Será interesante asistir a la resolución de este conflicto de intereses. Me refiero al viaje de Barack Obama a Copenhague, donde se decidirá (si no está decidida ya)la ciudad ganadora de la candidatura olímpica de 2016.
Obama defenderá a Chicago, ciudad donde vivió y capital del estado de Illinois, por el que fue senador. La defenderá como Presidente de los Estados Unidos, cosa que parece, por el momento, que Zapatero no está dispuesto a hacer por la candidatura de Madrid.
No imagino a Obama lanzándose a la aventura olímpica sin garantías. Le considero un político bastante demagógico, guiándome por sus discursos. Pero le reconozco como buen estratega de medios e imagen. Por tanto, se me hace muy difícil creer que va a Copenhague a dar la cara por una candidatura que, a decir de varios expertos en sus declaraciones, no es la mejor preparada.
Hasta ahora, el mensaje de Obama se ha traducido en muy pocos hechos y una tremenda bajada de popularidad en las encuestas que han realizado varios diarios y canales de TV norteamericanos, incluso siendo algunos de ellos claramente proclives al Presidente. La reforma de la sanidad pública que quiere acometer no ha tenido hasta ahora los apoyos necesarios para iniciarse. Y ciertas disposiciones sobre la inmigración ilegal en la frontera con México han levantado las voces de los sectores progres, que han visto como la ex-Gobernadora Napolitano ha trasladado su dura política contra los wet backs desde un gobierno local al superior gobierno federal.
Así que, si me equivoco, invítense en mi nombre a gambas y pepsi, o que les invite el blogger más cercano, pero estoy prácticamente seguro de que Barack Obama va al evento de Copenhague a recibir un premio que ya está concedido: la organización de los Olímpicos 2016 para Chicago. De modo que Madrid, en general; y Gallardón en particular, perderán la oportunidad de organizar el deseadísimo suceso deportivo-urbanístico que tanta gente espera, especialmente quienes más intereses tienen en este tipo de operaciones a medio plazo. Estos son los modernos tiburones de la especulación. La única diferencia con los de décadas atrás, es que aquella frase “qué hay de lo mío” la pronunciaban antes en los despachos de alcaldía o en cacerías, y ahora se lleva más la videoconferencia, las cacerías y monterías al estilo del régimen franquista, o el yate amarrado en ciertos puertos elitistas.
Si Obama se lleva el premio para la “Ciudad del Viento” (no sé de que presumen tanto, porque en Zaragoza el viento, en invierno, es conocido por su virulencia y mala milk), Nos vamos a enterar de cómo algunos políticos españoles ponen en práctica eso de sonreír aunque duela. Gallardón y Zapatero, entre otros muchos, clamaban por la victoria electoral del nuevo gurú de las libertades planetarias. El nuevo presidente que convertiría a los Estados Unidos en una gigantesca ONG que elevaría el buen talante, la alianza de civilizaciones y el “anti-israelismo” a la categoría de modus vivendi global, por lo menos en el mundo occidental. Y puede que lo consiga. Pero, de momento, lo que sí tenemos bien cerca es la palmadita en la espalda de Obama a Gallardón. “Next time, kid”.
Pero que no se relajen mucho los madrileños. Si pierden este concurso, ya se le ocurrirá algo a su alcalde para justificar un buen incremento de impuestos municipales. Aunque solo sea para pagar viajes de asesores, cónyuges, amigos, amantes y algún que otro cargo oficial que dé un poco de seriedad al asunto.
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Yo también estoy segura de que se lo dan a Chicago. Y lo siento, pero no me va a dar ninguna pena.
ResponderEliminarEl Obama no va a la reunión a perder, aunque lo he visto muy juntito a Lula en Pittsburgh.
ResponderEliminarNuestro alcalde ya buscará otra excusa (¿2020?) para seguir buscando petróleo en Madrid.
Yo creo que el obamunismo que se respira en toda Europa va a ser determinante a la hora de designar a la ciudad ganadora. Yo estaba a favor de la candidatura de Madrid, pero recapacitando he dado marcha atrás, el ver a Gallardón trepar hasta los primeros puestos de la lista popular a las generales me supone un mal sueño.
ResponderEliminarSaludos.