Todavía sigo teniendo dudas sobre
si Hugo Chávez actúa cuando discursa o si realmente cree lo que dice. Son dos
posibilidades. Pudiera haber una tercera. El consumo de sustancias
estupefacientes, que durante tiempo prolongado pueden dejar el cerebro de un ser
humano como una esponja. O una cuarta posibilidad, que es la proclama
sistemática de consignas, sin importar cuál es la cuestión del momento. No me
extrañaría que el caso de Hugo Chávez fuera un revuelto de todas ellas, porque
el hombre muestra el perfil de iluminado, narcisista y embaucador que otros
dictadores de la historia dejaron bien patente.
Para esa parte del pueblo
venezolano que adora al tirano, Chávez pasa por ser un hombre culto. No lo es.
Sus argumentos son escasos y repetitivos. Demuestra tal desconocimiento de la
historia, cosa que parece importarle nada en absoluto, que no aparenta tener
más motivos de conversación que las atrocidades del español conquistador malo
contra el indio bueno y rebueno. Y sobre ese argumento, y algunos pocos más,
logra exacerbar a cuantos estén dispuestos a reprimir y matar por la causa.
Su otro motivo vital es el
imperialismo yankee. No puede ser de otro modo. Hugo es el admirador definitivo
de Fidel Castro y sus delirios sobre la dictadura del proletariado y el
exterminio de clases, con todo lo que ello supone en cuanto a ausencia de
libertades.
Él no necesita nada más. En
realidad, ni siquiera necesita que nadie le dé la razón, porque el cree que
puede manejarla a su gusto. Los halagos de la progresía española en general y
de Izquierda Unida en particular no son algo que le vaya a hacer engordar de
orgullo, aunque nunca esté de más saber que a uno le aprecian sin importar
cuántas burradas pueda decir en un solo discurso.
Al colonialismo español porque
los españoles, según el razonamiento esquizoide del dictador venezolano,
sentimos nostalgia del imperio, y daríamos lo que fuera por volver a sojuzgar a
las colonias… etc, etc, etc.
Al imperialismo yankee, porque
los Estados Unidos y Canadá se sienten despechados porque él, el Faro de la Revolución , ha
conseguido el gran logro de formar una coalición de países caribeños y sur
americanos, demostrando que pueden prescindir de la influencia norteamericana
y… etc, etc, etc.
Es siempre lo mismo. Quizás, lo
único novedoso, esta vez, sea que Chávez asegura convencido que su Venezuela es
admirada en el mundo, con algunas excepciones. Extraña concepción tiene del
mundo este anormal, si piensa que eso, el mundo, es Irán y su grupo de países
islámicos simpatizantes, quienes por doctrina, ven a cualquier no musulmán como
un infiel al que utilizar y exterminar a conveniencia, porque Alá lo quiere.
Por supuesto, el Presidente
Zapatero prefiere mantenerse prudente. El Ministro de Exteriores Moratinos cree
que este asunto no debe deteriorar las “buenas” relaciones entre los gobiernos
español y venezolano, y personajes de la talla de Trinidad Jiménez y el
camarada Toxo se alinean abiertamente con Chávez, que para eso es el
continuador y heredero del castrismo.
Mientras tanto, Hugo Chávez
olvida que ha tenido etarras trabajando en su ministerio de interior, y sigue
cultivando el victimismo y hablando de agresión permanente contra Venezuela.
Mientras tanto, Periodistas no adeptos al régimen, así como estudiantes,
políticos y ciudadanos en general, siguen siendo apalizados y asesinados
impunemente en las calles del país Que Chávez a construido a imagen y semejanza
de la isla-prisión cubana. Y mientras tanto, aquí en España, los de siempre
miran hacia otro lado, o defienden descaradamente lo que sucede en Venezuela y
las intenciones terroristas de Hugo Chávez.
Qué decir de todo cuanto sale de la boca de este sujeto.
ResponderEliminarParece un verdadero disco rallado cada vez que habla, desde luego, a más no llega. Para escuchar hablar a este anormal más de cinco minutos seguidos hay que estar muy bien preparado psicológicamente.
Es muy grave como este tipo está chuleando al Gobierno español, la agresividad con la que habla y lo que dice.
ResponderEliminarLas malas compañías nada bueno traen. ZP debe pararle los pies ya.
Un saludo.