Como prólogo al próximo gran acontecimiento planetario que
supondrá la confluencia en el mandato de los designios mundiales entre Obama y
Zapatero, éste último, haciendo gala de su enorme capacidad para acuñar frases
vacías de contenido, se ha explayado en su discurso ante los asistentes a la
fracasada y derrochadora cumbre de Copenhague.
Este evento estaba condenado al fracaso ideológico desde el
momento en que fueron descubiertos ciertos datos que probaban la mala fe y
manipulación de cifras que agravaban los
efectos ambientales del cambio climático. A semejante fiasco se ha sumado una
delirante organización y una imagen de derroche que ha indignado a la sociedad.
Zapatero, el dirigente que con su inacción y falta de
previsión ha llevado a su propio país a una ruina de la que tardará mucho más
en salir que casi cualquier otro estado de la eurozona, ha hablado de
compromiso mundial, de desafío tecnológico y del objetivo más importante para
este milenio que empieza. Él, cuyas previsiones a corto plazo han resultado ser
una mentira tras otra, se ha atrevido, con la desfachatez que le caracteriza, a
profetizar a mil años vista.
Como todo demagogo que se precie, no ha podido resistir la
tentación de desviar por un momento su discurso sobre el cambio climático hacia
los tortuosos derroteros de las diferencias entre pobres y ricos. Ha declarado
que “El mundo no pertenece a nadie, sino al viento”. Es decir, que con un
eslogan digno de cualquier fumador de porros de los 60s simplifica las
necesidades de los países más pobres del mundo, e ignora que las áreas más
ricas no lo son solamente por haber exprimido a los más desfavorecidos, como
rea aún el ideario progre heredero del socialismo y comunismo más rancios del
siglo XX.
El estomagante concepto de “sostenible”, trasplantado
últimamente desde la energía a la economía, según entiende ambas el gobierno de
España, ha aparecido de nuevo en el discurso de Zapatero ante los 120
representantes internacionales citados en Copenhague. “Un camino de progreso y
sostenible y avance colectivo”, refiriéndose a las energías renovables. Si
entendemos por sostenibles las habituales prácticas de concesión de licencias a
empresas de amigos de gobernantes autónomos para instalar o mantener
aerogeneradores o placas solares en nuevas construcciones y su adaptación a
otras ya existentes, podremos asegurar que España exportará a la Unión Europea uno de los
métodos aparentemente legales más rápidos de enriquecimiento por tráfico de
influencias y admisión fraudulenta de subvenciones.
Si alguna conclusión puede obtenerse en España sobre esta
cumbre y el discurso apenas más extenso de ocho minutos de Rodríguez Zapatero,
es que los españoles tendremos que poner de nuestro bolsillo un total
aproximado de 375 millones de € en una primera etapa, además del goteo de
dinero que suponga el esfuerzo que futuros gobiernos socialistas deban hacer
con fondos del contribuyente para mantener su propia imagen internacional.
Pero la gran falla en el discurso de Zapatero, así como en
su deprimente política energética, ha sido afrontar la necesidad de fuentes de
energía tan necesarias no solo para el sostenimiento de nuestra sociedad,
también para el desarrollo tecnológico del que España no puede prescindir. La
energía nuclear. La más segura y barata que existe para alimentar con su
electricidad resultante grandes áreas habitadas. Mientras otros países deciden
renovar su parque de centrales nucleares para poder afrontar con éxito el
futuro, el afán socialista contra dicho tipo de energía y sus negativas
leyendas urbanas colocan a España en el vagón de cola de los productores de
energía europeos. Gracias a esta “visión
de futuro” de Zapatero, los españoles tendremos que seguir pagando un cada vez
menos sostenible recibo de la compañía eléctrica, mientras las compañías
españolas seguirán teniendo que comprar energía a nuestro vecino francés.
¿Mike, usted cree que ese discurso fue terrible? Vea los de Chávez y Evo, una vergüenza para Latinoamérica.
ResponderEliminarSe ha cargado la propiedad privada en un momento, queda confirmado que este tío es idiota.
ResponderEliminarSaludos
Increible que este sea el presidente de lo que va quedando de España
ResponderEliminarQUE VERGUENZA AJENA OIRLE HABLAR
Porque no se lo lleva el viento
Este no manda ni en su casa viendo los dos ejemplares que ha engendrado
Presidente progre=ruina total para España.
ResponderEliminarCasi 5 millones de parados y este tío perdiéndose en discursos banales de buscarle propietario a la tierra ¡¡Anda leche!! y dice que es del viento.
Ha pasado de "La tierra es de quien la trabaja" a " La Tierra es del viento" ... por algo se empieza.
ResponderEliminarEn el mundo tienen que flipar con este personaje, pero igual admiran al régimen que representa, que mantiene el poder sin sobresaltos camino de los cinco millones de parados, con la mano de obra menos productiva de occidente, con más de 3 millones de funcionarios privilegiados, y así nos va,,,,,, Es lo que tenemos. y sarna con gusto no pica.
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