
En España el cinismo tiene varios nombres propios y uno de ellos es Pepe Blanco.
O podría decir también que hay muchas formas de denominar y definir el cinismo y una de ellas es Pepe Blanco.
Quizás lo que voy a escribir ahora resulte un poco fuerte u ofensivo para algunos, pero les aseguro que estoy absolutamente convencido de lo que voy a exponer, después de observar y encajar acontecimientos durante muchos años; desde que me interesa la política en mi posición de espectador comprometido con mis ideas.
Durante estos últimos cuatro años todos hemos conocido a las personas que nos han gobernado; sus hechos, sus intenciones, su nula capacidad para el servicio público y su habilidad para minar y manipular los principios sociales, morales y éticos que facilitan el funcionamiento correcto de una nación.
Prácticamente desde el primer momento, José Luís Rodríguez Zapatero demostró con sus palabras y hechos ser Presidente de Gobierno mentiroso, manipulador, cobarde y condescendiente con el terrorismo de ETA y el terrorismo islámico; Populista, embaucador y profundamente anti español.
También desde el primer momento dedicó su esfuerzo, el de su gobierno, el de medios afines, el de su partido y militancia, el de sus votantes y simpatizantes y el del resto de fuerzas políticas comparsas, a aislar al otro partido mayoritario español de la vida política y social nacional. Desde el principio fue uno de los máximos impulsores del clima de crispación y radicalismo contra todo y todos los que no estuvieran dispuestos a dejarse llevar y manipular por su nefasta corriente de pensamiento único.
Y para mí, desde el primer momento de la legislatura, fue bien patente que Zapatero llegó a la presidencia del gobierno favorecido por la terrible masacre del 11-M en Madrid y el posterior efecto basado en el dolor de los ciudadanos y magnificado por los consabidos medios afines y sus consignas que, en una sorprendente y eficaz estrategia de movilización de masas, acabaron por inclinar la balanza a favor de la izquierda “progresista”.
En mi opinión, a partir de esos días comienza uno de los pasajes más aciagos de la historia de España. Los últimos cuatro años han sido el principio del vergonzoso gran paso atrás de nuestro país, que se merece de una vez que podamos sentirnos orgullosos no solo por nacimiento, pero también por hechos y méritos. España perdió en los primeros meses el crédito y respeto internacional que tanto costó conseguir durante los ocho años anteriores.
Uno de los culpables de semejante descalabro es Pepe Blanco. Un sujeto que ha demostrado su desconocimiento de la historia de nuestro país, su falta de respeto hacia las víctimas del terrorismo, su escasa preparación para ostentar el bien pagado cargo que ocupa y su auténtica felonía en el desempeño de sus funciones como portavoz de semejante tribu de embaucadores populistas disfrazados de demócratas progresistas.
Hoy escribe Pepe Blanco en su blog, y supongo que no se le removerá la conciencia, (como se va a remover algo que no existe) que el PP debe una explicación a la familia de Isaías Carrasco y arremete contra lo sucedido ayer en el ayuntamiento de Mondragón, que todos ya sabemos y que no es difícil de comprender. Blanco arremete precisamente contra quienes se mostraron verdaderamente fuertes contra el terrorismo durante la pasada legislatura, el Partido Popular. Y les hecha en cara – y no es la primera vez – que buscan beneficio político en los atentados.
Pepe Blanco, es usted cínico. Es usted el bobo útil perfecto para sus jefes porque reúne los requisitos necesarios para desempeñar su cargo como lo hace: no tener entrañas, ni dignidad, ni decencia. Es usted, junto con sus jefes y su partido, quien está donde está por haber sido beneficiado por el terrorismo. Tanto en el 11-M entonces, como en el asesinato de Isaías Carrasco ahora.
Porque todos sabíamos y algunos lo dejamos por escrito con antelación, que antes del día de las votaciones ETA mataría de nuevo. Y muchos sabíamos y no lo escribimos para no darle cancha a usted y sus buitres, que el muerto no sería precisamente un militante del PP porque eso daría la razón a quienes nos mostramos contrarios a la política pro terrorista del gobierno de ZP.
Y se encargaron ustedes de afear y afrentar a los líderes del Partido Popular que se presentaron en el funeral a ofrecer sus condolencias, siguiendo las incansables consignas “progresistas” de sembrar el odio cada minuto de cada hora de cada día.
Con todo lo que tiene usted a su espalda – bagaje que no le pesa en absoluto - no logro comprender cómo se atreve a decir lo que dice, cada vez que tiene ocasión. La única explicación que se me ocurre es lo que denota usted en su cara, en su expresión y con su presencia. Usted odia. Usted es un resentido. Usted es Pepe Blanco. Usted sobra.