“No se permitió a las observadores acceder a las salas de recuento. Gané las elecciones con 71 millones de votos legales. Están sucediendo malas cosas y nuestros observadores no las han podido presenciar. Esto nunca ocurrió antes. Millones de votos por correo fueron enviados a personas que nunca los habían pedido.”
Desde entonces hasta hoy, tal y como hemos ido narrando, se ha producido tal avalancha de evidencias expuestas por ciudadanos con derecho a voto, funcionarios y hasta políticos, que los recuentos pendientes de votos se están realizando bajo estricta vigilancia. Alrededor de las 14 horas de hoy en España, el conteo de votos muestra una situación muy distinta a la que presentaron los medios de comunicación entregados a Biden y Harris durante la noche electoral. Hoy en el mapa adjunto aparecen seis estados en los que los resultados no son definitivos por encontrarse aún en periodo de recuento o porque los recuentos se hayan ahora bajo jurisdicción judicial. Pero lo más interesante de este mapa, que muestra a Trump como ganador hasta ahora con una diferencia de 5 puntos, es que las gráficas iniciales de algunos medios que mostraban una victoria aplastante de Joe Biden no eran más que una falsa. Por ejemplo, entre los estados sin resultado definitivo, se halla Arizona, donde en el municipio de Maricopa los empleados electorales se hallan bajo sospecha de haber rechazado una gran cantidad de votos en persona.
El retuit de hoy de Donald Trump anuncia que de 71 millones de votos conseguidos por su candidatura se han pasado a 73. Y mientras su equipo legal y colaboradores por toda la unión siguen recopilando documentación, grabaciones y evidencias que apuntan a un monstruoso fraude, ha presentado hace unas horas una nueva demanda, en esta ocasión denunciando violaciones de conteo de votos en un colegio electoral de Detroit. El canal FOX, quizás el mayor ejemplo de traición y chaqueterismo del escenario de medios de comunicación norteamericanos en los últimos meses, sigue tratando de recuperar algo de su credibilidad perdida y admite oficialmente que sus previsiones emitidas tiempo atrás sobre una mayoría demócrata en Congreso y Senado “fueron erróneas”. Las posibilidades de victoria de Trump son muchas, pero gane quien gane, la Justicia en los Estados Unidos tiene ahora una oportunidad de oro para desenmascarar toda una gigantesca trama de corruptos y poner a éstos en el sitio que merecen.
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