No acabo de comprender que unas
fotos de mujeres desnudas en un calendario sean cosa de hombres salidos y
machistas o un asunto de solidaridad, según convenga a los fines que se quiera
publicitar.
He visto este mediodía, en un informativo
de televisión, que las mujeres de la policía local de no se qué localidad
española han decidido desnudarse para hacer, con sus fotos, un calendario
solidario que recaudará dinero para los damnificados de Haití. No sé quienes
fueron los primeros en practicar esta moda en España. Ignoro si fueron los
bomberos de no se dónde, o las futbolistas de más allá. Pero sí tengo muy
claro, por muchos palos que me puedan caer por decirlo, que si una madre o un
padre deciden desnudarse e insinuarse, mediante “fotos artísticas” de sus cuerpos,
para que la gente compre esos calendarios, que luego no se quejen si alguna de
esas imágenes llegan a ser vistas por sus hijos en alguna web u otra
publicación, y que no apelen a la intimidad y demás argumentos al uso y
conveniencia a los que tanto partido (económico) se les saca.
Creo que hay que tener un cierto
afán exhibicionista para querer aparecer desnudo, o casi, en unas fotos, por
mucho que el supuesto motivo sea recaudar dinero para una buena causa. En
realidad, ni siquiera me parece minimamente digno que, por medio de la
provocación, se reúna dinero para
socorrer a necesitados. Estoy absolutamente seguro que las mismas personas que
posan para estos calendarios podrían emprender otras iniciativas que darían
igual o mejor resultado.
En el noticiario de hoy hablaban
varias de las policías que han posado para el calendario. Por supuesto, todas
estaban contentísimas con el resultado e invitan a los espectadores a que
compren el producto, del que hay editados 3.000 ejemplares. Sus compañeros varones
se han mostrado orgullosos de ellas. Los propietarios de los comercios donde
estarán a la venta los calendarios, también. Todos verdaderamente satisfechos.
A mí, hilando un poco más fino, no me parece que el desnudo de unas policías
sea lo más apropiado para pedir el respeto debido a un cuerpo policial que está
para servir, pero también para ejercer autoridad cuando las circunstancias lo
requieran. En cierto modo, los funcionarios públicos representan a la comunidad
que les paga, y no me parece que esa sea la mejor representación posible.
Pero ya se sabe, las modas son
las modas. Y cualquier cosa que esté de moda, será bien vista por el gran
público. ¡Y ay de quien se atreva a criticar las modas…!