Si no recuerdo mal, la primera vez que adquirí un alimento de marca blanca fue a principio de los 90s, en un establecimiento de Tarragona. Un amigo y yo estábamos comprando alimentos para una actividad organizada por mi iglesia. Él traía en las manos varias latas de paté para dejarlas en el carro de compra. Tomé una y leí las indicaciones del fabricante, mientras preguntaba a mi amigo:
“¿Qué tal están estos patés?”
“Buenísimos. Los compro hace tiempo para mi casa”
En el origen del producto, en letra pequeña, pude leer: “Fabricado y envasado por
Desde entonces (hace más de quince años), y contando con las lógicas excepciones de ciertos artículos que no se encuentran de imitación, la mayor parte de la cesta de la compra en mi casa está compuesta de marcas blancas. No siento ningún apuro en confesarlo, por dos motivos bastante evidentes.
Uno. El ahorro significativo que se puede lograr si se eligen bien estos productos, entre los que existen de muy buena calidad y no tan buena, exactamente como en los “de marca”.
Dos. Buena parte de las marcas que, desde hace medio año, han emprendido una campaña para convencer al consumidor de que no fabrican ni manipulan para las marcas blancas, sí lo han hecho durante muchos años. De hecho, en un reportaje que apareció hace un año en Antena 3, en el que una famosa marca de leche mostraba un almacén lleno de existencias que no se habían servido a su tiempo por falta de demanda, no todos los palés contenían los bricks de leche de su famosa etiqueta, tan publicitada en comerciales para televisión; también aparecían otros con el embalaje preparado para una extendida cadena de establecimientos alimenticios en los que el litro de leche propia está 50 c. por debajo de la misma leche con nombre famoso.
Prestigiosos nombres de yogurt y otros lácteos, de patés, de detergentes, embutidos, electrodomésticos, electrónica de audio y video, informática… y cientos de artículos más, incluidas prendas de vestir, han servido productos a cadenas comerciales como Carrefour, Eroski y Alcampo. Y otras muchas marcas que no aparecen en esa campaña siguen preparando sus productos para dichas grandes superficies, de modo que están presentes en el mercado con sus propios nombres, pero también bajo la etiqueta de otros.
Otros establecimientos, como Lidl, traen la mayoría de los productos embasados desde otros países de Europa. Los lácteos de estos establecimientos tienen muchísima aceptación.
¿Entonces, a qué viene este revuelo mediático sobre las marcas blancas? En mi opinión, el que éstas existan no obedece a otra razón que la oferta y la demanda, que todo fabricante procura dirigir en su provecho. Este fenómeno existe desde hace décadas en otros países. Recuerdo haber visto, allá por el año 83, en Zurich, un televisor Thomson idéntico a otro Saba. La única diferencia, además del precio, era la marca y referencia del modelo. Hasta los mandos remotos eran idénticos.
En definitiva, lo que al consumidor le interesa es poder comprar un articulo de calidad razonable a precio razonable. Y tal como están las cosas, yo soy el primero en reconocer que, desde hace mucho tiempo, si puedo llevarme a casa buenos yogures alemanes por un 30% menos que los supuestamente españoles, pues bienvenidos sean los primeros a mi refrigerador. Mis menús no saben de autarquías.
El 42% de los consumidores compra productos más baratos por la crisis.
Copie y pegue el texto, si desea oír el artículo.
Respetando su opinión no la comparto, es cierto que en algunas ocasiones fabricantes de primeras marcas han fabricado (algunos fabrican) para marcas blancas sin embargo esto no quiere decir que los ingredientes y procesos de fabricación sean los mismos. No tienen nada que ver por tanto no esta comprando un producto más barato que el original, simplemente esta comprando un producto distinto.
ResponderEliminarAparte de lo anterior, la cuestión no es ya tanto la conveniencia o no de estas marcas, como la limitación de la oferta, reduciéndola toda a lo que la cadena comercial quiere.
ResponderEliminarMercadona, ha aumentado drásticamente la relación de productos de este tipo respecto a los del resto, y lo que ha conseguido es que me tenga que ir a otro sitio a conseguir algunos de los productos, que, independientemente de si son mejores o no respecto a algún criterio, simplemente son los que me gustan a mi.
Es fastidioso que, teniendo ya unas preferencias, te limiten de esta forma.
Saludos
Para los fabricantes, el tener un contrato para suministrar su producto con la marca de un Hipermercado, es un negocio estupendo. Les evita tener que restringir su producción propia a la demanda del mercado.
