El gobierno Zapatero ha logrado salvar su iniciativa para
subir el IVA dos puntos. La diferencia de votos entre el sí y el no ha sido
realmente escasa – 176 contra 170 votos y una abstención por error – y ha puesto
de manifiesto nuevamente hasta qué punto pueden ser valiosos, para un partido
que gobierna, los apoyos interesados de otras formaciones minoritarias que
saben cómo sacar partido económico.
El Partido popular había presentado una iniciativa para
tratar de paralizar la nueva medida de subida del IVA. Para ello contaba con el
respaldo, por increíble que parezca a estas alturas, de CiU, ERC, IU-ICV y el
resto del Grupo Mixto. Pero los votos a favor del nuevo IVA de Coalición
Canaria (en cuya comunidad autónoma no se aplica dicho impuesto) y el Partido
Nacionalista Vasco (en donde gozan de una fiscalidad y exención diferentes al
resto de España) han sido los que han movido la balanza hacia el lado del PSOE.
Los economistas no terminan de ponerse de acuerdo. Unos
defienden la necesidad de subir el IVA para que el Estado pueda recaudar el
dinero necesario para sostener los servicios que proporciona a los ciudadanos.
Otros también defienden la necesidad del nuevo impuesto, pero solo si se
hubieran tomado profundas medidas estructurales previas para minimizar el
impacto que pueda sufrir en ciertos sectores económicos. Por último, hay
quienes, como Esperanza Aguirre, aseguran que dicho incremento no es necesario
y que, además, supondrá otro golpe más para las economías domesticas de la
mayoría de los españoles. Pero mientras unos y otros lanzan sus hipótesis, - yo
me siento más representado por Aguirre – los ciudadanos tendremos que soportar
en breve nuevas subidas de precios en servicios, alimentación y cualquier otra
cosa que necesitemos para nuestro vivir diario.
Cristóbal Montoro, portavoz económico del Partido Popular,
pidió al Presidente Rodríguez Zapatero que escuchase a la calle. Petición
inútil. El Partido socialista no escucha a los ciudadanos. Les manipula, les
moviliza y, llegado el caso, les expolia. Zapatero no rectificará sus
intenciones. A partir de julio pagaremos más por todo, sumidos aún en esta
larga e interminable crisis.