Hoy corre por la red un artículo de Libertad Digital que, desgraciadamente, es incontestable.
Yo lo he recibido en mi mail 6 veces durante la mañana. Uno de los remitentes, a quien conozco desde hace diez años y con quien he mantenido algún debate motivado por nuestras diferencias políticas, me escribía lo que reproduzco a continuación, con su permiso.
Tan solo he borrado alguna palabra de las que nunca aparecen en este blog.
... ya no puedo decir, como funcionario, que me siento seguro sobre mi futuro laboral y económico. Te lo he reconocido muchas veces. Me hice funcionario por el único motivo de buscar una seguridad que no creo que pudiera haber conseguido en la empresa privada por mis propios meritos. Y te he reconocido también muchas veces que en mi trabajo es mucho mas fácil caer en la inercia funcionarial de trabajar lo justo porque no hay aliciente en saber que hagas lo que hagas, tu sueldo mas tus trienios te van a seguir llegando a tu cuenta corriente sin importar que salgas a tomar café dos veces cada mañana, o que llegues al trabajo media hora tarde y te vayas cada día media hora después. Es el xxxx ejemplo que nos dan muchos de nuestros jefes, y también muchos compañeros cuando le dicen al recién llegado funcionario o interino que baje el ritmo de trabajo para no dejarles en evidencia a los demás. Y así, a vivir de xxxx madre, con más días libres que cualquiera, acumulando trienios y sabiendo que cuando ya has conseguido tu puesto, nadie te lo puede quitar. Por lo menos, eso es lo que yo pensaba hasta hace unos meses.
Tengo un nudo en el estómago que supongo es el mismo que puedan haber sentido muchos trabajadores cuando su empresa les dice que no se les renovará el contrato. Nosotros, los funcionarios, veíamos esas cosas como desgraciadas historias que no nos podían suceder. Pero ahora mi Ayuntamiento está en la lista de los que pueden seguir la suerte del de Roda de Bará y los otros que han empezado a despedir a trabajadores. Tú sabes cual es, pero te ruego que no lo digas, porque oficialmente nada se sabe a pesar de los rumores que oímos en los pasillos y de la realidad que vemos cada día, cuando ante nuestro ojos se recortan gastos de todo tipo y hasta los servicios sociales están pidiendo ayuda a empresas que suelen hacer aportaciones anuales para bancos de alimentos y el albergue municipal.
Tengo amigos en el Ayto. de Roda de Bará. Por muy funcionarios que sean, se parecen a los trabajadores de la privada en que también están pagando sus hipotecas y otros gastos. Ahora tienen miedo y con razón. Aunque también es verdad que más de uno tuvo la ventaja de poder pedir créditos que a otro trabajador no se lo hubiesen dado, por el simple hecho de ser funcionario y tener nómina de una administración pública.
No te puedes imaginar los rumores que nos llegan de otros ayuntamientos, con los que hay trato y comunicaciones diarias, sobre como está la situación.
Por eso, aunque estoy totalmente seguro de que ya lo habrás leído, te envío este enlace de una noticia de este periódico que me recomendaste hace tantos años. Fíjate lo que son las cosas. Te dije que nunca leería este periódico porque eran un atajo de fascistas, como nos gusta decir a los incondicionales de El País (para que estés contento, ya no compro El País desde hace más de un año), y es uno de los escasísimos que me ha abierto los ojos en este par de años que llevamos de crisis. Qué razón tenías.
Yo no tengo ni el aguante necesario para escribir en un blog cada día ni creo que tenga el talento necesario para hacerlo bien. Así que, mientras no muestres mi identidad, emplea este escrito como bien te parezca. Saluda a tu mujer y a tu hija y diles que nos acordamos mucho de vosotros en casa. Mi mujer os manda un beso. A ella no le renovarán el contrato de interina que tenía para parques y jardines. Imagínate. Ya te contaré novedades.
Un abrazo muy fuerte a todos.
