Y al igual que en España, el país que se permite dar lecciones de todo sin tener el mérito de sentar cátedra sobre casi nada, esos medios y sus consiervos políticos se afanan, sobre todo en los momentos oportunos, por señalar y demonizar al contrario sin más argumentos que el odio que puedan suscitar con tales maniobras.
Desgraciadamente para nosotros los españoles, aquí rara vez ha cundido el ejemplo de una ciudadanía movilizada para defender sus derechos y para exigir claridad en algún proceso político. En otros lugares, y normalmente por un buen montón de circunstancias históricas acumuladas, en muchas ocasiones no hace falta que tal o cual agitador organice a un vecindario para manifestarse en protesta por lo que pueda ser un abuso de las autoridades o una negligencia de funcionarios de quienes se espera que cumplan con su deber con la misma puntualidad con la que esperan cobrar sus sueldos provenientes del dinero de los contribuyentes. No hace falta, porque en el interior de muchos aún existe el impulso de defender lo que cada uno entiende como derechos fundamentales y que se convierte en sentimiento colectivo para proteger lo que el pueblo estima digno de ser protegido.
Arpaio lleva años retirado. Pero el condado de Maricopa sigue siendo un condado peleón que ahora no duda en presentarse a la puerta de las instalaciones electorales exigiendo claridad y limpieza en un conteo de votos que el Partido Demócrata ha convertido en una vergüenza internacional. Los medios progres, con CNN a la cabeza, toman como diana a Maricopa para mostrar al mundo que votantes de Trump, algunos haciendo uso de su derecho constitucional de portar armas de fuego, exigen transparencia frente al fraude del partido de Joe Biden. Y para cualquiera que siga las crónicas de CNN, lo que quedará muy claro es que para sus reporteros lo grave es que algunos manifestantes porten armas, no el fraude de dimensiones nacionales que el Partido Demócrata ha orquestado. En España, como siempre y en casi todo, jugamos en categorías inferiores. No tenemos un Maricopa ni un sheriff Joe Arpaio. Lo nuestro es más un Marinaleda amedrentado y sometido a los caprichos asociales de un alcalde comunista asaltador de comercios. Y nuestra CNN es La Sexta, siempre de parte de la anti España y su particular cloaca. Aquí no se presenta el pueblo a exigir transparencia a las puertas de los colegios electorales. Aquí se aplaude desde los balcones, siempre que esto no coincida con el fútbol o el Supervivientes.
¿Defender la Libertad? Es que esos imperialistas tienen cada cosa…
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