Competencia desleal!!!
Hoy no me merece la pena extenderme en ninguna de las noticias de actualidad de estos últimos días. El Islam radical, es decir, buena parte del Islam, responde con incitación a los disturbios y al asesinato contra las palabras y las opiniones. Es un Islam fascista y genocida que gusta de rodearse de payasos y aduladores como Cháves a los que utilizar para sus intereses. Cada uno de ellos se ha puesto en su sitio sin necesidad de empujarles un poco.
Me apetece mas defenderme de las graves acusaciones de competencia desleal que mi amigo y hermano Fernando, arquitecto de profesión y cocinero aceptable por afición lanza a los cuatro vientos para quien quiera oírle y tome así conciencia de mi malignidad. Defiende Fernando que el Pollo al chilindrón es un plato tan clásico y delicioso que no admite variedades ni filigranas. Que siendo sencillo pero laborioso de preparar, es bastante con seguir las indicaciones de la receta para quedar estupendamente con los comensales.
Claro está que siguiendo el método de dorar un poco las piezas de pollo con los vegetales bien picados a cuchillo, sal al punto y un par de especias, las cosas no pueden salir mal. Añadir después el tomate triturado y al punto de sal tambien, rehogar todo junto con un chorrito de vino blanco decente y acompañarlo, si es que hay llenar muchos estómagos, con patatas fritas cortadas en cubitos pequeños y servir asegurará el éxito esperado.
Y Fernando lo hace muy bien. Magnífico. No sería la primera vez que le alaban su pollo al chilindrón, porque realmente lo borda. Por eso frunce el entrecejo cuando le digo que añado champiñones cortados al momento de rehogar los vegetales con el pollo, mientras cocino a parte el tomate triturado con un poco de orégano y lo remuevo para mezclar bien la cucharadita de mostaza en crema que le da ese sabor tan peculiar.
Es competencia desleal, dice, y seguramente tenga razón. Pero quien haya probado mi receta convendrá conmigo que Aníbal volvería a cruzar los Alpes, Lázaro resucitaría de nuevo, o Zapatero construiría una frase coherente, con tal de repetir una segunda ración.
No es vanagloria. Es mi pollo al chilindrón. Menos mal que, en lo que se refiere a madejas, estamos prácticamente de acuerdo. Pero eso será otra historia...
ostia que hambreeeeeee...!
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