
Hechos que vienen a demostrar la debilidad de Europa como conjunto y entelequia que pretende convertirse en una especie de estado de estados, plural, libre competitivo y gran potencia.
Europa muestra nuevo la debilidad resultante de una unión de países con escasos intereses y características comunes. El terrorismo vuelve a ganar terreno con la connivencia de ideologías ambiguas que desvirtúan todo lo que tocan.
ETA ha conseguido en estos últimos años lo que estaba a punto de perder definitivamente antes de las últimas elecciones generales. Ya es oficial. Europa confirma las expectativas de ZP y admite que se dan las condiciones necesarias para un diálogo con los terroristas. No importa el robo de mas de trescientas armas ayer. No importan los largos años de sufrimiento de aquellos que han puesto muertos, miedo, destierro e impotencia. Nada importa de todo lo que ha pasado. El PSOE y sus amigos europeos muestran amplia sonrisa por su triunfo, mientras los millones de votantes del PP en España son vistos como una minoría exenta de importancia, anclada en el pasado reaccionario, al igual que los miembros y simpatizantes de la AVT. Quien no esta con la izquierda “progresista” es malo y perverso.
Eso último es también otro triunfo de ETA. Han logrado dividir al país en un asunto en el que el consenso fue unánime muchas veces. Con el pacto antiterrorista abortado por Zapatero nada mas llegar al poder, los ciudadanos hemos sabido que dos años antes ya hubo negociaciones secretas entre la oposición y los asesinos. Esa misma oposición que acusó durante la campaña electoral al gobierno del Partido Popular de mentir y manipular.
Ahora, siguiendo el método de darle la vuelta a todo mediante sus muchos medios de comunicación afines, han inoculado en la sociedad española el virus del conformismo y del buen talante. Tanto es así que el terrorismo ya no es uno de los asuntos que mas preocupan en las encuestas, porque hace ya tres años que los terroristas no matan. Por tanto, tiene menos importancia que sigan extorsionando, amenazando, robando y creando disturbios. Los medios afines al gobierno se encargan de restar importancia, cuando no los silencian, a incidentes de este tipo.
Hoy he sentido vergüenza e indefensión. He visto a victimas de los asesinos asistiendo a la sesión del parlamento europeo y soportando una vez mas, una ya de tantas y tantas, las miradas y los gestos de quienes apoyan a los asesinos, convirtiéndose por ello en cómplices.
Esos mismos asesinos que serán legitimados por parte de nuestra clase política, tarde o temprano. De tener el apoyo tácito y tradicional de los nacionalistas han pasado al seguro mas cómodo del “proceso de paz” con las fuerzas de la izquierda que, hasta hace un tiempo, se definían al lado del PP como constitucionalistas. Tambien ellos pusieron un buen montón de muertos. Ahora, sus caras de alegría salen en las fotos bien cerca de la sonrisa de los etarras, que consiguen otro objetivo mas: la “internacionalización del conflicto”
Apuesto que dentro de un tiempo será políticamente incorrecto llamar asesinos a los asesinos. Tendremos que usar palabras tales como “disidentes políticos”, “luchadores por la libertad de Euskal Herria” o cosas semejantes. Que se preparen los navarros. Son las siguientes víctimas de este absurdo despropósito. Al tiempo.
