Desde que tengo uso de razón recuerdo haber oído decir a los mayores que el deporte nacional español es el despellejamiento. No me cabe duda de que es así. España es potencia mundial en ello, por méritos propios. Al conjunto de los españoles ni siquiera les hace falta doparse para obtener resultados óptimos en esta disciplina.
Pero España salió de la transición, entró es esta curiosa democracia que vivimos desde entonces, y marchando hacia delante se preparó para destacar en otras varias disciplinas. Poco más o menos, España ha ido destacando, no sin esfuerzo, en otras cosas que no hayan sido el referido despellejamiento, o crítica indiscriminada y descarnada, normalmente con escaso motivo o sin él. Y ha sido en esta segunda mitad de la década de los años 2000, que está por terminar antes de lo que pensamos y más pobres de lo que sospechábamos al inicio del milenio, cuando España se ha consagrado como una de las más firmes candidatas, si no la más firme, a ser medalla de oro de otro deporte más preferido y practicado entre los países mediterráneos, conjunto del que no puede escapar del todo Francia, a pesar de su empeño en parecer más nórdica que latina, como es el Golpe de Pecho Autocomplaciente y Autoenaltecedor. (si la última palabra no existe, denme un tiempo para patentarla, no vaya a ser que se la quede algún político) El altísimo rendimiento alcanzado en esta disciplina queda demostrado en hazañas tan difíciles como el atribuirse, aunque solo haya sido en ínfima porción, el mérito de la victoria de Obama en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos. Uno no sabe muy bien en base a qué se atribuyeron algunos tal éxito, pero lo hicieron y hasta disfrutaron del triunfo.
Ahora últimos informes internacionales respecto al nivel educativo de los españoles en edad de estudiar son abrumadores (y aún dicen que ha mejorado algo). Por no extenderme, los datos confirman que, en conjunto, nuestra juventud, a la que podríamos sumar para dichos resultados a la generación adolescente de los 80 y 90, sabe menos que la mayoría de los europeos, estudia menos que la mayoría de los europeos, asiste a clase menos que la mayoría de los europeos, abandona definitivamente los estudios bastante antes que la media de los europeos y, por tanto, encuentra empleos de menor calidad y retribución que la mayoría de los europeos.
¿Cómo hemos conseguido sobresalir tanto en la disciplina del Golpe de Pecho Autocomplaciente y Autoenaltecedor? Pues, primeramente, con un esfuerzo sin precedentes durante las últimas décadas; tiempo en el que hemos logrado rebajar el nivel y calidad de las asignaturas, hecho desaparecer el principio de autoridad y respeto del maestro sobre el alumno y aniquilado todo principio de esfuerzo y dedicación encaminado hacia la excelencia por medio del igualitarismo hacia abajo; es decir, interesándose más el sistema en no “traumatizar” a los niños que obtienen malas calificaciones, en lugar de fomentar el gusto por el estudio, la lectura y los buenos resultados.
Con semejante cantera de políticos empeñados en cambiar el sistema educativo a su antojo, no podía suceder otra cosa que no fuera el conseguir, reitero que con todo mérito, clasificarnos entre los puestos más bajos de los más bajos de la UE, e incluso en ciertos apartados, a un nivel similar al de ciertos países del tercer mundo.
Y, por si esto fuera poco, para conseguir definitivamente el aleccionamiento político y enfangamiento moral y ético mas absolutos de nuestra sociedad, y más convenientes a la clase política, hemos puesto en marcha nuevas herramientas educativas que acabaran por titularnos como “Simios Técnicos Auxiliares de Grado Medio”, frente a otros países de occidente que parecen haberse dado cuenta ya que volver la mirada hacia el esfuerzo, la dedicación, el merito, la moral y la ética no es cosa de retrógrados conservadores inmovilistas. Más bien trae el verdadero progreso y bienestar que necesita el ser humano.
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¡Excelente entrada! La frase que termina ".......encaminado hacia la excelencia por medio del igualitarismo hacia abajo" me parece que refleja todo el drama de nuestro sistema educativo.
ResponderEliminarEl 2º video me lo he saltado por razones de salud.
Uno se pregunta por qué precisamente ahora, cuando hace apenas unos años que hicieron la LOE, el PSOE diga que quiere hacer un pacto de estado sobre la educación con el PP y luego resulta que no se ponen de acuerdo en sus propuestas. ¿Tan difícil es darse cuenta de los errores tan grandes que se están cometiendo? Esta gente aprobaría cualquier cosa con tal de decir por la tele que han llegado a un acuerdo. Aunque luego consista en la tontería de regalar portátiles para todos y otras bobadas por el estilo. Y luego, claro, nos dirán que están subiendo el gasto en educación para arreglar la crisis. ¡Jajajajá!
ResponderEliminarSaludos.
Es imposible que haya un pacto de Estado, el PSOE no negocia sobre Sanidad y Educación. Y con más motivo ahora porque puede tener dos frentes en los que distanciarse del PP. A falta de ideas, la cosa es utilizar la demagogia.
ResponderEliminarBuenas tardes Mr. Mike! En primer lugar, como persona que trabaja en un instituto (cuando más de la mitar de mis alumnos estudie diré que soy profesor o la cursilería esa de educador o docente...) te doy las gracias por esta entrada. No ya por las acertadas reflexiones sobre la educación en ¿España?, sino por lo del mal ¿nacional?
ResponderEliminarCada vez que digo que soy profesor salta el chivatillo: ¡las vacaciones! Da igual que el sistema educativo esté hecho un asco. Todo se solucinaría dando clases en julio a alumnos que pasan POR LEY de un curso a otro con diez asignaturas pendientes. Bueno, yo he participado en un programa de la Junta de Andalucía (por supuesto, aún no me han pagado) que trataba de reforzar con dos horas por la tarde, el trabajo de algunos alumnos. Empecé con diez y acabé con tres. El resto, pidió a sus padres que los sacaran "porque había que estudiar". Si alguien quiere leer la opinión de los alumnos que se quedaron está en la revista del IES VILLA DE VÍCAR, El Infiltrado. Bueno. Gracias, nuevamente, por dedicar una entrada a la verdadera gran crisis de nuestro ¿país? Un abrazo!