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En una envenenada nación como España,
donde todo y todos están bajo permanente sospecha, y en muchas ocasiones con
fundadas razones, la Plataforma Transparencia Electoral supone algo más que una
interesante iniciativa.
Desde las pasadas Elecciones Generales
2019 los rumores de pucherazo se han extendido por las redes sociales y unos
pocos medios digitales, aunque la gran mayoría de los medios del sistema no
hayan querido tocar el asunto ni de refilón. Terminado el recuento general de
votos, unos no podían creer que el PSOE hubiera conseguido tantos escaños,
otros no podían aceptar que el PP se había estrellado, y otros, los más
combativos aseguraban que a Vox le correspondían muchos más escaños de los
conseguidos.
Sean ciertos, o no, los rumores de
pucherazo, sí es cierto que cada convocatoria electoral, sea general,
autonómica o municipal, siempre arrastra tras de sí alguna situación que puede
llevar a alguien a pensar que el recuento de votos no ha sido limpio. Pero en
los últimos años, las sospechas, puede que fundamentadas, puede que exageradas
a conveniencia, han aumentado exponencialmente, unas veces alentadas desde la
derecha y otras desde la izquierda.
La Plataforma Transparencia Electoral pretende
asegurar hasta donde sea posible que los ciudadanos, en España y en cualquier otro
país, vean garantizados sus derechos políticos en los procesos electorales, y
para ello proponen que los votantes puedan convertirse también en garantes de
los procesos electorales, notificando a esta plataforma las posibles
incidencias que puedan suceder durante las jornadas electorales.
La plataforma ha publicado recientemente
la Guía del Votante Vigilante y anuncia que iniciará una experiencia piloto en Valencia, Madrid y Barcelona,
donde cuenta con voluntarios suficientes para proar un primer “recuento
paralelo ciudadano”
Más información en la web TRANSPARENCIA ELECTORAL
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