¿Pueden ustedes imaginar en qué
país sería posible que un universitario pudiera copiar impunemente en los
exámenes y, en caso de ser sorprendido por el profesor, no tendría que
abandonar dicho examen, podría terminarlo, y luego un tribunal compuesto por tres
profesores y tres alumnos valoraría si el copiar durante el ejercicio puede ser
incluso aconsejable para dicho alumno?
Permítanme sugerirles varias
pistas para facilitarles un poco la solución al enigma.
Hablo de un país que:
Durante las últimas décadas ha
mostrado un inusitado interés en minar y destruir su propio sistema educativo,
hasta tal punto que la cultura general de un buen estudiante de 14 años de la
actualidad no se acerca en absoluto a la de otro estudiante de la misma edad
durante, por ejemplo, los años 70. Sucede exactamente lo mismo con estudiantes
preuniversitarios y universitarios.
Las continuas iniciativas
adoptadas para modificar los planes de estudio no han hecho más que empeorar
los resultados promedio de cada generación de estudiantes.
Conceptos como el esfuerzo, el
orden, la disciplina y el mérito han sido relegados por otros conceptos tales
como un igualitarismo a la baja entre los alumnos aplicados y los malos
estudiantes, o la ausencia de los principios antes citados. Para los primeros,
el nivel de las materias ha llegado a ser mucho más bajo que hace años. Para
los segundos, se les ha facilitado pasar de curso sin necesidad de aprobar
todas las materias, posibilitando así que avancen de curso sin ninguna base
académica. La cosecha de promociones de alumnos que apenas saben escribir o que
son incapaces de comprender un texto de diez líneas es inmensa. En cualquier
caso, y tristemente, estos ex alumnos tipo piensan que la preparación no les es
necesaria ya que viven con sus padres, tienen paga cada fin de semana, faltan
días seguidos de sus casas, consumen sin control alcohol y otras substancias y
se excusan en que la sociedad les ha hecho así y que los adultos no les
comprenden.
Los gobernantes, con el paso del
tiempo, han anulado totalmente la autoridad que el docente debe poseer sobre
clase. El docente es un igual entre los alumnos, quienes, casi con absoluta
impunidad, pueden hacer lo que les venga en gana durante las horas lectivas,
por no hablar de los continuos insultos y agresiones físicas que sufren muchos
profesores.
El sistema educativo, en
constante pérdida de valores y autoridad, ha asumido en muchas ocasiones el
papel de educador del individuo (que debería corresponder a la familia), en
lugar de seguir con su labor de formador de estudiantes. Como lo primero no es
viable, los alumnos no sienten respeto hacia los educadores, cosa que también
sucede entre muchos padres, que llegan a insultar, e incluso a agredir al
profesor, cuando este les informa sobre el comportamiento de su hijo.
En este país, hay quien propone
que la edad en la que un alumno pueda dejar de estudiar, sin contravenir la
ley, se rebaje de los 16 a
los 15 años, al tiempo que se lucha por aprobar una ley que ampare a las
menores de 16 años a abortar libremente y sin conocimiento de los padres, y que
niñas aún menores puedan pedir píldoras abortivas en farmacias sin receta
médica.
Por último, aunque podría
enumerar más pistas, añadiré que en ese país donde una universidad pretende que
copiar en un examen no sea motivo de suspenso, hace 30 años, tres faltas de
ortografía en cualquier examen de cualquier carrera era motivo suficiente para
suspender, fuese la carrera de letras o ciencias. Hoy día, desde hace ya muchos
años, hay quienes escriben sus exámenes tal y como lo hacen en sus sms, con
palabras acortadas, o mal escritas, y se sienten indignados si el examinador
les recrimina por ello.
Exacto. Ése cuyo presidente ha
llevado la economía y el empleo al borde del abismo, pero que se permite dar
consejos al parlamento europeo sobre cómo la Unión Europea puede superar la
crisis económica.
Quien quiera sentirse
avergonzado, sírvase a su gusto. Yo ya llevo varias raciones de vergüenza hoy.
Como casi cada día.
Te recomiendo mi entrada sobre el tema en mi blog:
ResponderEliminarhttp://juansgaviota.blogspot.com/2010/01/copiando-que-es-gerundio.html
Donde echo un vistazo a la legislación y reglamentos de diversas universidades Madrileñas.
Un resumen: El fraude en los exámenes no se puede sancionar, debido a que o bien no está tipificado como falta, o a que no existe un reglamento de régimen interno que regule los procesos sancionadores.
Tristemente, los reglamentos que se plasman en el Estatuto del Estudiante del Plan Bolonia, no han sido desarrollados, debido a lo "impopular" que resulta para muchas universidades poner por escrito normas que regulen los comportamientos de los estudiantes en sus centros. Estos reglamentos debían haber sido desarrollados y aprobados el año pasado, según el propio estatuto.
En resumen: salvo que puedas proceder mediante la vía penal ordinaria, los alumnos son inviolables.
Bien Mike, todo esto me parece absurdo, un desvaría más que lastra el sistema educativo. El debate sobre qué y cómo se enseña en las universidades españolas daría para mucho pero el hecho de uno pueda copiar impunemente... Me parece abusivo. Todos hemos sido estudiantes y sabemos, aunque lo hubieramos hecho, que copiar está mal.
ResponderEliminarAsí son nuestras universidades y así nos va. Menudo futuro nos espera.
Un saludo
Mike!!
ResponderEliminarY es que la universidad se ha convertido en un simple Mercado de titulillos. Aquí en Jaén anda la uni promocionando el 2X1 como si fuera un carrefour!!...de modo que es frecuente encontrarte con auténticos tarugos ignorantes con dos licenciaturas cuyas únicas expectativas están centradas en encontrar la forma de entrar en la Pública, no ya en puestos técnicos, sino en cualquier puesto...¡¡de ordenanza si hace falta!!
Andalucía Imparable.....
Saludos!