno de los cambios de la vida
del mundo —de mi familia, y puedo decirles, que envío un gran
gran amor— y desde el primer día en el cargo, he asumido la acción
histórica de apoyar a las familias de los Estados Unidos y proteger a los no
nacidos.
Y durante mi
primera semana en el cargo, he restablecido y ampliado la estrategia de la
Ciudad de México [así se conoce la decisión de la Casa Blanca, inaugurada por
Ronald Reagan en 1984 y generalmente revocada por los demócratas, de no dar
fondos públicos a organismos que financian abortos fuera del país] y emitimos
una regla pro-vida para regir la utilización del Título X, financiación de los
contribuyentes. Notifiqué al Congreso que iba a vetar cualquier legislación que
debilitara la estrategia pro-vida o que fomentara la destrucción de la vida
humana.
En las
Naciones Unidas, he dejado claro que los burócratas globales no tienen derecho
a atacar la soberanía de naciones que protegen la vida inocente. [Aplausos] Los
niños no nacidos nunca han tenido un defensor más fuerte en la Casa Blanca.
Como nos dice
la Biblia, cada persona está maravillosamente hecha.
Hemos tomado
medidas decisivas para proteger la libertad religiosa —tan importante— la
libertad religiosa ha sido atacada en todo el mundo y, francamente, muy
fuertemente atacada en nuestra nación. Lo veis mejor que nadie. Pero lo estamos
parando. Y estamos cuidando a médicos, enfermeras, maestros, y grupos como las
Hermanitas de los Pobres.
Estamos
preservando la adopción basada en la fe para defender nuestros documentos
fundacionales, hemos nombrado 187 jueces federales, quienes aplican la consulta
escrita, incluyendo dos magistrados fantásticos del Tribunal Supremo: Neil
Gorsuch y Brett Kavanaugh.
Estamos
protegiendo los derechos de los
estudiantes pro-vida a la libertad de expresión en los campus universitarios. Y
si las universidades quieren fondos federales, entonces deben apoyar que habléis
de vuestro derecho de la Primera Enmienda. Y si no lo hacen, pagarán una
sanción económica muy grande, que no estarán dispuestos a pagar.
Lamentablemente,
la extrema izquierda está trabajando para borrar nuestros derechos dados por
Dios, para cerrar las organizaciones benéficas basadas en la fe, prohibir
líderes religiosos en la plaza pública, y silenciar a los estadounidenses que
creen en la santidad de la vida. Me persiguen porque estoy luchando por
vosotros, y estamos luchando por aquellos que no tienen voz. Y vamos a ganar
porque sabemos cómo ganar. [Aplausos] Todos sabemos cómo ganar. Todos sabemos
cómo ganar. Habéis ganado durante un largo tiempo. Habéis ganado durante un
largo tiempo.
Juntos, somos
la voz de los sin voz. Cuando se trata de aborto —y lo sabéis, ya hemos visto
lo que ha ocurrido—. Los demócratas han abrazado las posiciones más radicales y
extremas adoptadas y han visto en este país durante años y décadas, e incluso
podéis decir, durante siglos.
Casi todos los
top demócratas en el Congreso ahora apoyan el aborto financiado por los
contribuyentes durante todo el proceso hasta el momento del nacimiento. El año
pasado, los legisladores en Nueva York aclamaron con gusto tras la aprobación de una legislación que
permitiría que un bebé fuera secuestrado desde el vientre de la madre hasta el
parto.
Luego, tuvimos
el caso del gobernador demócrata en el estado de Virginia, la Commonwealth de
Virginia. Y nos encanta la Commonwealth de Virginia, pero, ¿qué está sucediendo
en Virginia? ¿Qué está sucediendo? El gobernador declaró que ejecutaría a un
bebé después del nacimiento. Lo recordáis.
Los demócratas
del Senado incluso bloquearon la legislación que daría cuidado médico a los
bebés que sobrevivieran a un intento de aborto. Por eso he pedido al Congreso
—dos de nuestros grandes senadores están aquí, muchos de nuestros congresistas
están aquí— les he exhortado a defender la dignidad de la vida y a aprobar una
legislación que prohíba el aborto tardío de niños que pueden sentir dolor en el
vientre de su madre.
Este año, la
Marcha por la Vida celebra el 100º aniversario de la enmienda 19, que consagra
para siempre los derechos de las mujeres a votar en los Estados Unidos y dado
por la constitución de los Estados Unidos. Un evento de esta magnitud. Hoy en
día, millones de mujeres extraordinarias en todo Estados Unidos están usando el
poder de sus votos para luchar por el derecho y todos los derechos que figuran
en la Declaración de la Independencia, es el derecho a la vida.
A todas las
mujeres que se encuentran hoy aquí, vuestra devoción y vuestro liderazgo eleva
a nuestra nación entera y os damos las gracias por ello. Las decenas de miles
de estadounidenses reunidos hoy en día no solo están a favor de la vida —es
realmente aquí donde la defienden juntos tan orgullosamente. Y quiero
agradeceros a todos por ello. Defiende la vida cada día y todos los días.
Proporcionáis servicios de vivienda, educación, empleo y atención médica a las
mujeres a las que se atendéis. Encontráis familias cariñosas para los niños que
necesitan un hogar para siempre. Albergáis fiestas para niños que nacerán para
mamás en gestación. Lo hacéis, justamente lo hacéis como vuestra misión de vida
para ayudar a extender la gracia de Dios.
Y para todas
las mamás aquí hoy, os celebramos y declaramos que las madres son héroes.
[Aplausos] Vuestra fuerza, devoción y guía es lo que da fuerza a nuestra
nación. Debido a vosotras, nuestro país ha sido bendecido con almas increíbles
que han cambiado el curso de la historia humana.
No podemos
saber lo que lograrán nuestros ciudadanos no nacidos todavía. Los sueños que
imaginarán. Las obras maestras que crearán. Los descubrimientos que harán. Pero
sabemos esto: toda vida trae amor a este mundo. Cada niño trae alegría a una
familia. Merece la pena proteger a cada persona.
Y, sobre todo,
sabemos que cada alma humana es divina y toda vida humana, nacidos y por nacer,
está hecha a imagen santa de Dios todopoderoso.
Juntos,
defenderemos esta verdad a lo largo de todo nuestro magnífico país. Dejaremos
que nuestro pueblo sueñe. Y con
esperanza determinada, esperamos todas las bendiciones que vengan de la
belleza, el talento, el designio, la nobleza y la gracia de todos los niños
estadounidenses.
Quiero daros
las gracias. Este es un momento muy especial. Es muy grande que yo os
represente. Os quiero a todos. [Aplausos] y lo digo con verdadera pasión,
gracias, Dios os bendiga y que Dios bendiga a los Estados Unidos. Gracias a
todos. Gracias.
Fuente: La Contra TV
Traducción de
Pablo Cervera Barranco.
¿Hay en España algún político que se atreva a decir lo mismo? ¿A
defender sin matices la vida de los no nacidos y la integridad de la familia?
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