No me canso de reconocer que la
izquierda española es maestra en propaganda. Lamentablemente para los intereses
españoles, los intereses que de verdad importan a la totalidad de los
ciudadanos, la izquierda emplea buena parte de su maestría (la mayor parte) en
la propaganda y la desinformación.
Pensemos en ello fríamente. Al
margen de las preferencias políticas de cada uno. ¿Cuál es el gran mérito de la
izquierda española? No es otro que, escudándose en su condición de perdedores
de una guerra civil, lograr convencer a la opinión pública de que ella misma,
la izquierda, fue la única víctima de aquella guerra.
Tal mensaje ha calado tan hondo
en el pensar y sentir de las gentes que, por extensión, la izquierda consiguió
también algunas cosas más que son interesantes analizar.
- La estrategia de asociación subconsciente del franquismo con el concepto “derecha”. Importa tan poco que durante el franquismo fueran represaliados derechistas demócratas, como que durante el gobierno izquierdista de la república y, durante la guerra, su posterior dominio en el bando “rojo”, fueran represaliados muchos republicanos por ser de derechas, o centristas, o izquierdistas moderados no adeptos al Frente Popular. Todo se mete en el mismo saco. Toda la derecha es heredera de Franco, luego toda la derecha es criminal, y la derecha franquista y criminal fue la única que cometió abusos y crímenes antes, durante y después de la guerra. Una vez conseguida esta asociación de ideas, por simple deducción muchos asumen también que la izquierda es, y fue, todo lo contrario: la gran defensora de las libertades y la dignidad democrática antes, durante y después de la guerra. Para afianzar tal creencia apuntalaron esa idea con la indiscutible inocencia de dicha izquierda, a la que también se la adorna de exclusiva intelectualidad y supuesto prestigio internacional en el exilio.
- Basados en tal axioma de culpabilidad de la derecha y la inocencia de la izquierda, el discurso ideológico que se presentó al público, desde la transición y los inicios de la democracia, fue acompañado con la reafirmación de referentes personales con pasado y antecedentes reciclados. Aprovechando el efecto rebote provocado por salir de una dictadura, cualquiera que se atreviera a criticar, o rememorar el pasado de la izquierda en España pasaba a ser un defensor a ultranza del fascismo, del franquismo, o de cualquier “ismo” achacable a la recién acabada dictadura.
- Para completar convenientemente la táctica de lavado de cara de la nueva izquierda “democrática”, habiendo ya conseguido colgar el collar de la vergüenza alrededor del cuello de la derecha y centro derecha, asociando irremisiblemente a ambas con la ultraderecha, tan solo es necesario convertir en mitos a los referentes anteriores antes citados. Presentar a Pablo Iglesias, Largo Caballero y otros personajes socialistas del pasado, como demócratas y estandartes de las libertades, obviando a la vez sus historiales e intenciones golpistas y criminales.
Todo esto, que puede sonar a
exageración – para unos cuantos, exageración de un ultraderechista – es
fácilmente comprobable simplemente recordando los hechos de la historia
reciente y consultando las hemerotecas para cubrir posibles lagunas en el
recuerdo.
Varios ejemplos:
Uno. El partido socialista hace
gigantescos esfuerzos propagandísticos para recordar en cada campaña electoral
que la derecha es heredera de Franco. Por si eso se le olvida a alguien, no hay
un solo meeting socialista en el que no haya referencias a la dictadura de
Franco y a sus “herederos” directos, los “nostálgicos” líderes del PP. En
dichos meetings, se puede cantar la internacional puño izquierdo en alto,
símbolo de la ideología política y antisocial que más millones de muertos ha
provocado en la historia de la humanidad.
Otro. La historia está escrita y
documentada, con bibliografía y documentos tanto en España como en el
extranjero. El PSOE fue un partido golpista desde su nacimiento. Sus líderes de
antaño promovían la rebelión contra el estado y la lucha de clases por todos
los medios a su alcance. Utilizaban la amenaza e incluso el asesinato de lideres
políticos contrarios. Preparaban la planificación sistemática, durante los años
30s, de la conversión de España en un estado pro soviético. Asaltaron el poder
en la segunda república, mediante irregularidades en el recuento de votos de
las elecciones generales. Practicaron el exterminio, también sistemático, de
decenas de miles de españoles no adeptos o contrarios al Frente Popular, o
creyentes, o militantes de partidos de derecha, o de centro derecha, o incluso
izquierdistas contrarios a la política del terror del Frente Popular. Sin
embargo, cualquiera que ose recordar e informar sobre todo ello, es prontamente
señalado como ultraderechista.