Esta es la noticia que te mando. http://www.libertaddigital.com/economia/la-crisis-azota-al-sector-publico-los-despidos-llegan-a-los-ayuntamientos-1276368790/
Prefiero no añadir nada más. Que cada uno saque sus propias conclusiones sobre la situación actual de España, sobre los gobernantes que nos dirigen y sobre las consecuencias de tanto despropósito.
Copie y pegue el texto, si desea oír el artículo.
La cosa esta que arde. Pero parece que no le importa a nadie. Todo el mundo a lo suyo, sin darse cuenta que lo suyo también es lo público, donde se va mas del 50% del PIB, que sale de los impuestos de los trabajadores y de las empresas.
ResponderEliminarQue Dios nos coja confesado.
Un saludo
YO NO SOY FUNCIONARIO.
¡Camarero.....! ¡Otra de gambas....!!!! ¿Oído cocina?
ResponderEliminarEntre las posibles formas de clasifica los ingresos está el de su recurrencia. Se dice que un ingreso es recurrente si se produce periodicamente, en un hogar, el sueldo, en los Ayuntamiento seria el caso del IBI. Por otra parte están los ingresos esporádicos, que son aquellos que se producen por un hecho puntual, en un hogar seria por ejemplo, la loteria, y en un Ayuntamiento los ingresos por la contrucción de una vivienda.
ResponderEliminarLa diferencia entre unos y otros es que en los recurrentes hay una razonable seguridad que se seguirán produciendo (el cobro del salario es lo normal, el cobro de los IBI's por el Ayuntamiento es algo seguro). Por el contrario, los no recurrentes tiene un elevado componente de incertidumbre: sería rarisimo que nos toque la loteria todos los años, no digamos ya todos los meses. En el caso de los ingresos por la edificación de nuevas viviendas estamos igual: es alto cuando el ciclo economico va bien y bajos cuando va mal.
Ahora entremos en los gastos. Hay gastos normales y extraordinarios. Un gasto normal en una casa es el del vestido, o la alimentación, y en un Ayuntamiento serian los sueldos y salarios de su personal. Hay gastos extraordinarios como puede ser en un hogar la compra de un coche, la celebración de un banquete, y en el caso de los Ayuntamientos, la construcción de un monumento, o la celebración de un congreso. Estos son gastos raros, que no pasan recurrentemente, y llegados en un mal momento se puede prescindir de ellos o posponerlos.
Es claro que es de todo punto una locura financiar los gastos recurrentes exclusivamente con ingresos no recurrentes, pues podria ser que no se dispusiese de esos ingresos, y estariamos en un aprieto. Los ayuntamientos han llegado a considerar que los ingresos por nuevas edificaciones eran un ingreso recurrente, y han creido que esos ingresos premanecerian y continuarian creciendo como hasta ahora. Por ello se han comprometido en una resie de gastos recurrentes, basandose en la previsión de esos ingresos. Y se equivocaron, y mucho. Han expandido enormemente sus gastos, fiados al convencimiento de que la burbuja inmoviliaria seria ilimitada, y con ello los ingresos. Ahora tienen que cumplir sus compromisos y no pueden. Y los sueldos y salarios de su personal es uno de ellos. Grave problema que pasa por:
- reduccion de personal prescindible, de entrada todos los interinos, eventuales y personal que no sea fijo.
- Reducción de todos aquellos emulumentos personales que no sean fijos.
- congelación de las plantillas, y amortización de las plazas que vayan quedando vacantes.
- Congelación de salarios.
y cualquier otra cosa que se les pueda ocurrir porque la situación es mala, muy mala, y no se le ve el final.
Por cierto, una pregunta tonta: porque los salarios de los funcionarios de las administraciones autonomica y local tienen que ser, de media, un 50% superiores a los de la Administración del Estado? Ahí tienen por donde pueden ir los tiros.
Burbuja funcionaria. Demasiados funcionarios, 1 por cada 18 personas, más de 3 millones, eso no se sostiene, se consumen el 10% del PIB.
ResponderEliminarUn saludo.
Que no nos pase nada, Mike. Un saludo.
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