Además, son los mejores
estrategas de la propaganda, algo inherente a la izquierda, con más de un siglo
ya de experiencia. Son tan conscientes de su superioridad numérica -pagada con los impuestos que nos esquilman
las administraciones- que desde hace
unos días algunos de esos parásitos adictos al teclado de la censura se
permiten anunciar públicamente que van a denunciar en las redes a todo aquél
usuario a quien lean, vean o escuchen criticando al sacrosanto Gobierno PSOE –
Podemos y a su gestión (¿gestión?) en la crisis del coronavirus.
Durante el día de ayer volví a recibir una
tanda de 51 correos en mi cuenta de Gmail anunciando que Facebook restringía de
nuevo una serie de contenidos de El Republicano Digital en su red fasciosocial.
Perdí unos 10 minutos en comprobar qué contenidos concretos estaban siendo
censurados y, como suponía, eran los últimos publicados desde la última censura
de la pasada semana que hacen referencia a la nefasta gestión y a las absurda
mentiras de Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, e Irene Montero. Dirigí un breve
escrito a FascioBook preguntando a sus censores (sic) si habían leído realmente
los contenidos que estaban censurando o si tan solo les había bastado recibir
las quejas de los tarados de PSOE y Podemos (sic) para poner la tijera a
funcionar. Por descontado, no me han contestado, pero los contenidos vuelven a
ser visibles. Hasta la próxima redada, imagino.
De las últimas víctimas relevantes de la
censura, quizás la más destacable de estos dos pasados días sea El Distrito TV,
a quien han machacado su canal de YouTube. La pregunta es, ¿será dicho canal
censurado definitivamente y eliminado, o volverá a ser habilitado por los
siervos de Soros pasado un tiempo? El mismo tiempo lo dirá.
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