Hoy hace un año que la Bandera Nacional apareció en ventanas y balcones de toda España, y explico a continuación por qué yo la tengo desde ese día.
La he puesto para mostrar mi apoyo a los que de verdad se juegan el tipo por la Nación, por los ciudadanos que a diario se levantan para seguir adelante y por los que alguna vez pusimos nuestras vidas en juego por proteger nuestro mejorable modo de vida.
Por los que no se avergüenzan de ser españoles y que plantan cara a cualquier extremismo delincuente e independentismo parásito y fascista.
Por los que se atreven a ser patriotas y no se arredran frente a tanto progre y tanto facha que ignora la historia.
Por los extranjeros que vienen a vivir con respeto y por los emigrantes que tuvieron que marchar por culpa de los políticos corruptos y mediocres.
Y especialmente por mis compatriotas zaragozanos que dieron ejemplo de agallas para ir a presentarse ante una cuadrilla de sinvergüenzas que vinieron a hablar a mi ciudad de independentismo y no tuvieron más aforo que el de los ultras estúpidos que se sentaban en primera fila.
La he puesto contra el alcalde de Zaragoza, que se plegó gustosamente ante los independentistas y sus degenerados amigos de Podemos, y retiró las banderas de Aragón y España para que semejantes garrapatas no se sintieran incómodas.
Contra el gobierno central y su oposición comparsa que no representan a nadie que pueda considerarse coherente y decente.
Contra el rey que nos gobernó y representó durante décadas, del que me avergüenzo profundamente.
Contra la clase política en general que, con contadas excepciones, conforma partidos en los que prima el interés personal, la corrupción, y la delincuencia en no pocas ocasiones.
Contra los gobernantes aragoneses, mediocres, falsarios y faltos de otro talento que no sea el de asegurarse puestos y sueldos.
Contra la justicia y la ley, ambas con minúsculas porque no merecen otra cosa, compradas para el servicio de los corruptos, y que impiden que la Ley y la Justicia puedan ser ejercidas libremente y con decencia.
Y especialmente contra todos esos tarados éticos y morales que califican de facha a la Bandera Nacional y no pestañean ni un ápice al exhibir y defender símbolos y comportamientos fascistas y comunistas (valga la redundancia), presentándolos como la verdadera Libertad.
A modo de postdata: Como republicano cabal y liberal, de esta bandera solo me sobra la corona; pero esos “republicanos” que queman fotos y banderas me parecen más lamentables aún. Por si alguien tiene alguna duda.
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