Hay lugares en este mundo en los que una olla a presión, una placa solar o un botiquín son el mayor tesoro que puede tener un hogar,
Uno de esos lugares es un rincón de desierto, al sur-este de Argelia, donde vive refugiado, en distintos campamentos, el pueblo saharahui. Quienes un día fueron ciudadanos españoles, hoy, más de treinta años después, viven en las peores condiciones, desterrados de su patria y siempre bajo el punto de mira de Marruecos y Mauritania.
No quiero ahora entrar en consideraciones políticas ni geoestratégicas. Ya daré mi opinión sobre el asunto más adelante. Ahora necesito escribir sobre el aspecto puramente humano de esta tragedia.
Hace ahora tres años, en una de las actividades de servicio en las que participa la Iglesia de Jesucristo, estábamos unos cuantos miembros y amigos colaborando en ordenar los almacenes del MPDL de Zaragoza. Cuando terminamos de clasificar todos aquellos enseres, que pronto saldrían hacia Cuba, estuve charlando un buen rato con uno de los responsables de la organización, quien me comentó acerca del programa de acogidas anuales para niños saharahuis, por parte de familias españolas.
Fuimos varias familias las que nos apuntamos en el momento para colaborar en este maravilloso proyecto. Pocos meses después, en Junio, recibíamos en casa a Alia, una niña del campamento Smara (los campamentos en Argelia tienen los mismos nombres que las ciudades de donde provienen los pobladores: Smara, Al Aaiún…)
Alia ya había venido a España durante varios veranos, pero su familia de acogida de siempre no pudo atenderla esta vez. Desde el primer momento fuimos bendecidos con su compañía en nuestro hogar., y mi hija María Teresa la adoptó como una hermanita más.
El cariño que nos ha demostrado Alia y su familia, cada año, está siempre en nuestros corazones y ha formado un vínculo inquebrantable. Y desde aquí quiero reconocer también a todos los profesionales que dan de su tiempo y recursos para que todos estos niños puedan tener sus revisiones médicas, dentales, nutricionales… etc.
Hoy, navegando un poco por la red, he descubierto una web que enlazaré en El Republicano Digital y en Canal Rancio. Me sorprendió ver un vídeo de Javier Bardem, al que consideraba un progre más de esos de socialismo y derechos humanos de salón, pero él, al menos, ya ha hecho mucho más que otros.
Quisiera pediros un pequeño esfuerzo. Si estáis a favor de la causa del pueblo saharahui, firmad. Firmad para que seamos los ciudadanos españoles los que, una vez más, demos la cara que no han sido capaces de dar nuestros políticos. Os lo pido como padre que sabe bien lo que es ver sufrir a un hijo. Y que Dios os bendiga a todos.
http://www.todosconelsahara.com/
Tienes un premio en nuestro blog.
ResponderEliminarFelicidades.
Aquí en Cádiz existe una asociación denominada Salan Paz que da mucha cobertura en este aspecto.
ResponderEliminarSon gente muy concienciada en este tema y hacen una muy buena labor social en el Sahara. Son numerosas las partidas de material y de comidas que anualmente parten hacia allí. Y son muchos los niños que vienen a Cádiz de la misma forma que tu has dicho.
¿lo que yo pienso? que al final si esto no tiene solución, y me refiero al problema en el origen, diremos, "entre todos lo matamos y el solito se murió"
por cierto ya me he adherido..
ResponderEliminarYA HE FIRMADO COMO ESPAÑOLA/cubana que también soy,,,,saludos
ResponderEliminarTe enlazo la iniciativa
ResponderEliminarInteresante iniciativa Mike.
ResponderEliminarAllá voy,
He firmado intentando olvidar que oigo la voz de un payasete progre como Bardem.
ResponderEliminarA veces hay que hacer la vista gorda con ciertas inicitivas y ésta la merece.
Os copio un testimonio de una familia que acogió a una niña saharaui. Merece la pena, creo.
Saludos,
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"Mis tíos todos los años traen una niña del Sahara por el verano, pero hace 5 años trajeron a una niña que estaba enferma y se quedo durante un año, se llamaba Fatimetxu.
La teníamos ropa preparada, etc. Cuando llegó, lo primero que
hizo fue al baño y abrir y cerrar el grifo. Mi tía tenía en el mueble del baño las cremas de la cara, y las miraba pero no decía nada.
Un día fuimos a un centro comercial y la perdimos de vista cuando de repente, la vemos correr como una loca diciendo soy blanca soy blanca. Cuando llega con toda la cara llena de crema nivea, las dependientas tiradas por el
suelo no paraban de reírse y nosotras sin saber donde meternos.
Y el jefe de la planta del centro comercial, habló con ella y le dio unas cuantas cremas y ella pobrecita más feliz."
Buena causa ahora mismo firmo y lo pongo en el blog.
ResponderEliminarSaludos
Firmado.
ResponderEliminarMe ha gustado esta entrada y lo que cuentas es interesante.
ResponderEliminarPor cierto, como republicano te verás hoy refrendado en tus ideas tras las patéticas declaraciones del Rey sobre Zeta...
Happy blogoversary!
ResponderEliminarYa he firmado. Y voy a buscar información para colaborar y traer un niño. A ver si tengo los requisitos que piden.
ResponderEliminarFirmado y bien firmado.
ResponderEliminarSaludos
Firmado.
ResponderEliminarJ.J.