
Hace pocos días que se cumplieron diez años del fallecimiento de Antonio Herrero y mi obligado recuerdo para él ha sufrido un breve retraso, motivado por una de mis innatas cualidades: el desorden.
Pero ya tengo lo que buscaba. Un archivo de audio muy especial. Uno de esos “tesoros” de la radio que guardo en el disco duro, para las ocasiones especiales.
Se trata de un fragmento del programa La Mañana, en el que Luis herrero glosa unos párrafos sin precio a su amigo de toda la vida, Antonio Herrero, director del programa, justo unos meses antes de su muerte.
Yo podría intentar plasmar en estas líneas mi admiración por Antonio Herrero, pero he preferido transcribir el fichero de audio a éste blog y compartirlo con todos Ustedes.
Va por ti, Antonio.
“Empezaré por decir que le conozco hace veinticuatro años, cuando no chupaba micrófono, sino balón en el patio del colegio. Para entonces ya era toda una fuerza de
Lo que nunca le he visto ha sido perder. Ni el curso, ni la novia, ni el partido, ni la apuesta, ni el hambre, ni la salud, ni
Antonio Herrero es lo más parecido a una ostra con perla cultivada. Hay que descerrajar muchas conchas para alcanzar el trofeo. Por ejemplo la de su gramática, que es áspera, la de su voz, que es acerada, la de su idea, que es reservada y la de su forma de ser, que es todo esto al mismo tiempo: hermética, refractaria, dominante, generosa, vital y fascinadora.
Hay tantos contrastes como cuadros cuelgan de su pared o como aficiones cuelgan de su biografía: correr carreras de cross, tirarse al monte, o hacer fotografías, o jugar al ajedrez, o esquilmar anticuarios, o cazar todos los sábados del invierno. Y de todo eso siempre queda algún rastro en su programa. Del cross,
Por lo demás, tengo para mí que no hay en Usted afecto más sincero que la noticia, ni paisaje más propio que Marbella, ni palabra más sagrada que la amistad.
Y si me equivoco, no me saque del error, porque a mi edad, Don Antonio, Ya no está uno para muchos desengaños…”