Otro más. La Ley de Memoria
Histórica, ideada por el Gobierno Zapatero, dice existir para defender la
memoria de los represaliados por la dictadura franquista. No se ve ni se escucha
en los medios a un solo socialista que esté de acuerdo en que dicha ley sea
aplicable también a las víctimas específicas que murieron a manos del Frente
Popular durante la guerra civil anterior a la dictadura, ni a las víctimas de
la represión y el terror durante el gobierno republicano de izquierdas anterior
a la guerra civil. De hecho, las últimas fosas de víctimas, digamos, “no de
izquierdas”, descubiertas en los últimos años, no han merecido el más mínimo
interés del Juez Baltasar Garzón, recientemente subido al panteón de los héroes
de la progresía española por su honrada y cabal defensa de la memoria de las
víctimas…de izquierdas.
Un último ejemplo. Como el riego
por goteo en algunos cultivos, el recordatorio constante, diario, incansable,
de esta “realidad” antes descrita, es otra de las principales herramientas de
conversión de la memoria y el conocimiento de los españoles. Frente al espíritu
de la transición, ahora se levanta el fantasma de un pasado partidista que
niega las atrocidades cometidas por unos y solo muestra las perpetradas por
otros. Para ello, nada mejor que adornar a la tropa de escritores, periodistas
y políticos afines al socialismo con un suplemento de artistas incondicionales
de Zapatero, normalmente favorecidos por subvenciones y premios en España.
Así, se ha publicado estos días un
video, ya difundido varias veces en televisión, que recuerda a las víctimas de
un bando guardando silencio sobre las que pertenecieron al otro y las que no se
implicaron con ninguno de los anteriores. Otra muestra más de las siniestras
intenciones de la irresponsabilidad manifiesta de quienes idean estas campañas publicitarias
que solo buscan el reconocimiento de algunos españoles en detrimento y olvido
de otros.
El video que aparece en la
cabecera del blog es la versión original, respetando las palabras de los
artistas de “La Ceja”, con subtítulos añadidos, más consecuentes con la
convivencia de todos los españoles.
El vídeo está disponible en la página 2 de Vídeos Recomendados.
El vídeo está disponible en la página 2 de Vídeos Recomendados.
La primera mentira es que La Falange sea de derechas, de hecho José Antonio dejo bien claro que era un partido que rompía con el esquema izquierda/derecha, igual que muchos partidos similares de hoy en día se encuadran en el tercerposicionismo y el transversalismo, no en la derecha. Pero bueno, si a un partido tan de centro como es hoy en día el PP les siguen acusando de "extrema-derecha" que podemos esperar...
ResponderEliminarLo que tendríamos que hacer, de una vez por todas, es abrir una investigación seria e independiente de todos los hechos, de un bando y del otro y que las masas conozcan de una vez lo ocurrido. Aquí en Asturias aún hay "nostálgicos" (lo pongo entre comillas porque no había nacido ninguno) de la revolución del 34, rodeada de un halo romántico de resitencia a los opresores, cuando no fue más que un acto anti-democrático de quienes no pudieron ganar limpiamente unas elecciones.
El vídeo subtitulsfo lo vi en El Gato al Agua y me pareció sublime.
Un saludo.
Yo también soy asturiano y estoy completamente de acuerdo contigo. Me parece increíble el nivel de ignorancia en Asturias, sobre todo entre esa juventud nacida durante los 80 e incluso 90 que hablan de repúblicas y franquismo. Pero qué carajo sabrán ellos mas que lo que les ponen en la tele y libros de texto del gobierno de turno. Pero si la mayoría no sabe ni dónde van los acentos!
ResponderEliminarEn cuanto al artículo, idem. Pablo Iglesias, un personaje que defendía el terrorismo como acto de lucha social! La república, tiempo de gente siniestra que se personaba en los domicilios de los "no militantes" para derles"un paseo"...
La polarización y el daño están hechos, no nos devanemos el seso, mejor descansar para estar preparados para lo que se nos viene encima.
Un abrazo!
Keyzser Zsozse