Tan peligrosa es la ignorancia como la mala intención. Tan nefasto puede ser tergiversar conceptos, creencias u opiniones como escribir acerca de lo que se desconoce para llenar columnas de periódicos. Semejantes prácticas ha favorecido la incomprensión, la desconfianza y aún el odio entre los seres humanos a lo largo de toda la historia conocida.Ahora, en este tiempo que nos toca vivir, vemos y oímos a diario como se exalta de un modo u otro el desprecio y la saña contra los que piensan diferente. En esta era digital de la información y de la electrónica estamos inmersos más que nunca en ese fenómeno de “aldea global” del que hablaban los sociólogos décadas atrás. Conocemos mucho antes las consecuencias de un accidente de tráfico al otro lado del planeta que el fallecimiento de un vecino de la calle de al lado. Disponemos sin esfuerzo de tal capacidad de recopilar información y tanta facilidad para crear información que a veces no somos conscientes del uso y las consecuencias que se derivan de este poder.
Las filosofías extremistas suelen hacer uso de tácticas semejantes; por eso perdemos de vista frecuentemente a quienes, por ignorancia o mala intención, manipulan de un modo menos abrupto, más sibilino.
¿Y a que viene este rollazo horroroso? ¿Cual es la intención de la cosa esta?
En el diario gratuito Metro con fecha 27-10-2006, leo un articulo de la Sra., o Srta. Nazanín Amiriam, Periodista, (¿?) en el que opina y desinforma acerca de la poligamia.
Que opine acerca de ese tema o de cualquier otro me parece muy bien. Seguramente aquí la asisten mas derechos a hacerlo que en su país de origen. Lo que deploro es que desinforme de tal modo que pueda perjudicar son su opinión a un colectivo de mas de 30.000 personas en España.
Me refiero al colectivo de los miembros de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, o mas conocidos como Mormones. Yo soy Mormón. Soy miembro activo de la Iglesia de Jesucristo. Fui misionero de tiempo completo hace años, con camisa blanca, corbata y placa con mi nombre, como cualquier miembro de la Iglesia. No soy polígamo. Ni ningún miembro de la iglesia en el mundo. Estamos acostumbrados a que nos lo pregunten constantemente, y lo comprendemos. Lo que no comprendo es porqué esta periodista se atreve a asegurarlo en un medio público, metiéndonos en el “mismo saco” que a otros y asegurando por tanto que el número de suicidios entre nuestros miembros es alarmante y tal y tal y tal...
No sé cual es la intención de tratarnos así, pero si le diré a la Sra. O Srta. Periodista cual es la consecuencia.
Usted sabe que mucha gente se dirige en su forma de pensar por lo que lee en los medios, sin confrontar ni confirmar las noticias. Seguramente todos lo hemos hecho alguna vez. Y por ese motivo prejuzgamos y etiquetamos a los demás. Así que gracias a Usted, mas de un lector ahora piensa que, como somos polígamos, las mujeres y los niños de nuestra Iglesia sufren depresiones y necesidades en nuestros pobres hogares y se deprimen de por vida. Eso cuando no llegan hasta el suicidio.
¡Gracias! Bastante difícil es en este país profesar una religión diferente a la Católica, como para recibir además ayudas de esta clase. ¿Cómo era el título de su articulo? ¿”Poligamia no; gracias”? Pues déjeme contestarle. ¡¡Desinformación tampoco, gracias!!!
P.D.: A quien pueda interesar leer este articulo, puede encontrarlo en la pág. 14 del siguiente enlace: http://www.metropoint.com/ftp/20061026_Aragon.pdf
