ESRADIO INICIARA SUS EMISIONES EN SEPTIEMBRE

El pasado viernes, 10 de julio, se consumó la despedida de Federico Jiménez Losantos, Luís Herrero, Cesar Vidal y buena parte de sus colaboradores en la COPE. Sus respectivos programas bajan la persiana en este fin de temporada. No hay cartel de “cerrado por vacaciones”. Es un adiós que constituye un gran desafío para los directivos de la cadena. No será sencillo cubrir los puestos vacantes de profesionales de la comunicación que protagonizaron el resurgimiento de la COPE desde sus cenizas de audiencia y casi ruina económica hasta convertirse en verdadera opción de la SER, pero con la mitad de emisoras.

Estuve oyendo buena parte del programa “La Mañana” del pasado viernes, así como “La Linterna”. Quería ser testigo del fin de una época en la radio española. Un fin que a muchos les pesa en su animo y que a otros tantos alivia, pero un fin cuyo significado trasciende mas allá del mero hecho de la salida de de la COPE de los citados comunicadores.

Jiménez Losantos, José María García, Luís herrero, el desaparecido Antonio Herrero, Martín Ferrán, J.L. Balbín y otros recalaron el COPE allá por el año 1992, tras el descalabro de la primigenia Antena 3 Televisión y Antena 3 Radio, propiciado por el gobierno de Felipe González y ciertos empresarios. Para COPE, en horas bajas por aquél entonces, la llegada de estos náufragos supuso una revitalización que llegaba como el séptimo de caballería en algunos westerns: justo en el momento crucial y con renovadas fuerzas.

Desde entonces, el resurgimiento de COPE estuvo protagonizado, ante los micrófonos, por este equipo de comunicadores y colaboradores, al que unos años más tarde se sumaría Cesar Vidal con su valiosísima aportación cultural, y a quienes la empresa les permitió hacer uso de su libertad de expresión sin exigirles ningún tipo de fidelidad a cambio, según ellos mismos han reiterado en muchas ocasiones. Para comprender mejor lo que fueron aquellos primeros años, recomiendo el libro “De la noche a la mañana, el milagro de la COPE”. Pero sacar a la Cadena COPE de la zozobra no fue su único mérito.

Este grupo de periodistas supo mantenerse en pie frente a los ataques de los medios vendidos al socialismo. Ataques que se verían reforzados años más tarde con la inestimable ayuda de ciertos sectores del Partido Popular, incómodos ante las críticas de quienes dichos sectores daban por sentado que eran incondicionales al PP. Antonio Herrero, y tras su muerte, su relevo Federico Jiménez Losantos capitanearon un fenómeno mediático que durante muchos años ha sido la verdadera y única oposición a los gobiernos de Rodríguez Zapatero, al tiempo que desenmascaraban también la verdadera cara de algunos sectores de la derecha antiliberal. Mantener esta posición de independencia a lo largo de los años les ha valido para ver cumplido lo que muchos nos temíamos desde aquél día en el que Mariano Rajoy, en pleno calentón caudillista de la pseudo-oposición Popular, invitó a los liberales a abandonar las filas del partido, tan inconscientemente como si un entrenador invitara a la mitad de un equipo titular de basket a salir de la cancha en plena final por el titulo nacional.

No nos engañemos. Podremos estar de acuerdo con el modo de expresarse de FJL, o no. Yo confieso estar más en el estilo de Luís Herrero, al que descubrí a final de los ochenta cuando él suplía a Antonio Herrero en “El primero de la Mañana”. Hay que reconocer que sin el poder de convocatoria ejercido desde los programas “La Mañana” y “La Linterna”, la oposición ciudadana y las manifestaciones movilizadas durante los últimos años contra las políticas del Gobierno y a favor de las víctimas del terrorismo no hubieran tenido tanta repercusión entre el conformado pueblo español.

Parece que el fin de los conductores de “La Mañana” y “La Linterna” en COPE estaba cantado, aunque sin fecha definitiva. Estos periodistas han mantenido su compromiso con la independencia hasta las últimas consecuencias. Y aunque ellos mismos confiesan que la salida de COPE no ha sido traumática ni agria, como fue aquel naufragio definitivo de Antena 3 debido a los torpedos liberticidas del felipismo, reconocen que han sido invitados a marcharse, o a permanecer con distintos horarios y menos tiempo disponible. ¿Los motivos de tal fin? No es solamente Federico quien aduce a las presiones del PP de Rajoy sobre la COPE. El resto de componentes del equipo también reconoce creer en la influencia del Marianismo centrista sobre la Conferencia Episcopal. Sea por el motivo que sea, el salto se ha producido.

En mi opinión, como ya lo expresé en los comentarios de algún otro blog, COPE comete un error estratégico. Ambos programas, gracias a quienes los hicieron, consiguieron mucho más que una gran audiencia. Ambos programas tienen cientos de miles de fieles. Y muchos de esos fieles han asegurado en estos últimos días que COPE, sin ambos programas, dejará de ser su cadena de radio preferida.

En septiembre iniciará su andadura la nueva esRadio en Madrid. Para el resto de España, la emisión se podrá oír en TDT e internet. No es mucho aventurar el asegurar que, si se mantiene la misma linea de compromiso con la libertad de opinión e independencia frente a ingerencias políticas, asistiremos a un rápido crecimiento de este nuevo canal.