Pues esto era lo que yo me temía,
allá por Mayo de 2008, recién finalizadas las Elecciones Generales: “No pe
preocupa tanto que el PP no haya sabido digerir la derrota. Me preocupa que no
sepa digerir que tiene más de 10 millones de votos”
Hay digestiones tan pesadas, que
ni la sal de frutas puede hacerlas más fáciles. Es más efectivo el bicarbonato.
Sabe muy mal, pero es absolutamente radical contra ciertas molestias. Me
pregunto si la sal de frutas que supone la política de Mariano Rajoy ha dado
algún resultado meritorio contra esta indigestión de Zapatero que sufre España.
Y me respondo que no. No me canso de escribir que nunca un gobierno nefasto
como el de ZP, tuvo tan fácil perpetuarse en el poder sin tener que defenderse
contra una oposición tan falta de pegada y recursos. El PP no ha sabido digerir que más de diez
millones de votos le pidieron que se enfrentase directamente a Zapatero y,
hasta el momento, no parece que suceda tal cosa.
Rajoy se ha rodeado de su propio
equipo, como es lo natural, y como el pretendía desde hace mucho tiempo. Él
quería, los hechos han venido a demostrarlo, que no se le recordase como un
sucesor de Aznar. Ha preferido plasmar su propia personalidad en la oposición
que el Partido Popular hace en el gobierno de la Nación. Zapatero puede estar
bien agradecido por ello. Tenía toda la razón Benjamin D’Israeli cuando
aseguraba que ningún gobierno puede ser verdaderamente eficaz sin una oposición
temible. Así las cosas, no solo no hay en el PSOE nadie que le recuerde a
Rodríguez Zapatero que es humano y no divino, como le decía un esclavo al César
al oído cuando éste volvía a Roma, triunfante, después de alguna exitosa
campaña. Tampoco parece haber, en los bancos de la oposición, nadie capaz de
llegar más allá de la intervención cuyo resultado sea cabrear seriamente a la Vicepresidenta del
Gobierno u otro ministro.
Dice Ana
Palacio – y
no es la única que piensa de este modo – que el Partido Popular tiene un perfil
bajísimo a la hora de hacer oposición al gobierno socialista. ¿Este bajo perfil
es consecuencia única del comportamiento de Rajoy, o la causa está también en la
capacidad de sus personas de confianza?
Las últimas encuestas del CIS
hablan muy claro. El PP aventaja tan solo en seis puntos al PSOE en intención
actual de voto, si se celebrasen ahora Elecciones Generales anticipadas. Solo
cabe una interpretación a esto. Zapatero habrá defraudado a mucha gente,
supongo. Pero el principal partido de la oposición no transmite la confianza
necesaria para arrasar en las urnas, ni siquiera contra un gobierno nacional formado
por semejante pandilla de improvisadores e incapaces.
Creo que Rajoy hubiera sido un muy buen presidente, ha sido un candidato aceptable, y es un mal líder de la oposición.
ResponderEliminarDisraeli tenía razón. De hecho, no concibo un buen Gobierno sin una oposición seria... y la que tenemos ahora es muy tibia.
Un saludo
Vale, pero ha mantenido calladito a Blanco y el resto de los alumnos Göebels de la PSOE, recordad la primera legislatura Cósmica.
ResponderEliminarSaludos
Brillante artículo, Mike. A mí lo que me parece es que Rajoy no quiere coger las riendas de España en estos momentos. Sabe que la economía nacional se está derrumbando y él prefiere estar bien tapadito, esperando que Zapatero se socarre. El gallego está demostrando que no es un hombre de Estado, sino un espabilado que quiere heredar el poder cuando el actual presidente pierda a la mitad de sus votantes. Es decir, sin hacer absolutamente nada pretende ganar el poder, ya que sabe que por méritos propios le resultaría imposible. Que con mi voto no cuente, desde luego.
ResponderEliminarUn saludo