Con unas pocas horas de diferencia, la
ministra de Asuntos Exteriores, la señora González Laya, ha declarado en un
canal de radio que “buscaba gangas” cuando contactaba con proveedores para
comprar tests de Covid19.
En medio del escándalo, uno más, de los más
que posibles seiscientos mil tests para coronavirus que no sirven para nada, y
las posibles implicaciones penales que puedan surgir del asunto, en medio del
clima de desesperación general por culpa de un gobierno PSOE-Podemos que todo
lo que hace lo hace rematadamente mal, Parece que algunos españoles no están
dispuestos a ser ciudadanos sumisos con una casta política que esta vez, además
de llevarnos a la ruina, nos está arrebatando vidas con su comportamiento sectario
y criminal.
Se están preparando varias demandas contra el
gobierno y algunas administraciones públicas ante el comportamiento cuando
menos supuestamente negligente de todos ellos por ocultar, con meses de
antelación, la gravedad y el riesgo de contagio de coronavirus sobre la
población.
Quién sabe si esta pandemia, con semejante
número de víctimas aún incalculable, vaya a propiciar que en España tome cuerpo
una sociedad civil que de una buena vez luche por proteger sus intereses ante
los desmanes, esta vez de la peor especie, de los gobernantes, de la casta
política en general, y de las élites que les gobiernan a todos ellos. Quizás,
en este aspecto, haya algo de luz al final del túnel.
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