Hoy me preguntaron tres veces
cuál es mi posición en toda esta polémica sobre el debate que se sostiene en
Cataluña prohibir las corridas de toros.
Ante todo, quiero dejar bien
claro a los visitantes de este blog que yo no admito el maltrato ni la muerte de
un animal como diversión, espectáculo o pretendido arte. Desgraciadamente, esto
me califica, para muchos, como incongruente. En más de una ocasión he tenido
que oír que soy un incoherente por no gustarme la fiesta de los toros y, sin
embargo, estar de acuerdo en que mueran animales para alimentarme. Me parece un
argumento absurdo y malvado porque nada tiene que ver una cosa con otra.
Del mismo modo, me sorprende oír
a personas inteligentes, grandes defensores de la tauromaquia y la caza,
ridiculizar a los que no estamos de acuerdo con esas prácticas diciendo de
nosotros que creemos que los animales hablan, como Bambi. Jamás
se puede convencer a nadie ridiculizándole y menospreciando su argumentación.
Reconozco que el mundo de los
toros mueve mucho dinero, crea puestos de trabajo y levanta pasiones. Hay todo
un fenómeno cultural que corre paralelo a la propia tauromaquia. En la
existencia de todo ello se apoyan quienes defienden las corridas de toros.
Incluso se ha llegado a identificar la verdadera españolidad con la tauromaquia
y su imagen. Pero en mí puede más la aversión que me provoca el clavar arpones
a un animal, picarlo desde lo alto de un caballo (caballo que también pasa lo
suyo) y meterle al final una espada de un metro de acero en el cuerpo.
También quiero dejar muy claro lo
que opino de la iniciativa de nacionalismo catalán por prohibir las corridas de
toros en Cataluña. Nunca apoyaré tal iniciativa porque la considero una farsa.
Una excusa más para arremeter contra las Españas: la España catalana y el resto
de la España nacional. Estoy absolutamente convencido de que si el baseball
fuera un deporte netamente español, los independentistas catalanes procurarían
desarraigarlo de Cataluña por el mal trato que sufre la bola cuando es golpeada
por el bate, por poner un ejemplo.
La postura del nacionalismo es
absolutamente cínica. Bajo mi punto de vista, no les concedo un solo ápice de
iniciativa humanística en este asunto. No, porque su comportamiento habitual
siempre muestra cuáles son sus objetivos e intereses. El expolio de las arcas
nacionales y la secesión como paso definitivo para la creación de la “nación”
catalana.
En ningún modo se me ocurriría
comparar el maltrato a la mujer, la ablación del clítoris y tantas otras cosas
que no vienen al caso, con las corridas de toros, como tampoco comparto esa
extraña teoría de quienes aseguran que el toro no sufre durante el encuentro
con el torero. Hay extremistas y obcecados, en ambos lados, que defienden sus
posiciones con la sinrazón en la mano. A mí me duele tanto ver a un toro con
las banderillas clavadas en su espalda, como un toro corriendo por el campo
mientras todo un pueblo de anormales amorales le persiguen para alancearlo,
como una cabra cayendo al vacío desde lo
alto de un campanario. Nadie podrá jamás convencerme de que en ello hay algo
festivo o artístico. Yo, por mucho que me esfuerce, solo veo el sufrimiento, el
miedo y la muerte innecesaria de un animal al tiempo que el espectáculo arranca
los aplausos y bramidos del público.
En cualquier caso, hay que
reconocer que, cuando se plantea un debate de estas características, es igual
de incómodo ser considerado antiespañol por antitaurino, que españolista por
antinacionalista. Las terceras opiniones no suelen ser bien vistas en asuntos
de esta clase.
Plenamente de acuerdo contigo Mike. Plena y completamente.
ResponderEliminarQue la botaratez nacuionalista sitúe esta prohibición como punto de defensa de la dignidad animal, se lo creerán sus forofos. Pero no engalñan a casi nadie más.
Creo que en los primeros párrafos de tu entrada señalas argumentos muy sólidos en contra del maltratoi animal, que yo comparto y defiendo plenamente.
A mí también me ptrguntan mi posición, y dada la actualidad el tema publicaré mi posición próximamente. (Por cierto, hoy Esperanza Aguirre ha anunciado que solicitará que "La Fiesta" sea considerada patrimonio artístico nacional...)
Ni en Picasso, ni en Goya, ni en Ortega ni el el Cossío encuentro razón alguna que justifique un maltrato tan evidente, un sufrimiento tan cruel hacia un animal.
UN cordial saludo.
