La "co-soberanía" de Gibraltar es un
cuento para satisfacer a mediocres que nunca se cumplirá.
Si España tuviera dominio sobre la roca se vería
obligada a investigar e intervenir decenas de miles de millones de € del
narcotráfico, de canales de prostitución y trata de esclavas sexuales, de
dinero B de la construcción, de evasión de impuestos, del expolio de los
recursos públicos por parte de políticos, partidos, grandes corporaciones
bancarias... etc., que numerosas sociedades gibraltareñas redirigen a otros
paraísos fiscales fuera de Europa. Y muchos políticos y gente influyente de toda
España (incluidas esas comunidades con veleidades independentistas) están
pringados en ello hasta las orejas.
En España, en esa
gigantesca balanza que es la corrupción, Gibraltar es, en ocasiones, el centro
sobre el que se sustentan en equilibrio la corrupción económica, las redes de
pederastia organizada por poderosos y el sistema de las varias cloacas que
surcan las profundidades del Estado, transitadas por indeseables de la peor
especie, muchos de ellos de corbata y escaño público, de credenciales
policiales, de crucifijos y curia, de alcaldes y concejales, y de banqueros falsarios.
Gibraltar es un bastión de barreras invisibles,
pero evidentes. Entra y sale dinero, droga, armas… pero nunca pateras. No
interesa tener “migrantes”, ni centros de internamiento, ni nada que pueda llamar
la atención de los medios. Gibraltar es tan invulnerable, en ciertos aspectos,
que ni las ONGs de George Soros reclaman que semejante punto geoestratégico sea
parte fundamental en la inmigración dirigida y controlada por gobiernos
africanos, facciones islámicas y sus siervos occidentales, como los indeseables
de la izquierda corrupta y la derecha cobarde que favorecen la invasión de
muchos supuestos “desfavorecidos en sus tierras de origen” que desembarcan en
España e Italia con ropa a la moda y smartphones con saldo suficiente para
llamar a sus países para avisar de que han llegado bien.
En España nadie reclama con firmeza la soberanía ni
la co-soberanía de Gibraltar porque, para
el poder, todo está bien como está.
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