Uno de los frentes de batalla que el zapaterismo español tiene abierto en sus numerosos medios de comunicación es el continuado acoso y derribo de la imagen de José María Aznar.
Normalmente, la intención suele pasar inadvertida al espectador medio, el que se sienta ante la televisión y traga con lo que le ofrezcan los distintos canales. Este tipo de espectador, quizás el más numeroso y, por tanto, el mejor target para intentar dirigir su voto y preferencia política, es el que enfoca los ojos y los oídos hacia lo superficial y, por falta de costumbre o de preparación, suele rechazar cualquier programa que no esté basado en el entretenimiento fácil. De tal modo que los realities, los programas de entrevistas escabrosas a fenómenos difícilmente clasificables, los de humor poco elaborado, o muy elaborado en lo soez, son sus espacios preferidos. Y es en estos espacios donde se puede ver, a menudo, el mejor ejemplo de lo que sucede contra Aznar.
No creo que se pueda atribuir a la coincidencia el hecho de que tantos programas de Cuatro,
Si bien hay casos tan evidentes como el programa de Wyoming, que parece escrito y dirigido por Pepe Blanco o Leire Pajín, otros son algo más sutiles, si es que esos guionistas conocen el significado del término “sutileza”. No se trata solo que los informativos de dichos canales suelan retorcer la información, o falsearla, u ocultarla, como práctica habitual. Es que programas como “El Hormiguero” o “Sé lo que hicisteis…” suelen incluir referencias que, sistemáticamente, apuntan en la misma dirección. Es decir; Aznar, la guerra de Irak y demás parafernalia pancartista. Es indiferente que Aznar dejase de gobernar en 2004. El recurso funciona y sirve de chivo expiatorio a millones de españoles.
Desde luego que no estoy descubriendo nada nuevo. El sectarismo en los medios españoles, si hablamos tan solo desde la transición, da para llenar muchísimos libros. Lo que me preocupa, y que quiero compartir desde estas líneas, es que esta estrategia funciona; lo que no habla mucho a favor de buena parte de nuestra ciudadanía.
Pajín, Blanco y De
Mientras tanto, lo que resulta verdaderamente llamativo, como por ejemplo alcanzar oficialmente la cifra de cuatro millones de parados, cosa que no iba a suceder según promesa socialista, no parece surtir ningún efecto en la opinión pública ni en los serviles sindicatos. En lugar de ello, las consignas de partido que achacan los problemas de España a Jiménez Losantos, a Pizarro, a Fernández Ordóñez, a la derecha en general o a los que dejaron de gobernar en marzo de 2004 en particular, son constantes, diarias, abundantes y efectivas.
No se puede esperar otra cosa de este gobierno, que no sea la distracción y la negación de la realidad. Cada una de sus previsiones se revela como una nueva mentira y cada una de sus mentiras queda al descubierto, lo que parece que no les cuesta apenas intención de voto. La capacidad de estos dirigentes quedó bien de manifiesto en el momento en que los problemas comenzaron a asomar por el horizonte. No existe tal capacidad. Es ineptitud. Si observamos la situación desde el punto de vista exclusivamente político, podemos esperar que los socialistas intenten echar balones fuera, pero la obsesión de la izquierda por Aznar ha llegado a ser una patología crónica, aunque rentable. Y sobre esto, no se puede culpar solo al gobierno. Una gran parte de la sociedad española tiene mucha culpa y muy poca memoria. Me refiero a esa parte de la sociedad que aún cree que nuestros problemas se solucionan hablando de un pasado que ya no recuerdan.
La obsesión que tiene la "izquierda garbancera" es patalógica.
ResponderEliminarOdian a Aznar hasta un punto enfermizo, y como decía un día Alfonso Ussía," no le perdonan que gobernara ocho años, y que ganara unas elecciones por mayoría absoluta".
Es una patología crónica la que sufren estos dementes. El objetivo, distraer al españolito medio de los verdaderos problemas y de todas las cagadas que está cometiendo este bobo solemne de Zapatero.
ResponderEliminarMike, por si se agotan las pensiones he pedido una paga por cadad premio.
Saludos
Mike, me alegro de que pasaras por el blog de Santiago.
ResponderEliminarSi te fijas, ahora está el enlace a tu blog debajo de todos los comentarios.
Lo que dices de Aznar es cierto, pero no solo en los programas de esos chistosos, incluso en las series, como Yo soy Bea, o Aída, también lo hacían, procurando que el personaje más odioso se declarara admirador de Aznar, en algún episodio.
Pero las mentiras no se van a poder sostener mucho tiempo más, si los votantes de Zetaparo se van quedando sin trabajo. Lo malo es que la situación se va a poner cada vez más peligrosa, por haberle dado otra vez el poder a ese necio.
Mike, entiendo que lo veas así. Pero si lo miras dos veces y fríamente, Aznar se las pinta el solito, como nadie, para meter la patita. ¿Qué dice don Mariano de las últimas declaraciones de Aznar?
ResponderEliminar¿Quién define la estrategia política en el PP? Mariano sin decir nada de nada, perdido y sin rumbo o Aznar con sus clarificadoras declaraciones.
Mike por favor, seamos serios, que don José María no necesita de nadie para quedar bien.
Es la eterna obsesión de la izd. buscar un culpable para todos sus desmanes y lo buscan en su enemigo político, el P.P. utilizan la táctica del, tu critica que algo queda.
ResponderEliminarYo no creo que la izquierda esté obsesionada con Aznar. Más bien creo que como saben que es un muñeco que cada vez que lo sacan de paseo remueven las vísceras de la España profunda, lo explotan al máximo. Explotan el analfabetismo funcional de gran parte del pueblo español. Un pueblo que no da para más, y votan a PP o a PSOE sistemáticamente, por muy bien o muy mal que lo hagan. Vivan las caenas.
ResponderEliminarCreo que cada vez que habla Aznar son votos que gana el psoe.
ResponderEliminarY mira que yo no soy ni de uno ni de otro, pero creo que el expresidente debería de volver a contratar un asesor de imagen y prensa.
Salud
Aprovechan cualquier ocasión para insultarlo.
ResponderEliminarA mi me encantaría tener a José María Aznar como Presidente de la República. Pero sucede que el señuelo del republicanismo fue usado también por el PCE y por el PSOE, y ambos acabaron como cortesanos aplaudiendo hasta con las orejas. Por eso no me fío.
ResponderEliminar