En Canarias hace muchos años que están prohibidas, ¿y no pasa nada? Lejos de politizar, a mi me da igual lo que hagan en cataluña o en Laponia. Creo que si un pueblo tiene el poder de eliminar algo que consideran denigrante, independientemente que sea español o de sus propias raices, yo los aplaudo.
ResponderEliminarY lo hacen en su parlamento, que para eso es el que eligió el pueblo.
Si ellos no quieren las corridas (de toros se entienden) ¿quien puñetas soy yo desde Cádiz, para imponer lo contrario.
salud
Y después querrán prohibir las "otras" corridas, si no tiene usted carnet de nacionalista, D. Mike.
ResponderEliminarImpidiendo que se reproduzcan los charnegos se mejora la raza. La base de votantes en aumento la formarán con inmigrantes agradecidos.
Un abrazo, amigo.
Shakespeare nos deleita con el mejor discurso político antes de “lo políticamente correcto”. Julio César, la película de Mankiewicz"
Discurso de Marco Antonio en Julio César
Estoy de acuerdo contigo. Yo creo que se han mezclado dos cosas en este asunto. Por un lado está la argumentación de quienes sostienen que no es desable, sino todo lo contrario, que se torture a un animal, y por otro lado están quienes aborrecen la llamada fiesta nacional porque la identifican con algo español, con algo patrio.
ResponderEliminarCon respecto a lo primero diré que no sé hasta qué punto sufren más los toros en la plaza que los cerdos cuando se les transporta en estos camiones atiborrados de animalillos. O si la espada que se le clava al toro duele más que el cuchillo con el que se degolla a un cerdo cuando se hace la matanza. No sé, tengo dudas, y por lo tanto, por ese camino mi postura será ambigua y vacua. Diré simplemente que cada cual haga lo que su conciencia le dicte, pero donde sí mantengo firme y clara mi postura es en el segundo supuesto. En el supuesto de que las corridas de toros huelen a "español" y por eso hay que erradicarlas. Yo no sé por qué una cosa como ésta se deba debatir en los foros políticos. Bueno sería que el público diera su opinión. Que hagan corridas, y si se ve que las plazas quedan vacías, entonces el pueblo soberano habrá hablado.
Un saludo.
Yo, a lo que no le encuentro sentido es que se prohíba nada que no atente contra ningún derecho individual. Ni el baseball, ni los toros ni por supuesto, las corridas (sic).
ResponderEliminarA mi tampoco me gustan los toros, no me gusta ver como le clavan nada a nadie, ni siquiera a un animal. Sin embargo, si que me divierten els bous al carrer, lo que no me divierten son los descerebrados amorales que corren detrás, como dice Mike. Por otro lado, entiendo que los toros no son violencia gratuita, ya que la vida que llevan esos animales ya las quisieran para si algunas reses que de todas formas, acabarán en el matadero. Pero una cosa es la necesidad, y otra el gusto por un espectáculo, claro.
Está claro que esta es una medida política que no tiene nada que ver con los toros. Es otra medida de imposición cultural habitual en los nacionalismos. Personalmente, abogaría por «humanizar» la fiesta, minimizando la agonía final del animal.
Primero de todo dejar patente mi repulsa hacia la "fiesta nacional"
ResponderEliminarEn cuanto a la vertiente política que toma su post manifiesto mi total desacuerdo.
Mire ud. el tema de sentir desprecio por cualquier maltrato animal, no convierte a todo el mundo en independentista. Somos muchos los que estamos en contra y de toda ideología, cultura y religión, así que déjense de historias chinas para manipular al personal.
Yo soy catalana sin más, no soy independentista, pero me molesta este afán que tienen algunos muchos de arremeter contra los catalanes a la mínima excusa como en el caso que nos ocupa.
En cuanto al filósofo vamos a ver si aprendemos a escuchar. Este señor en ningún caso comparó los malos tratos con el sufrimiento de un animal. El lo que dijo es que salvajadas como pueden ser la ablación, la lapidación,etc. son "costumbres" en los pueblos donde se practica y no por eso es bueno, por eso luchamos contra ello por muy costumbres que sean. Lo mismo ocurre con las corridas, que por mucha tradición que sean las repudiamos. En ningún caso intentó comparar un sufrimiento humano con un sufrimiento animal.
Dejen de trasjiversar lo que se habla en el gobierno catalán, o mejor búsquense buenos traductores que les den las noticias con total fiabilidad y no se dejen manipular las mentes.
No mezclemos, aquí se trata de defender a un animal, céntrense en el tema y dejen de andarse por los cerros que eso ya no cuela señores.
Creo que vale ya,que se preocupen de la gente que se mueren de hambre...hay cosas prioritarias.
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