Rafael del Barco Carreras
Lo habitual, tras una campaña
donde el público captará un cambio radical en el Sistema Financiero, la montaña
pare otro ratón. Cuando leí que los políticos no podrán pertenecer a los
órganos de administración de las cajas de ahorros, me dije; ¡no renunciarán a
ese chollo! Y así ha sido. Los actuales, en su mayoría responsables de la
quiebra del Sistema, de la Crisis o Fraude Inmobiliario, deberán renunciar
dentro de los tres años siguientes a la entrada en vigor de la Ley. Tres años
para que solucionen los enredos, soluciones jurídicas; porque nadie devolverá a
las cajas los créditos fallidos que se camuflarán en terrenos, pisos y
acciones valorados a precio Burbuja o simple estafa. Tras cinco años,
todo prescrito penalmente. Parece más un indulto encubierto que una Ley
de Cajas. Y la puerta a la privatización con la creación de algunos bancos que
nada aportarán. Me recuerda la quiebra del Sistema tras la muerte de Franco que
acabó 20 años después en BSCH y BBVA, cifras insignificantes comparadas a las
actuales.
Y quien piense que los políticos
en general ya no gozarán del regalo de un banco (pues eso en la práctica son
las cajas) para que se enriquezcan más y la quiebren a su gusto (la quiebra la
pagará el Estado) también se equivoca, los parlamentos autonómicos elegirán los
miembros de los consejos que la ley les otorga, o sea, políticos.
Una excepción, Cataluña, aquí
todo seguirá igual. Se percibe la presencia de Isidre Fainé, presidente de LA
CAIXA y de la Confederación Española de Cajas de Ahorros, de Narcís Serra,
socialista vividor de la política y “cajero-inmobiliario”, y de Josep Montilla,
atrapado en una inviable financiera y presupuestaria Generalitat, última y
primera de las razones por la que presidirá esta tarde la manifestación por el
fallido Estatut. Aunque la parte de la ley que inicia la transformación en
bancos con aportaciones participativas, y creación de bancos propios con que
las cajas operarán, afecta a todo el Estado.
Poco importa ya, que tras el robo
generalizado, estructuren la gran quiebra de una u otra forma. Durante décadas
España deberá arrastrar y amortizar un fiasco inmobiliario que a groso modo se
cifra en un 40% del total pasivo del Sistema Financiero:
NO MENOS DE 700.000
MILLONES DE EUROS.
Olvidándome de estadísticas
corroborando esa cifra, he vivido estos últimos días la compra de una vivienda
y en el mismo núcleo familiar la venta de otra. Dos magnificas propiedades
situadas en lugares de valor indiscutible, que se han rematado dinero en
mano y aplazamientos (lo normal en otros tiempos) al 50% del valor que hace dos
o tres años ofrecían compradores y vendedores con ofertas de varios bancos y
cajas para financiar la operación con hipoteca total. Por desgracia las dudas
por posibles mejores ofertas alargaron las dos operaciones. Por supuesto,
ahora, de hipotecas imposible; las que dice la propaganda oficial se otorgan,
se refiere a viviendas nuevas o de segunda mano propiedad directa o
indirectamente (inmobiliarias quebradas) de bancos o cajas.
Intente usted vender lo que cree
que vale 300, 400 o 600 mil euros y que quizá le reste una moderada hipoteca
por pagar, y se llevará el disgusto de su vida. Lo que creía hace diez años que
serían sus ahorros y gran herencia para los hijos, apenas es nada. Y si hace
menos de diez años que compró quizá no venda ni para quitarse de encima lo que
resta de hipoteca, y si compró hace cinco años y por desgracia no puede seguir
pagando, en una hipotética subasta se encontrará que se quedarán su vivienda y encima
es probable que le embarguen por el resto no cubierto. En caso de un terreno,
local o tienda, el resultado empeora.
Existen un millón de viviendas
nuevas sin vender, y ni se sabe cuantas usadas afectadas por ese entender de
nuestros político-financieros, metidos en la avaricia especulativo-fraudulenta
donde a más pisos construidos, y sin posibilidad de venta, más precio por
metro cuadrado. ¡El milagro español!
Hace dos años, julio del
2008, titulé un escrito “la degeneración del sistema financiero”, y en otro
decía sobre las cajas de ahorros transformadas en reales bancos gobernados
al servicio y beneficio de políticos:
Una trampa mortal, no es lo mismo
captar dinero, destinar el 50% a deuda estatal o títulos preferentes, y el
resto a hipotecas a 12 años con máxime un 40% del valor (siempre declarado a la
baja por cuestiones fiscales) del inmueble, y pequeños prestamos a particulares
(200.000 pesetas) avalados por dos solventes, que meterse en la vorágine del
oficio bancario. El crédito TOTAL, escribe en sus formularios internos la Caixa
de Cataluña. Y si además se fusiona el oficio bancario con el inmobiliario, el
marasmo entre dinero negro y blanco convirtiendo a sus directivos en
multimillonarios en los dos colores, es de borrachera. El regalo a dedo, o ley
de Peter, transformando en banquero a cualquiera por grandes servicios
políticos, ha sido en definitiva LA RUINA DEL PAÍS. Primero por el descarado
robo de llevárselos en crudo, y después, porque cada uno de los beneficiados se
ha convertido en un poderoso repartidor al que resulta imposible meter en
vereda.
Decía
ayer la noticia:
El presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, anunció hoy que la nueva Ley de Órganos Rectores de
Cajas de Ahorros (LORCA) permitirá a estas entidades emitir cuotas
participativas con derechos políticos, similares a las acciones de las
sociedades anónimas, por un importe no superior al 50% de su patrimonio para
"evitar su desnaturalización".
Zapatero señaló que el Consejo de
Ministros aprobará mañana un Real Decreto para articular esta reforma, que
definió como "fundamental, urgente y necesaria", y como "la más
importante del sistema bancario español de la historia".
O sabe poco de historia
bancaria o le da lo mismo “teche que leche”.
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