Quiero y no puedo...
No acabo de entender el exagerado interés del Partido Socialista en aparecer como amigo del Partido Demócrata norteamericano, de Barak Obama. Que Pepe Blanco haya asistido a la convención de los demócratas me resulta chocante. Y que no hayan trascendido en España los comentarios de algunos delegados en la convención, al enterarse de que Blanco es la mano derecha del tal Zapatero que hizo un desaire público a la bandera que ellos respetan y que, tiempo después, ha intentado colocarse cerca de Bush para salir en la foto, no debe extrañar a nadie.
No acabo de ver la finalidad de la estrategia, si es que la hay. Hoy me comentaba un conocido que prefería mil veces la victoria de Obama, porque el Partido Republicano es la derecha, con toda la connotación peyorativa y tópica que tiene esa palabra entre los españoles a los que su opción política no les permite asumir que Franco murió en 1975, y el Partido Demócrata es como el PSOE.
Semejante comparativa tiene sus defensores, que la creen sin ninguna duda; pero hay que conocer muy poco, o nada, aquél país y su política para sostener semejante tontería sin pestañear. Tan solo hay que profundizar un poco en el ideario del partido norteamericano para comprobar que el parecido entre ambos es comparable al de un huevo con una castaña.
Por de pronto, una de las diferencias de proceder, sin ensalzar necesariamente a uno ni ridiculizar al otro, es el tratamiento de la noticia del embarazo de la hija de diez y siete años de la candidata Palin.
Lo que aquí ha sido motivo de regodeo y chanza por parte de algún periodista pro ZP, ni siquiera ha sido objeto de polémica de los medios del otro lado del océano. El motivo es muy sencillo, y lo expongo de la manera más aséptica posible, para no incomodar a quienes se ponen en guardia porque este modesto blog retrógrado y encasillado se publica en red ciudadana.
Mientras en España, un periodista como José María Calleja, que no siente la necesidad de disimular su antiamericanismo y su anticonservadurismo, se ha gozado largamente, esta mañana en Onda Cero, en criticar a la carca Palin por tener a una hija adolescente embarazada. El argumento ha sido tan absurdo y estúpido como asegurar que la candidata no habrá sido tan buena y cristiana madre, para que su hija este preñada sin ser mayor de edad. A mí, que soy padre, esta manera de razonar se me parece más a la conclusión simple de un matraco de cabeza dura antes que al razonamiento de un señor al que se le presupone, por razones de su trabajo público, mayor capacidad de análisis y objetividad a la hora de informar. Porque dicho razonamiento no es más que caer en otro tópico al uso, cual es que si un hijo se equivoca, la culpa es de los padres. Pero no olvidemos que hablamos de Calleja; el que se comporta siempre como si tuviera la razón absoluta y que interrumpe al resto de contertulios que se atrevan a contradecirle.
En contrapartida, el tratamiento de medios afines al partido demócrata ha sido bastante más discreto, conscientes – según comentarios de algún columnista – de que el embarazo de la hija de Palin es visto como un gesto de coherencia hacia las enseñanzas antiabortistas de la familia. Gesto difícilmente atacable y al que no se le puede sacar demasiado jugo, precisamente para evitar el efecto contrario.
Así las cosas, Y visto que Obama no pasó por España durante su pasada visita europea para no interferir en cualquier cosa que se le pueda ocurrir a Blanco, estará por ver si este intento de mimetismo con el Partido Demócrata da algún fruto, o si no deja de ser una palmadita en el hombro para congraciarse con el imperialismo yankee, no sea que las locuras de Chávez y Morales acaben por volverse definitivamente contra quienes, desde Europa, miran hacia otro lado cada vez que se les ocurre calentar el ambiente.
Si en algo quiere parecerse el PSOE al Partido Demócrata, cosa que me parece harto difícil de conseguir, debería empezar por usar la bandera española en sus convenciones, sin avergonzarse por ello y sin temor a ofender a sus siempre exigentes amigos nacionalistas. O hablar de patriotismo fuera de los periodos electorales. Sería una buena piedra de toque para saber si el invento funciona.
Hola Mike,comparto hasta la ultima coma del articulo, te ruego que te pases por mi blog, hay algo para ti.
ResponderEliminarUn abrazo.
No será tan de izquierdas el partido demócrata cuando el yayo Fraga ha apoyado tan fervorosamente a Obama.
ResponderEliminarPor otra parte, me parece un gesto de ingratitud por parte de los demócratas, que no hayan agradecido a Pepiño su "no interferencia" en el proceso electoral.
Lo de José María Calleja es de progre de manual...Además, tan defensores del progresismo y del feminismo que son todos estos poetas,caen en el machismo mas rancio, al intentar denigrar a la,por otra parte brillante candidata,palín por que su hija se ha quedado embarazada.Lo mismo que cuando intentan denigrar a Aznar con lo de su supuesto hijo(lo ha desmentido rotundamente)con la Ministra de Justicia francesa,ninguneando la brillante trayectoria de esta mujer,que entre otras cosas,fué obligada como muchas musulmanas a contraer un matrimonio de conveniencia con ¡¡¡27 años!!!...Pero claro como ellos son tan amiguitos del Mohamed de Marruecos,y de la Alianza de Civilizaciones...esto les da igual..
ResponderEliminarSon embusteros,incoherentes y machistas.
Lo que yo no entiendo, el porque se está tan desesperado con salir o no en la foto con un politico americano, yo lo veo tan ridiculo como cuando salen dándole un beso al niño de un vecino cualquiera en plena campaña.
ResponderEliminarSe el motivo y no es otro que unidos al poder se está mas comodo, y por lo visto realza la figura en una foto, al contrario que estar o trabajar conjuntamente con un pais mas o menos normal. España no se debe a America, y mas desde que ganaron la final de basket en los últimos JJ.OO
Sobre el periodista en cuestión, lo que este diga, es lo mismo que dice el del ideal contrario, pero cada uno a su forma. Todos intentan llevarse el gato al agua, aunque carezcan de un minimo de etica peridoistica.
Sobre Palin decir que me resultó extraño que justificara la guerra de Irak, como una tarea de Dios, ese ejemplo justifica también el atentado del 11 de septiembre.