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Ha sido convocada una manifestación virtual
para protestar por la nefasta gestión del gobierno PSOE-Podemos de Pedro Sánchez y sus secuaces.
Esta manifestación está siendo promocionada
con el hashtag “#GobiernoDimisión” y el objetivo de la convocatoria es pedir la
dimisión de este Ejecutivo de incapaces y desalmados. El motivo, o más bien una
abundante colección de motivos desde el primer día de esta crisis sanitaria
hasta hoy, es la nutrida lista de incoherencias, inacciones, equivocaciones, mentiras
y omisiones de un presidente, un equipo de gobierno y unos asesores que se han
mostrado absolutamente inútiles para prevenir y hacer frente a la mayor
emergencia que afronta la nación española desde la guerra civil y el periodo de
posguerra.
Por descontado, este gobierno felón no
dimitirá ni por esta protesta ni por ninguna otra. Pero este acontecimiento sí
que podría suponer un valioso test para conocer el punto de indignación y el
grado de hartazgo de la población española ante esta penosa situación; situación
que a buen seguro podría ser menos intensa si quienes tenían en la inexcusable obligación
de prevenirla no hubieran estado jugando a su propia ingeniería social de
arcoíris y simbologías moradas.
La manifestación virtual tendrá lugar en
YouTube este 8 de abril, si es que esta red social no decide censurar el evento
para favorecer al gobierno PSOE-Podemos, como parece estar haciendo en las
últimas semanas censurando otros contenidos contrarios a Sánchez, Iglesias y
sus ministros.
Yo tomaré parte en esta manifestación y lo
haré no solo para protestar contra Sánchez, Iglesias y su banda de ineptos y
enchufados. Mi protesta se extenderá también hacia quienes dieron su apoyo en las urnas al PSOE y
a Podemos, porque todos ellos también tienen una parte de responsabilidad en el
desastre que está viviendo España. Y me explico:
En tiempos del indeseable presidente Rodríguez
Zapatero, nada más iniciarse su segunda legislatura, plasmé en negro sobre
blanco mi firme convicción de que quienes habían vuelto a votarle, ya
conociendo de lo que ese miserable Zapatero había sido capaz, iban a ser
responsables del mucho más que probable hundimiento de España, como así
sucedió. Tal convicción provenía de mi particular análisis sobre los hechos
acaecidos hasta ese momento y desde que Zapatero había accedido a la secretaría
general del PSOE en aquél año 2000. Zapatero accedía a liderar el PSOE como el
líder político que marcaría definitivamente el comienzo de la actual era en la
que personajes sin apenas equipaje intelectual y con una preparación más que
cuestionable acceden a puestos de gobierno sin ni siquiera aportar una mínima
experiencia en el mundo real, porque prácticamente todos ellos ha pasado sus
vidas al abrigo de un partido que les ha alimentado y del que son absolutamente
deudores. Es decir, si se quiere más claro. Todos ellos han demostrado que por
encima de los intereses de España siempre han estado los intereses de los
partidos políticos de los que ellos son una mera propiedad. Personajes sin
ninguna valía, sumidos en la mediocridad y dispuestos a todo por obedecer a sus
amos.
Como no podía ser de otro modo, me llovieron
críticas e insultos por parte de no pocos votantes lanares, incapaces de
argumentar nada que no fuera la ofensa y el rechazo a mis palabras. Pero yo
seguí defendiendo mi planteamiento desde el convencimiento de que quienes votan
a un político que ya ha demostrado sobradamente ser un inútil, un intrigante y
un malvado como fue y es Rodríguez Zapatero, son absolutamente cómplices
necesarios de los desastres que semejante personaje pueda ocasionar. En la
actualidad opino exactamente lo mismo respecto a esta terrible crisis sanitaria
y sus pavorosas consecuencias humanitarias y económicas para nuestra nación. Nadie
puede decir que estaba engañado respecto a la valía y las intenciones de Pedro
Sánchez, Pablo Iglesias y los ministros que conforman el gobierno más incapaz
de la historia reciente de España. Ni uno solo de quienes auparon con sus votos
a todos estos impresentables al poder puede excusarse en la ignorancia, porque
ambos líderes y sus partidos llevan años demostrando lo que son y cuáles son
sus intenciones. Mi protesta irá contra todos ellos, como en su día fue contra
quienes siguieron apoyando a Zapatero en su delirante política de destrucción
masiva y a Rajoy en su prolongada y profunda traición a España. Ya va siendo
hora de que en este país acomodado en el infantilismo y la ausencia de
compromiso los ciudadanos sean también responsables de sus decisiones, como
ellos exigen que sean los políticos y gobernantes.
Yo me conectaré a la manifestación. Invito a
todos los visitantes de este blog a que también lo hagan.
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