
Hola a todos Amigos!!!
Muchísimas gracias por vuestra participación en este Canal Rancio y sobre todo en este humilde homenaje a nuestro entrañable y Juan Antonio Cebrián. Como dijeron una vez Les Luthiers, “qué podemos decir ya que no se haya dicho… o que si se haya dicho”
Gracias por vuestros mensajes y recuerdos para él. He recibido en mi mail personal unos 300 correos de gente uniéndose también a esta modesta iniciativa, que ha sido una mas en toda la red para mostrar el cariño enorme que Juan Antonio había cultivado en tantas personas de España y las Américas.
Uno de esos mails que recibí; uno muy especial, me tocó profundamente el corazón. Marcela, una oyente de la Rosa de Los vientos allá en La Laguna, Tenerife, vieja amiga de blogs y parrandas en la red, esta rota de dolor porque se fue su niño Cebrián. También ella se pregunta si La Rosa seguirá adelante.
Marcela es viuda y perdió dos hijos en la mar durante los 90. Vive en su casita de las afueras con la compañía de cuantos gatos invitados aparecen por la cancela del jardín a la hora de comer, con su ordenador portátil conectado a Internet, su tv., su radio, sus libros y muchas flores. Es sabia, Marcela. Y dulce. Es canaria, aunque me tire la tierra y el corazón al decirlo. Y es buena. Muy buena.
No he logrado convencerla aún para que escriba su propio blog. Y no sabéis, amigos, lo que nos estamos perdiendo. En su último mail me envía un enlace que quiero compartir con vosotros. Creo que este tema de Alberto Cortéz habla de lo que muchos hemos sentido con la partida de el Cebri.
Gracias Marcelita. Tu si que sabes y sientes.