LAS DAMAS DE BLANCO SON EL GRAN PROBLEMA DE CUBA, DICEN LOS COMUNISTAS ESPAÑOLES.

Ronald Reagan dijo en una ocasión: “La diferencia que hay entre una democracia y una democracia popular es la misma que existe entre una camisa y una camisa de fuerza.”

Las democracias “populares” son una verdadera camisa de fuerza para las libertades y la dignidad. La historia de los últimos cien años está plagada de ejemplos. Los resultados de esas pretendidas “democracias populares”, a las que también les ha gustado a menudo llamarse “repúblicas populares”´, han sido tan desastrosos para los países que las albergaban que es difícil comprender cómo es posible que todavía haya quienes claman por el advenimiento o el retorno de semejantes aberraciones.

Alguien me preguntó, hace unos años, por qué mi blog se llamaba “El Republicano Digital”. Brevemente le expliqué que yo sentía la necesidad de demostrar que un republicano, en España, y en contra de lo que extiende la nefasta cultura política heredada de la pre-guerra, la guerra civil y la posterior dictadura, no tiene porqué ser un nostálgico del Frente Popular o un firme defensor del paraíso soviético que tantos admiradores tuvo y tiene por estas tierras.

Cuando yo era niño, una de las estaciones de radio FM de Zaragoza que mejor música ofrecía era la de la base aérea norteamericana. Justo en la misma posición del dial, pero conmutando a AM, se podía escuchar por las noches Radio Tirana, desde Albania.

Oír Radio Tirana, en aquellos años 70 de la guerra fría, era como entrar en el túnel del tiempo y viajar a la revolución bolchevique. Los locutores, con aquél extraño español hablado con acento eslavo, hablaban de la dictadura del proletariado, la lucha de clases y los horrores del capitalismo occidental con un ahínco y un énfasis difíciles de describir.

Ayer domingo, rememoré aquellos tiempos de propaganda y exaltación comunista. No recuerdo a través de qué enlace, llegó a mi pc un artículo de larepública.es (web de la que no me voy a molestar en añadir un link, por pura higiene democrática y liberal) en la que el escritor arremete contra las Damas de Blanco y la disidencia cubana de un modo que no deja lugar a dudas. Para ese “republicano” y para esa web “republicana”, el régimen castrista que gobierna la isla-prisión con mano de acero y conciencia de hielo no merece ni una sola crítica. Miseria, delación, represión, no existen en el paraíso de Fidel. Parece que para este “republicano” trasnochado el mayor problema que existe en la isla-prisión es una asociación de señoras que visten de blanco y que están dirigidas por la “gusanera” de Miami.

Por supuesto, es esta delirante receta filo estalinista no puede faltar el segundo plato: el apoyo incondicional a Hugo Chávez, otro demócrata conocido por su defensa de las libertades y su animadversión manifiesta al terrorismo internacional.

En definitiva; leer unos pocos artículos más de esta publicación que se autoproclama republicana cuando, en realidad, no es más que un panfleto de propaganda soviética, ha sido un completo ejercicio de paleontología. He descubierto que en nuestro mundo aún hay muchos restos dignos de estudio. El día que los científicos puedan explicarnos convincentemente porqué, desde el más rancio pasado de una ideología que nació con la manifiesta intención de instaurar una dictadura mundial, se ha perpetuado una especie de ser humano que sigue empeñada en justificar a dictadores, manipular a ignorantes y arremeter contra las víctimas. Ese día, posiblemente, estos científicos habrán descubierto el eslabón perdido de una cadena evolutiva que, aseguran, comenzó con un primate, y que recurrentemente parece volver a sus orígenes.