Uno de los motivos de estas adhesiones podría ser la extrema urgencia por parar de una vez la maquinaria de fraude que aún estaría en pleno funcionamiento. La abogada y ex Fiscal General Sidney Powell declaró hace escasos días que disponía de nuevas evidencias, como un vídeo en el que un empleado electoral aseguraba que se solicitaría nuevo tráfico de votos y nuevas papeletas a China en el caso de que se diese una segunda vuelta electoral. De nuevo, sospechas cada vez más ciertas se dirigen hacia la posibilidad de que potencias extranjeras favorables a una presidencia de Joe Biden y Kamala Harris habrían intervenido falseando datos a través de los oportunamente hackeables servidores de Dominion Voting Systems.
En Pennsylvania, y por extensión está sucediendo lo mismo en el resto de estados bajo sospecha de fraude, el Partido Demócrata pone en marcha un nuevo argumento que trata de extender al cuerpo jurídico y a la población, y que consiste en pretender que ni los republicanos, ni los abogados, ni los jueces hagan nada por esclarecer lo sucedido en este masivo fraude porque, por mucho que dicho fraude pueda ser históricamente gigantesco… tal cosa ya ha sucedido otras veces. O bien los demócratas han perdido definitivamente la poca decencia que les quedaba, o bien están tan seguros de conseguir la victoria que ya ni siquiera les importa reconocer que han cometido fraudes electorales masivos en otras ocasiones. En este caso concreto, el juez de la Corte Suprema Samuel Alito, antes de las elecciones presidenciales, ordenó específicamente que fueran apartadas todas las papeletas que llegasen al colegio electoral después de las 20:00 horas del día de las votaciones, pero todo parece indicar que la orden fue ignorada y las papeletas fuera de plazo fueron admitidas, y éste podría ser el motivo por el que en muchos colegios electorales del estado se impidió a los republicanos asistir al conteo de los votos.
Mientras tanto, el excandidato socialista a las primarias del Partido Demócrata Bernie Sanders reconoció ayer en una entrevista con el presentador de programas y corresponsal de CNN en Washington, Jake Tapper, que el Partido Demócrata, y en especial Nancy Pelosi como presidente de la Cámara de Representantes, ha bloqueado en numerosas ocasiones los proyectos de ley e iniciativas republicanas dirigidas a combatir la epidemia de Covid-19 por simples motivos políticos. ¿Está tratando Bernie Sanders de posicionarse como alternativa de liderazgo en el partido ante el descalabro que aguardaría a Joe Biden en caso de que Trump fuera nombrado Presidente y las causas judiciales por corrupción siguieran su curso? ¿Y si no se trata de una simple lucha política, no podría haber demostrado Sanders su “sincera” preocupación por los afectados de Covid declarando esto mismo hace meses, en lugar de permitir la utilización de los enfermos de Covid como arma arrojadiza contra el Presidente Trump?
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