Hoy ha sido otro día de tragedia más de los
muchos que aún nos esperan. Durante unas horas, España ha estado en el tercer
puesto de países en número de infectados, tan sólo por debajo de China e Italia.
En realidad a las 23 horas y 25 minutos de este viernes 20 de marzo, entre el
tercer y el quinto puesto apenas hay diferencia en miles de enfermos. En este
momento, el tercer puesto es para Alemania con 22.267 infectados, el cuarto es
para España con 21.571 e Irán con 19.644
Pero en estos días tan oscuros también podemos
encontrar noticias de esperanza. Y más vale que sea así, porque en medio de
toda esta tragedia de la que aún no vemos el final también abundan los casos de
bajeza humana que nos muestran el lado oscuro de ciertos inconscientes y de no
pocos caraduras. Frente a todos ellos está la gallardía de quienes combaten la pandemia desde sus trabajos y actividades voluntarias, y el apoyo de quienes decidimos colaborar respetando el estado e alarma.
Alfonso Ussía rinde este
20 de marzo de 2020 un merecido homenaje a Amancio Ortega después de su último
gesto solidario con la donación de batas y mascarillas a la sanidad española
para los profesionales que está luchando contra el coronavirus. El diario
Periodista Digital reproduce partes del artículo escrito por Ussía, y hoy, lo
que me pide el cuerpo es no escribir yo y dejar paso en este pequeño blog a
quienes se expresan mucho mejor de lo que yo pueda hacer.
Periodista Digital, 20 de
marzo de 2020
Confiesa el columnista de La Razón que no ha
tenido el placer de conocer en persona al dueño de Inditex, pero sí toda su
labor:
“No lo conozco
personalmente. Sí, por sus hechos, sus gestos y sus méritos. A nadie aborrecen
más los vagos del nuevo estalinismo, Iglesias, Echenique, la «chica de la
igualdad» –así es como moteja Carmen Calvo a Irene Montero-, que a este gran
empresario que empezó repartiendo paquetes en una camioneta y hoy es una de las
mayores fortunas del mundo.”
Subraya el odio ancestral que le tiene Podemos
a empresarios de la estirpe del gallego:
“Lo que más odia un
comunista es a un trabajador que triunfa, que trabaja, que arriesga y obtiene
los beneficios de su esfuerzo. Ahora están más indignados que nunca, porque
voluntariamente y de su bolsillo, se ha propuesto, una vez más, ayudar de forma
desinteresada a sus compatriotas desamparados por la funesta gestión del
Gobierno social-comunista de la pandemia del Covid 19. Lleva donados a la
Sanidad Pública y la Privada casi mil millones de euros para dotarlas de los
aparatos más avanzados para combatir el cáncer.”
Recuerda Ussía como Ortega viene a suplir una
carencia oceánica del Gobierno de España:
“En este caso, y sólo
como principio, ha destinado diez millones de euros para superar las lagunas
–más bien océanos, del Gobierno de España en su aparente combate contra el
virus que ya ha matado a 600 españoles. Ha donado 300.000 mascarillas,
fabricadas por su empresa, y nadie del Gobierno ineficaz y traidor se lo ha
agradecido. Y ha puesto en marcha en sus talleres, un sector exclusivamente
dedicado a fabricar ropa adecuada y aislante para los sanitarios y toda suerte
de personas que se ven obligadas a permanecer en los hospitales y residencias
de ancianos en contacto con los contagiados y enfermos.”
E insiste en que los morados se ponen como
hidras con cada nueva donación mientras el resto de españoles alaba cualquier
gesto positivo:
“Y cada vez que anuncia
una nueva generosidad social, el odio de los vagos de Podemos se incrementa.
Los españoles enclaustrados en sus casas, aplauden todos los días a quienes
velan por su salud. Primero a los sanitarios, pero sus palmas rompen también
por los transportistas, que en condiciones heroicas, abastecen los mercados.
Por los quiosqueros que abren para que los ciudadanos estén informados. Para
los militares y Fuerzas de Seguridad del Estado, que desinfectan los
establecimientos públicos y controlan el cumplimiento de las normas de la
cuarentena. Para todos aquellos que en momentos tan extraordinariamente graves
y trágicos, se ofrecen para mantenernos la esperanza.”
Destaca como este empresario hecho a sí mismo
es uno de los benefactores mayores de nuestra sanidad:
“Pues bien, en ese
aplauso unánime y voluntario, que nada tiene que ver con caceroladas resentidas
e impulsadas por activistas comunistas inmersos en el Gobierno, tendría que
estar en el pensamiento de los que muestran su gratitud libremente, Amancio
Ortega, el empresario generoso, el español que individualmente más y con más
eficacia contribuye a la salud y bienestar de sus compatriotas.”
Tira de memoria para poner negro sobre blanco
los ‘logros’ de la turba podemita y sus terminales mediáticas:
“Los gallitos y las
gallinas cacareantes de Podemos, cuando de Amancio Ortega se trata, cacarean
superando los tonos agudos del histerismo, desde los millonarios del chalé en
Galapagar al científico argentino que sin haber cotizado jamás, defraudó a la
Seguridad Social que le había regalado la carísima silla que le negó la
Seguridad Social argentina. Y sus paniaguados de la información televisiva,
desde Évole a Wyoming, todos millonarios comunistas –y en el caso de Évole,
amigo de terroristas y separatista camuflado-, no han dado un paso para donar
ni una migaja de sus dineros a los necesitados.”
Denuncia como desde el Gobierno se trata de
minimizar las acciones de Amancio Ortega;
“La empresa privada, ya
ha iniciado sus movimientos para mitigar los males de todos, que eso es la
pandemia, un mal común. Pequeños empresarios inmobiliarios ya han ofrecido sus
apartamentos para reconvertirlos temporalmente en residencias para ancianos y
contagiados. Y los farmacéuticos – también héroes nacionales-, invierten
dieciocho horas diarias en la atención de los necesitados. Pero en Podemos y el
sector más podemita del PSOE, denigran a Amancio Ortega y ordenan a sus
paniaguados, por orden de Iván Redondo, que minimicen su extraordinaria
generosidad.”
Tampoco se olvida de la reivindicación que ha
realizado Madrid para el Ejecutivo central agilice la adquisición de un
material que es de extrema urgencia y necesidad tener ya en los hospitales:
“El Alcalde de Madrid y
la Presidente de la Comunidad, José Luis Martínez Almeida e Isabel Díaz Ayuso,
se engrandecen cada día con la seriedad de su trabajo, y eso no cae bien en el
Gobierno de España. Isabel Díaz Ayuso ha exigido al Gobierno que le haga llegar
el material previamente prometido. En pocas semanas, ese material será
innecesario, porque habrá cubierto la demanda Amancio Ortega, y es probable –
no le deseo mal a nadie-, que gracias a él sean tratados con más eficacia y
profilaxis algunos de los voceros del Gobierno o del estalinismo bolivariano.”
Y remacha con un gesto que considera de
justicia para con este empresario gallego:
“De tener
responsabilidades políticas algún día –tan probable en mi persona como
someterme a una operación de transexualidad-, sometería a votación la creación
de un monumento a Amancio Ortega frente al ministerio de Sanidad. Con una
leyenda: «Al Trabajo y la Generosidad con sus compatriotas».
Como español, todavía no afectado por el
contagio, pero entregado a lo que venga, considero un deber de justicia
agradecer a quien desde una camioneta de reparto se ha convertido en uno de los
diez empresarios más grandes del mundo –trabajando, podemitas, trabajando-, y
en el más generoso con sus compatriotas. Gracias, don Amancio.”
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