Tenía planeado escribir hoy un poco sobre el momento Zapatero en la última cumbre internacional.
Aunque alguno le cueste creerlo, y a pesar de mi conocida postura en contra de este político lamentable, dicho momento me pareció de lo más triste y revelador. Mientras finge leer con atención unos papeles para después quedarse con la mirada perdida al frente, veo al resto de los dirigentes charlar animadamente. La escena transmite soledad. Soledad a la que nos ha llevado, con todo mérito, la penosa y demagógica política exterior de este presidente con un nivel tan bajo, tan bajo, tan bajo.
Pero hay otra realidad que me duele desde hace mucho tiempo y que en los últimos tiempos aparece casi diariamente en los medios.
Hablo de Ingrid Betancourt y del resto de secuestrados por la narcoguerrilla colombiana; una organización terrorista en toda regla que, bajo la apariencia cada vez menos creíble de una guerrilla de izquierdas anticapitalista, existe para ganar dinero con el cultivo y el tráfico de droga a escala mundial.
Parte de este gigantesco negocio reside en la coacción y los secuestros. Pero no se dejen engañar. Mantener retenida a tanta gente no tiene como cometido recaudar dinero, porque el beneficio obtenido con las drogas ya es incalculable. Los secuestrados son escudos humanos. Y cuantos más secuestrados, menos probabilidades hay de que la aviación colombiana y norteamericana puedan arrasar libremente las plantaciones de coca escondidas en la jungla.
Hoy conocemos de sobra lo que sucede en Colombia. Leemos los nombres de los secuestrados en
El mismo problema que España sufrió durante mucho tiempo con ETA, lo sufre también Colombia con Las FARC. ETA se refugiaba en Francia, donde los terroristas eran tenidos como perseguidos políticos. Los narcos pasan la frontera hacia Venezuela y Ecuador. Esto último es mas grave aún porque los presidentes de estos dos países son bien conocidos por sus ideas pro marxistas y populistas que no dudan en culpar a las formaciones demócratas colombianas como las responsables del caos de delincuencia en el país.
Los intereses internacionales del narcotráfico seguirán apoyando a las FARC y demás grupos terroristas de país mientras los cultivos de coca sigan siendo productivos. Los rehenes como Ingrid seguirán padeciendo el horror, enfermedad y privaciones. Nosotros, los que vivimos en este país que se mueve entre el recuerdo del pasado y el relativismo moral institucionalizado, asistiremos atónitos a uno de los mayores ejercicios de hipocresía y cinismo de la política española: quienes se llenan la boca de palabras como “pueblo” y “libertad”, darán todos los rodeos posibles para no condenar formalmente a terroristas que se definen como guerrillas de izquierdas.
Nadie puede imaginar el dolor y el miedo que esta pasando esta mujer y los otros secuestrados por tanto tiempo. eso si es tortura. para ellos y sus familias y amigos.
ResponderEliminarQue lastima por esta mujer y los demas.
ResponderEliminarQue lastima por mi pueblo, que no abre los ojos y se deja comprar por un poco de pan y promeses vacias.
Manuel Sosa, Valencia, Venezuela.
Ya se lo que contestaria llamazares: la culpa la tiene aznar!!!
ResponderEliminarChavez tiene muchas oportunidades de lucirse con esto.
ResponderEliminarPersonas como ingrid son verdaderos heroes. Sus ejemplos deberian inspirarnos a todos para seguir adelante en la vida.
ResponderEliminarY seguimos sin saber nada de ella y los otros.
ResponderEliminarLLamazares calla y por lo tanto otorga.
ResponderEliminarAnimo, que en el 2012 ya desaparecera IU. A cascarla!!!
Y si muere esta mujer o cualquier otro secuestrado, que habrán conseguido???
ResponderEliminarLo mismo que eta en 40 años de asesinatos. nada.
EL mercado de los narcos se disfraza muchas veces de politica y lucha social.
ResponderEliminarSolo entienden el lenguaje de los palos
Esta bellísima mujer tiene un gran espíritu.
ResponderEliminarQue Dios la bendiga.
Daniela Cortés.
Que razon tienes, cuando dices lo de "este país que se mueve entre el recuerdo del pasado y el relativismo moral institucionalizado"
ResponderEliminarEste país se pudre poco a poco y sin remedio.
buen post. animo.