Barcelona sin agua
Los votantes y simpatizantes de CiU tienen ahora una oportunidad de oro para demostrar si existe capacidad de autocrítica entre su formación.
Sabido es que, en política, jamás se debe reconocer un error. Eso quita votos. Hace humanos a los líderes. Y los líderes no deben parecer humanos. Tienen que ser súper estupendos siempre. En todo momento.
Yo no opino de esa manera, de modo que no me veo militando realmente en un partido político. Cuando no reconocemos nuestros fallos es la hipocresía quien acaba por gobernar nuestras vidas.
Cuántas veces he oído eso de que “ojalá Aragón tuviese un político como Jordi Pujol”, por ejemplo… Jordi Pujol fue durante mucho tiempo el gran icono del nacionalismo catalán “moderado”. El tótem. El monolito de referencia. El incontestable. ¿Qué precio tuvo que pagar su partido – su coalición, más bien – cuando él decidió retirarse? Pasar a la oposición, dejando un vacío de poder en la comunidad autónoma que no llegaron a cubrir con éxito quienes llegaron después.
Veintitrés años estuvo gobernando CiU en Cataluña, si no me equivoco. Y también sacando lo que pudo del gobierno central. En mi opinión, el balance no ha sido positivo en absoluto.
Dos décadas es tiempo suficiente para solucionar algunos problemas, para poner los medios y para pensar y planificar con proyección de futuro. Y todo eso es lo que más ha brillado por su ausencia en Cataluña.
Los mayores y más prolongados esfuerzos que aquél govern nacionalista “moderado” realizo durante su época de gloria estuvieron dedicados a fomentar la diferencia de lo catalán. A la persecución de lo no catalanista. A la cimentación de una “cultura” catalanista – que no catalana – retocada e inventada a gusto de los paladines del independentismo parásito del centralismo.
¿Las consecuencias de semejante pérdida de tiempo? Pues, dejando a un lado el enrarecido y nefasto clima político que tienen que soportar los ciudadanos, quizás uno de los asuntos mas graves sea la falta de infraestructuras y la precariedad de las que ya existen.
No estoy muy seguro de que los independentistas de ERC y los nacionalistas “moderados” de CiU hayan logrado calar en la ciudadanía el mensaje de que el Estado centralista es el culpable del caos de las infraestructuras en Barcelona y su periferia, aunque el victimismo que se hace gala en dichas formaciones se ha convertido en el argumento mas socorrido de las instituciones catalanas. De cualquier modo, lo que queda a la vista pasados estos veintitrés años es evidente. Comunicaciones, ferrocarril, sanidad… y ahora, además, la falta de agua para Barcelona.
No es cosa que haya que tomar a broma. Es muy grave que un área metropolitana de varios millones de habitantes esté a las puertas de sufrir restricciones severas de agua. ¿Se pusieron los medios para no llegar a esto? No. ¿Existe consenso en la propia comunidad autónoma para un trasvase desde el río Segre? No.
Otro matiz de los resultados obtenidos por la política catalanista hacia sus vecinos; Aragón en este caso: Está el gobierno aragonés por la labor de apoyar un trasvase puntual desde el Segre al LLobregat? No. Y hasta donde he podido hablar o comunicarme con aragoneses, tampoco. Los aragoneses no olvidan las negativas de Madrid, auspiciadas por intereses catalanes mas poderosos, que han paralizado por tanto tiempo proyectos claves para el desarrollo de Aragón. Y si la pelota estuviera en el tejado valenciano, mucho me temo que la respuesta también sería “no”.
Los agricultores de Lérida están razonablemente preocupados. El Segre no tiene suficiente caudal para regar alegremente. Por tanto, no hay agua para trasvasar. Pero Barcelona pesa más que Lérida. Vota más. Y mientras los políticos que viven al margen de la calle siguen dando vueltas al problema, los ciudadanos sufren las consecuencias.
Jugar al nacionalismo sin construir una verdadera nación tiene estas cosas.
http://blogs.periodistadigital.com/medioambiente.php/2008/04/02/problema-agua-cataluna-espana-4747
Cada veez me gusta mas tu blog. te lo curras muy bien. Mereces ser republicano jojojojo!!!!!
ResponderEliminarEn serio. creo que deberíamos tomar todos ejemplo de lo que se ha llegado en Barcelona y poner remedio allí y en otros sitios. Es un problema serio y por lo que veo en la noticia del link, hay suficientes recursos pero muy mal gestionados.
ya se sabe que donde llega la política, se va la cordura.
Una gratísima sorpresa. No conocía este espacio de libertad. Nos leemos.
ResponderEliminarPor lo que he leido hace tiempo en tus blogs tienes vinculos en cataluña o vas mucho por ahi. ademas parece que te leen alli tambien. Reconozco que le echas cojones a la cosa. te lo agradezco.
ResponderEliminarF. Motos
El artículo que linkeas abajo es muy revelador.
ResponderEliminarNo falta agua. Está mal gestionada. Para estos asuntos creo que sería mas útil un comité de cientificos antes que una panda de políticos.
¡¡¡Cuidado con los comités!!! Acaban siendo dirigidos por quien menos esperas. Recuerda las palabras de Winston churchill:
ResponderEliminarUn camello es un caballo diseñado por un comité.
Saludos a todos!!!
Buen analisis para ser tan breve. totalmente de acuerdo. Un abrazo.
ResponderEliminarJosé María.
Me gusta mucho tu frase final, de los nacionalismos. Es tuya???
ResponderEliminarMuy bueno el post. Interesante.
Ana.
Qué paradoja. Almería enviando agua a Barcelona. Esto es de locos.
ResponderEliminarA mi también me gusta este blog cada día mas. Nos dejaste solitos dos meses , pero has vuelto con fuerza.
Se esta preparando un conflicto serio entre comunidades... ya veremos quien pesca en las aguas revueltas.
ResponderEliminarJulia.
muy interesante el tu post y el link que añades. Gracias.
ResponderEliminarRoberto.
Hola Ana! En realidad la frase no es mía, me salió en un phosquitos cuando era niño.
ResponderEliminarSaludos a Todos!