No sé cuántas veces escuché ayer en tertulias de
radio que eso de llamar “maricón” a un homosexual en conversaciones privadas no
tiene tanta importancia. Que prácticamente nadie pasaría un examen de
conversaciones privadas en las que no despotrique contra nadie usando los
peores calificativos.
Vale. Se puede admitir la excusa si se pretende
quitar importancia al asunto mediático estrella de ayer, en el que una
grabaciones realizadas por el ex comisario Villarejo muestran cómo la aún hoy
ministra de Justicia, Dolores Delgado, comentaba hace años en una reunión con
Baltasar Garzón y el propio Villarejo que Grande Marlaska, en aquél tiempo
magistrado de la Audiencia Nacional, era “maricón”. – Noticia en Ok Diario -
Ni voy a opinar sobre la vida privada del juez
Marlaska, ni voy a tratar de justificar el comportamiento de Dolores Delgado.
Pero lo que sí encuentro verdaderamente repugnante es lo que se ve en este tipo
de conversaciones. El postureo progre y falsario tanto de colectivos
supuestamente defensores de la identidad de género y toda esa mascarada, como
de políticos que, a la menor oportunidad y siempre en compañía de multitudes y
medios, presumen de ser “progresistas” hasta la médula.
He buscado reacciones de esos colectivos y
personajes de lo progre y no he encontrado nada significativo. Ni lo
encontraré, seguramente. Pero de lo que si estoy absolutamente seguro es de que
si el mismo insulto hubiera sido proferido por algún significado político del
PP, por muy privada que hubiera sido la conversación, Esos mismos colectivos
que hoy están más ausentes que la decencia de Echenique, habrían tomado los
principales programas de televisión durante dos semanas.
En cualquier caso, lo de “maricón”, en realidad, no pasa de ser poco más que un síntoma. Un
esclarecedor “presumo de ser progre pero soy más facha que Blas Piñar” tan
habitual en los políticos. Apenas un fleco de lo que está por desvelarse y que
hoy, en otro audio, Dolores Delgado aumenta con más indiscreciones grabadas
contando cómo en una visita a Colombia, algunos miembros de la Fiscalía General
y de Tribunal Supremo habrían buscado contacto con menores de edad. – Noticia en Ok Diario -
Lo verdaderamente grave, y no lo perdamos de vista,
es el descubrimiento, anunciado hace muchos años, de una red de extorsión y
tráfico de influencias entre ciertos personajes de la policía, la judicatura y
la política, que lleva muchos años campando con total impunidad. - Noticia en El Mundo -
- Redes Sociales -
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