Si el titular y el desarrollo de
la noticia que aparece en El
Semanal Digital es cierto, España se encamina sin remedio hacia otro
recorte de libertades promovido por quienes siempre han presumido de trabajar
por la libertad de los pueblos y en beneficio de los desfavorecidos.
La ministra de Igualdad, Bibiana
Aído, pretendería, según esta información que también aparece en otros medios
digitales, habilitar un grupo de inspectores de dicho ministerio para controlar
que se cumplan los baremos de igualdad que la socialista entiende deben ser
respetados en el campo laboral.
Además de suponer otro gasto
extra para las tan castigadas arcas del Estado (sueldos y puestos de trabajo que
con toda seguridad serán asignados a siervos afines al Partido Socialista),
esta nueva iniciativa del absurdo constituiría una intromisión en los derechos
de los empresarios, derechos que parecen no ser tan importantes para el
gobierno de Rodríguez Zapatero.
El feminismo radical, nuevo tipo
de absolutismo que con la llegada al poder de Aído por iniciativa de Zapatero,
ha conseguido carta de legalidad y reconocimiento institucional, ve en la nueva
idea de la ministra una nueva puerta por la que acceder al control de la
empresa privada, habiendo sido este un objetivo tradicional de los socialistas
cada vez que han llegado al poder.
Hoy en día, la defensa los
derechos laborales y sociales de la mujer sin caer en el extremismo, es lago
poco habitual en las instancias de poder. Incluso las recientes incursiones de
Bibiana Aído en la literatura infantil con la intención de alterar los
argumentos de los cuentos más populares pueden tener su reflejo totalitario en
iniciativas de Hugo Chávez en Venezuela y sus purgas en Bibliotecas públicas,
eliminando obras críticas con el socialismo y el ideario de aquél dictador
anormal.
Con la ley y la Constitución en
la mano, ¿puede la ministra feminista radical pretender inmiscuirse en el
funcionamiento de la empresa privada?. No estaríamos hablando de solucionar
posibles casos de discriminación o abuso laboral hacia las trabajadoras. En
realidad, estaríamos hablando de la imposición del estado socialista sobre el
derecho de elección de contratación de personal por parte del empresario que
invierte su tiempo, dinero y recursos para crear una empresa, mantenerla y
crear riqueza y, no lo olvidemos nunca, también puestos de trabajo.
Si esta iniciativa liberticida se
ejecuta, contará sin duda con el apoyo de buena parte del electorado de
Zapatero. Electorado que preferirá apreciar el “interés” de Bibiana Aído por
las trabajadoras, y que ignorará el verdadero fondo del asunto: el control del
estado sobre el empresario y la iniciativa privada, verdadero creador y
promotor de empleo en la economía española.
Muy relacionado sobre el asunto,
les propongo un breve vídeo de Carlos Rodríguez Braun sobre la “culpabilidad”.
siempre y en todo lugar, del empresario frente al estado socialista enemigo de
la libertad individual y empresarial.