
Hugo Chávez vino a Madrid, estuvo pocas horas y tuvo el buen gusto de marcharse sin demasiadas estridencias y dejarnos tranquilos. Dicen que se fue no demasiado contento. Que esperaba poder lucirse en una rueda de prensa junto al Presidente Zapatero. Afortunadamente no sucedió tal cosa.
Pero Chávez necesitaba su golpe mediático, de modo que anunció el descubrimiento de un gran yacimiento de petróleo por parte de Repsol en Venezuela.
Pocas conclusiones se pueden sacar de esta visita oficial del dictador, como no sean un par de detalles de esos que parecen pasar desapercibidos a nuestros mandatarios y el resto de políticos.
Chávez es un dictador, y como tal siempre busca golpes de efecto que le mantengan en primera plana y alimenten su ego. Presentarse en España, habiendo avisado con menos días de los necesarios para preparar el evento, ha forzado que parte del Gobierno de España haya tenido que reorganizar su agenda, ventaja que no se le debería permitir a un populista como éste.
Además, la nueva foto de Chávez con el rey. Más publicidad para su orgullo bolivariano, supongo. Un nuevo trofeo para lucir ante sus amigos. “Mirad qué fenómeno soy. Les insulto, les desprecio, y me reciben con una sonrisa…”
Coincide con la visita de este vergonzoso personaje el final de la encuesta sobre la instalación de bases militares USA en Colombia. El 45 % de los votos vinieron de Colombia y Venezuela. Como se pude ver en el gráfico, las preferencias están claras. Pero este dato, que no tiene credibilidad por su escasa incidencia en votos, está refrendado por las opiniones que he podido leer en diarios online colombianos, en los que la inmensa mayoría de los lectores están a favor de la presencia norteamericana en el territorio.
Copie y pegue el texto, si desea oír el artículo.