
En aquél tiempo España ya llevaba unos pocos años de apertura. El funky y el disco seguían en su apogeo tras una larga y gloriosa década. Joe Bataan saltaba el atlantico e invadía Europa con un naciente estilo Rap que llenaría listas de exitos y programas de TV y radio hasta finales de los 80. Kenny Rogers, prácticamente el único cantante de country conocido por estas tierras, interpretaba “The Gambler” y ocupaba tambien los primeros puestos de las listas en USA.
El panorama musical europeo veía nacer nuevos estilos como el tecno, con solistas y grupos que hoy día son ya clásicos y que no pueden faltar en ningún recopilatorio que se precie. Spandau ballet se perfilaba como grupo melódico solvente y de calidad para el futuro, aunque ese futuro no fue tan dilatado como muchos hubiéramos querido. La ELO, con Jeff Lynn al frente, nos ofrecía composiciones maravillosas en su estilo propio, creado por ellos a principio de los 70: El Rock sinfónico. Canciones inolvidables como “Last Train to London”. Ninguno de los grupos imitadores se acercó lo mas mínimo a semejante calidad de composiciones, letras y arreglos.
Coleaba aún en la radio algún tema de “Grease”, película que marcó a toda una generación (la mía) de adolescentes y que nos abrió las puertas del rock de los 50, de la musica high school, Franckie Avalon, o Bill Halley, que compitieron con éxito total contra productos patrios tales como el ambíguo Miguel Bosé las Baccara o los acaramelados Pecos. No había color.
Así que fue por casualidad que, estando yo enganchado a los pocos canales de FM con música decente que podíamos escuchar entonces, cayera en mis manos un LP de Les Luthiers. Fue en Canarias, en 8º de E.G.B. Un amigo de clase me dejó el disco y lo escuché entero aquella tarde. De un tirón.
Recuerdo que quedé impresionado. Unos músicos geniales, que tocaban varios instrumentos, algunos fabricados por ellos. Composiciones de arreglos impecables, con letras ingeniosas de humor inteligente. El LP ya tenía algunos años, así que hablé con mis amigos y mis primos, por toda Santa Cruz, para conseguir mas discos ese fin de semana.
Desde entonces soy un incondicional de Les Luthiers, . Sólo pude verlos en directo en uno de sus conciertos de Febrero del 89, en el Teatro Principal de Zaragoza, pero tengo casi todos sus discos y sus dvds. Eran muy buenos entonces y hoy son increíbles. Verlos actuar es ver elegancia, inteligencia, ironía, sabiduría, arte, generosidad y buen humor. Así son valorados por todo el mundo.
Hace unos días actuaron en Huesca con absoluto éxito. Siempre sorprenden y nunca defraudan. He leído en su web que cumplirán 40 años de carrera en el 2007 y me parecen admirables los artistas de verdad, como son ellos, que son capaces de crear nuevas obras durante tanto tiempo.
Conocerles y verles actuar es una decisión inteligente. Desde el humor pícaro de Daniel Rabinovich hasta la seriedad digna de Marcos Mundstock hay tantos matices como componentes del grupo musical. Se atreven con el pop, la lírica, los ritmos caribes, el folklore andino o los temas tribales africanos. Parodian a los políticos, a los medios, a la historia, o a la vida misma. Y lo hacen excelentemente bien.
Echen un vistazo a los siguientes enlaces. Merecen una visita.
http://www.lesluthiers.org/main.php
http://www.lesluthiers.com
