La repercusión que ha conseguido el reportaje de investigación de Telecinco en Cuba, sobre la prostitución infantil, ha sido más extensa de lo que yo hubiera supuesto.
He visto referencias a este asunto hasta en un blog irlandés.
El caso es que la realidad mostrada en dicho reportaje es estremecedora. Puede mover a la indignación a cualquier persona normalmente constituida. El testimonio de un buen numero de niñas de catorce, quince y diez y seis años, junto con las pruebas documentales conseguidas de cómo tantos adultos son cómplices en el negocio de la prostitución infantil, debería mover a las autoridades cubanas a hacer algo que, para variar, no sea incrementar sus ahorros a base de corrupción.
Conserjes de escuelas, maestros, policías, chivatos… todo el que puede se mete en el negocio para llevarse su propia comisión. Pero hay más aspectos que conviene tener en cuenta para comprender por qué no se termina con esta pederastia consentida. Por ejemplo, la información.
La información es poder. Y la información crítica es poder implacable si se usa del modo adecuado. Durante mucho tiempo se ha especulado con la posibilidad de que políticos, empresarios y artistas de algunos países puedan estar presionados por las autoridades de la isla, bajo amenazas de publicar documentación comprometida, o lo que es lo mismo, fotografías y grabaciones de situaciones comprometidas.
¿Puede haber algo de verdad en ello? A mí no me cabe la menor duda. En un país en estado policial, donde cualquier vecino puede pasar información a la policía a cambio de unos pocos dólares, el poder del estado es prácticamente absoluto sobre la vida de sus ciudadanos. Toda la ilegalidad que pueda existir está en conocimiento de quienes mueven los hilos. Muchos delitos se toleran, a cambio de otras muchas cosas. El control es total. De modo aleatorio, cualquier turista que llega a Cuba puede ser seguido a donde quiera que se dirija y espiado en su hotel. ¿Es posible, entonces, que la policía ignore este mercado sexual? No lo creo. Más bien opino que el estado deja hacer, a la vez que se sirve de él.
Si es cierto, tal y como dice la agencia EFE, que el ministro de exteriores cubano, Felipe Pérez Roque, estará en España los días trece y catorce de Octubre, para reunirse con Moratinos y hablar, entre otros asuntos, de derechos humanos, no sería mal momento para tratar este terrible mal de la sociedad cubana. El problema radica en nombrar las dos palabras malditas para el gobierno castrista: derechos humanos. Palabras que le ponen los pelos de punta a cualquier castrista que se precie, de dentro y fuera de Cuba.
¿Causará alguna reacción este reportaje de Telecinco en los ambientes españoles? De momento, parece que no. Ni hay reacciones ni se esperan. Ni siquiera un comentario. Muchos mirarán hacia otro lado, a pesar de la gravedad de esta situación. Lo más terrible es que no solo estamos hablando de prostitución; también es pederastia. Y quienes la toleran, bien sea por dinero o por cualquier otro interés, deberían acabar en la cárcel.
Sin embargo, parece que para los partidarios de Fidel es mucho más grave ser disidente del régimen. Hay periodistas que, por denunciar a quienes gobiernan, sufren años de condena y tortura en cualquiera de las prisiones de la isla, mientras los que contactan con turistas para ofrecerles niñas siguen en la calle.
Una cosa sí que tenemos que aprender del gobierno cubano. La política de igualdad, aplicada hasta el límite. Allá, excepto los partidarios del régimen que se esfuerzan en obtener prebendas a cualquier precio, el resto de los ciudadanos son absolutamente iguales. Igual de sometidos, igual de necesitados e igual de… fastidiados. Eso sí que no lo ha conseguido, aún, Bibiana Aído.
Gracias a este esclarecedor reportaje, vemos cuál es la realidad cubana y los "éxitos" y "ventajas" del comunismo cubano.
ResponderEliminarUn saludo
Terrible, vergonzoso, la obra suprema del hombre nuevo del Fracasado en Jefe. Un abrazo Mike.
ResponderEliminarPérez Roque y Moratinos hablando de "derechos humanos". xDios, que capacidad para el engaño.
ResponderEliminarSaludos, Mike
Pero como ya habrás observado las críticas al gobierno Cubano por nuestro gobierno no existen, tampoco los titiriteros hablan, seguramente serán buenos clientes de este “negocio”.
ResponderEliminarSaludos
Horrible. yo tengo dos hijas en esa edad y el reportaje me puso los pelos de punta.
ResponderEliminarCuba es el reflejo de lo que es la izquierda,la degeneración llevada al extremo de unos planteamientos y una ideología decimonónica y desfasada, que pervive bajo una dictadura siniestra,sangrienta y atroz.
ResponderEliminary no olvidemos,Mike, que gran parte de la "progresía" española, gran número de titiriteros y saltimbanquis, juntaletras y plumillas de PRISA, defienden a capa y espada la "revolución".
Que asco y que náusea dan.
Y se atreven a criticar a los países democráticos.
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