ResponderEliminarNo creo que los productos de "marca blanca" sean de calidad inferior a los clásicos; sería un error muy grave para los fabricantes.
Bueno hay de todo está claro. Yo conozco por ejemplo una marca de galletas muy conocida y los procesos y productos son los mismos.
ResponderEliminarNo es una cuestión de calidad, que puede ser la misma, es una cuestión de gustos y preferencias del usuario ¿porqué tengo que gastar la marca de café que quiera el supermercado? ¿y la de desodorante?
ResponderEliminarEn mi ñultimo trabajo, la empresa fabricaba una maquinaria para distintas marcas. Cambiaba unicamente los logotipos y los colores de lo teclados según el país y el "fabricante". Distinto precio, of course.
ResponderEliminarLos procesos de elaboración son los mismos, yo puedo decirlo en relación con los productos del Grupo Siro. Es una manera de que una marca pueda incrementar sus ventas.
ResponderEliminarSaludos
Lino, no tienes que comprar la marca que diga el súper. Como bien has dicho antes, si en un sitio no hay lo que quieres comprar, te vas a otro. Como empresa privada, el súper vende lo que quiere, tú como consumidor privado se lo compras o no. Obligar a un establecimiento privado a vender determinadas cosas es algo que a más de imposible no se puede hacer, tú tendrás unas preferencias y tu vecino otras, imagínate. Y suena un poquito estalinista. Eso sí, estalinismo pa otros, yo que pueda elegir. No parece muy consistente.
ResponderEliminarSaludos
Claro hombre. Lo que no es consistente es no presentarse adecuadamente.
ResponderEliminarEl supermercado hace lo que quiere, claro, y lo que consigue es que me vaya a otra parte. Una estrategia de mercado cojonuda.
Viendo publicicidad de Aldi, tenían banderitas por todo el litoral mediterráneo (ZOna Cara) pero muchos productos (QUesos, vinos, agua, embutidos,leche, aceite, detergentes,etc,etc) en la etiqueta marcan fábricas en el interior de la península (BUenos precios, costos más baratos). Economía en dos tardes.
ResponderEliminarÍbamos a llenar Europa de lechugas y tomates y nos estámos comiendo sus salchichas y lácteos (Porque son más baratos y de igual calidad). Eficiencia y solvencia que hemos perdido.
Pasa con las "campañas por las marcas blancas" como con la "SGAE". Son debates gilis perdidos de antemano pero que hacen que todo el país se retrase 15 años. Sobre lo fundamental, economía, cultura y tecnología. (Lo preocupante es que el ADSL sea una porquería, responsabilidad de Telefónica, auténtico imperio del monopolio).
urbanizaciones donde el ladrillo estaba en 60 millones infinitos o más, y al lado el parking del LIDL lleno de coches de gama media alta. NI bueno , ni malo, la realidad pura y dura.... y que no nos falten Lidl ni Aldi, ¿qué íbamos a hacer?
lo que si es claro es que los trabajadores de marcas blancas cobran hasta un 40% menos ...
ResponderEliminarhttp://www.ccoo.es/csccoo/menu.do?Areas:Confederacion:62597
¿Tiene credibilidad CC:OO?. ¿Un 40% por ciento menos?. Comisiones Obreras, siempre a favor de la marca. No vaya a ser que optemos por marcas blancas también en el mundo del Sindicalismo. Más baratas y con más calidad.
ResponderEliminarMi opinión anterior parte de la premisa de que una disminución de la variedad de la oferta no es positivo para el consumidor al implicar una disminución de la libertad a la hora de elegir, siendo necesario cambiar de establecimiento si por simple gusto se desea otro producto. Aprovechan la fidelización de los usuarios acostumbrados a acudir al mismo sitio, para imponer una oferta específica, que no se asegura que sea mejor que la de antes, excepto para el propio establecimiento al tener pactados los costes.
ResponderEliminarLa disminución de la oferta al sustituir unos productos por otros de marcas blancas, cuyo coste está acordado por el establecimiento y optimizado para su beneficio, solo beneficia al supermercado, no al consumidor
Es "envasados" no "embasado" con V
ResponderEliminarAnónimo, es posible que tengas razón, pero yo he visto embasad escrito en varias ocasiones, siempre refiriéndose a lo siguiente:
ResponderEliminarhttp://www.infojardin.com/foro/showthread.php?p=208165
Si alguien tiene la solución, que nos avise.
Saludos y gracias.