
Hace escasamente cuatro días comentaba yo con unos conocidos acerca de una de las posibles estrategias de Zapatero con los nombramientos del nuevo gobierno.
Me refería entonces al principal argumento que seguramente tendríamos que escuchar si criticásemos a alguna ministra: Machismo, violencia machista, malos tratos y cualquier otro de esos términos que no siempre definen bien tantas situaciones horribles que sufren un sin número de mujeres.
Oiríamos respuestas frívolas, victimistas y orientadas siempre a ganarse el favor de ciertos colectivos de fibra sensible y fácil.
Pues dicho y hecho.
Leo las siguientes declaraciones de la Delegada del Instituto de la Mujer de Castilla la Mancha, Ángela Sanromá, en un programa de la radio oficial del Movimiento (Cadena SER, creo que le llaman):
“Detrás de las críticas a las ministras se esconde un machismo que una sociedad democrática no puede permitirse.”
“Las críticas que están recibiendo las ministras del nuevo gobierno de Rodríguez Zapatero son semillas que hacen que germine el maltrato.”
La estrategia del feminismo victimista se pone en marcha sin tardanza. Se podría decir que prácticamente desde el primer día de gobierno. Desde este momento será difícil que nadie que no este en la línea de pensamiento de Zapatero critique la gestión de cualquier ministra sin que se le cuelgue la etiqueta del machismo. Ángela Sanromá hace un flaco favor a la convivencia política y social, bastante envenenada a estas alturas. Tanto ella como otros muchos harán gala de este falso progresismo de salón a lo largo de la legislatura, apoyados por tantos y tantos medios pro gubernamentales.
¿Significa todo esto que ya no podremos criticar a ningún gestor público si éste es mujer y socialista?
¿Sería “conspiranoico” asegurar que éstas declaraciones de la consejera forman parte de otro bien estudiado plan de aleccionamiento de masas? Por mi parte, no tengo ninguna duda. Yo veo la actitud de
Las fuentes,
http://www.20minutos.es/noticia/370826/0/mujer/ministras/maltrato/