Hace ya bastante tiempo estuve charlando con un profesor de un instituto de educación secundaria sobre la asignatura de educación para la ciudadanía. Su opinión personal sobre el asunto, basada en los manuales de tal asignatura que habían llegado a sus manos, era que, en su conjunto, parecía, más que una asignatura educativa – y, por tanto, informativa – parecía un remedo de ideología dirigida a alienar la escasa base moral y humanista que quedaba en nuestra sociedad.
Pero este profesor aún fue más allá en sus apreciaciones. Me explicó que
Por supuesto, el profesor se guardaba mucho de compartir su modo de ver con el resto de compañeros del centro, no solo por prudencia para mantener su puesto de trabajo, pero también porque él era muy consciente de que, incluso entre el alumnado de más edad, ciertas opiniones eran consideradas automáticamente como “fachas”, con lo que ello podría suponer en esta sociedad que vive con un remedo de democracia, que en muchos casos funciona como tal para quienes defienden una línea de pensamiento únicamente.
Mientras me contaba lo que he explicado hasta ahora, nos dirigíamos hacia un aula grande, de cuyas paredes colgaban carteles de actividades estudiantiles, fotos de grupos de alumnos, recortes de prensa sobre tecnología y naturaleza, y en el lugar más visible de todos un cartel de un metro de alto por medio metro de ancho, con un obsoleto “no a la guerra” en letras rojas y sangrantes como fondo y, en primer plano, una foto de José María Aznar sonriendo y una leyenda bajo él, en letras azules, que preguntaba: “¿De qué se ríe este cretino?”
El profesor me preguntó mi parecer. Le contesté que yo, en mis tiempos de instituto, nunca habría imaginado en mi clase un cartel poniendo a Felipe González como un cretino por cualquiera de los muchos, muy graves y continuados escándalos que se dieron bajo su mandato.
“Pues ahí es donde yo voy a parar”, me dijo. “Hoy, bajo el mandato de un PSOE que ya no defiende ni una de sus líneas maestras de antaño, esto es una de las muchas cosas que se fomentan; el desprecio hacia otras opciones políticas que no sean las defendidas por el aparato de poder. Esto no lo veía yo tampoco con los anteriores gobiernos del PP, ni con los del PSOE de González. Pero los que mandan ahora han decidido no respetar ningún límite”
Y siguió explicándome un buen número de casos similares, tanto de comentarios de parte del profesorado a los alumnos, como de lecturas recomendadas o de películas vistas en actividades de cine.
Finalmente me comentó que parte de la solución a la que los padres de los alumnos podrían asirse para que sus hijos no tuvieran que pasar por
En estos días he leído en algunos diarios que
Definitivamente esta nueva situación puede ayudar mucho a quienes no estamos dispuestos a que el estado eduque a nuestros hijos con ideas contrarias a nuestras convicciones y creencias familiares; situación que los Tribunales Superiores de Justicia de
Los objetores podemos ver ahora una nueva luz al final del túnel. Quizás esto sea lo que nos haga falta ahora. No sólo enfrentarnos abiertamente a las intenciones de Educación para
Pues mira, Mike, si suceden cosas como lo del cartel de Aznar, creo que por muy nociva que sea EpC, no existe un adoctrinamiento más directo y más nocivo que ese.
ResponderEliminarNo sé que pintas en red ciudadana colega.
ResponderEliminarEn contra de Epc, del aborto, de la eutanasia, declarado liberal conservador...
Deberías encontrar un lugar que se acercara más a tus retrógrados postulados. Te recomiendo los foros del Pp.
En todo caso va bien saber que todavía hay gente que tiene su mente encasillada en un cubo de Rubik de colores blanco y negro.
Ayuda a no bajar la guardia.
Salud
Totalmente de acuerdo con lo que expones,Mike,pero es imprescindible defender la objeción de conciencia como un derecho ante lo que no es otra cosa que la invasión de un espectro que sólo corresponde a los padres:la educación de sus hijos.
ResponderEliminarDaniel Perales, tu ejercicio de encasillamiento ha quedado más claro aún que la declaración de intenciones que figura en mi blog.
ResponderEliminarSi resumes tu lectura facilona de mis opiniones para encasillarme como retrogrado y poniéndome automáticamente del lado del PP me demuestras que tu criterio es más simple que el mecanismo de una azada. Pero si pretendes que opiniones como la mía no aparezcan en Red Ciudadana, nada te impide ponerte en contacto con el administrador para que me censure y, así, todo solucionado.
Por lo que puedo colegir de tu comentario, mi queja de que se insulte a un presidente de gobierno en las aulas, por ejemplo, te parece un postulado retrógrado... Bien.
Haces bien en no bajar la guardia. Debe ser agotador ser un "cazaretrogrados". Yo te recomiendo los foros de El Plural. Seguramente el mesianismo a sueldo de Sopena te satisface más.
Saludos.
Daniel Perales, el único encasillado eres tu que defiendes los postulados de la izquierda más radical y retrogada.
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