Hay ocasiones en las que estar inmerso en un problema durante mucho tiempo no ayuda para buscar una solución.
Ni siquiera para acertar en un diagnostico.
Cuando esto sucede, se hace necesario alejarse del problema para verlo desde fuera. O desde lejos.
Recuerdo los comentarios que, con el correr del tiempo, me han hecho inmigrantes diversos. Algunos nigerianos, un par de rumanos, un checo, muchos ecuatorianos, colombianos, peruanos, argentinos, chilenos, venezolanos y dominicanos, algún que otro hondureño, un nicaragüense y hasta un chino de los de verdad, con restaurante propio y todo.
Todos los comentarios fueron en la misma dirección. Sin apenas variación y prácticamente con el mismo diagnostico: España es un gran país – para los nigerianos, una gran nación – que está empeñado en destruirse por culpa de la clase política, y de otros estamentos, que solo piensan en su propia posición, sin importar el daño que pueda hacer a los ciudadanos.
Además, fundamentan esta conclusión con argumentos irrebatibles. Para quienes vienen de otros países donde el hambre, la guerra y la ruina económica hacen que la vida humana valga bien poco, llegar a España, con un nivel de vida y confort envidiable para ellos, y ver el día a día revuelto en independentismos, terrorismo, polémicas sobre el aborto y la homosexualidad, casos de corrupción por todas partes, es desconcertante.
Uno de los evidentes síntomas de locura que más confunden a quienes ven la situación española desde fuera, o desde dentro sin ser españoles, es el absurdo orden de prioridades que los gobernantes han impuesto a base de mentira y manipulación. No resulta fácil de explicar, a menos que se piense en intereses ocultos, por qué en una sociedad amenazada por una crisis económica que ha provocado ya tanto paro e inseguridad, los españoles se dejan arrastrar por polémicas como la generada por Garzón.
Un nigeriano me comentó lo mismo que un par de peruanos. Los tres habían decidido enviar a sus esposas e hijos a sus países de origen. El motivo, la escasa presencia de valores familiares en nuestra sociedad. No querían que sus hijos aprendieran ciertos conceptos permisivos que se les imparte en sus colegios, sobre las nuevas estructuras familiares y el rechazo hacia la autoridad de los padres y las madres, disfrazado de progresismo y tolerancia.
También me resultó chocante otro de los argumentos, que sostiene que España está desquiciada. Me comentó un argentino acerca de su extrañeza por la escasa capacidad de reacción del pueblo español ante los desmanes y tropelías que cometen nuestros políticos. “Nosotros hemos vivido durante décadas con dictaduras militares y dictadores populistas. Aún con la farsa de democracia que vive
Uno de los comentarios más acertados lo hizo, en cierta ocasión, un norteamericano de Delaware, historiador y arqueólogo, que habla muy bien en español y vive largas temporadas en Barcelona y Madrid. No lograba comprender que durante la transición se dejara abierta la posibilidad de que algunos partidos minoritarios, nacionalistas y separatistas, que solo representan a los intereses de movimientos independentistas, tuvieran tanto poder en el congreso y senado. Que eso era exactamente igual que poner a un zorro para cuidar un gallinero.
Recuerdo aquél anuncio de Acuarius hecho en un psiquiátrico argentino que, como una de sus terapias ocupacionales, tiene una estación de radio llamada Radio Colifata. Quise saber inmediatamente qué significaba “colifato” y un amigo porteño me aclaro que es una palabra del lunfardo que significa algo así como “loco entrañable, no peligroso”.
Hoy he recibido un mail de un buen amigo que volvió a Rosario, allá en
Después de las salutaciones y recuerdos de rigor para mí y la familia, me pregunta “¿Cómo está mi querida España colifata? ¿Resolviendo los problemas o desenterrando rencores?”
“Deslumbrada por Obama y exhumando.”, le he contestado. ¿Qué otra cosa voy a decirle?.
Obama es el nuevo canon, la medida universal de todas las cosas, el referente al que debe aspirar cualquier líder,cualquier político,el paradigma de las esencias democráticas...
ResponderEliminarEs todo tan almibarado, el discurso progre tan manido,tan penoso, que da grima ver hasta los dirigentes del "marianista" PP,como Arístegui o González Pons pleitear con la jauria que encabeza Pepiño y demás fauna,a ver "quien" se parece más al Mesias Obama y tiene más puntos en común.
Patético.
Los de la Colifata deberían montar uan emisora aquí en España:sería un éxito con tanto tarado suelto.
Lo peor de todo Natalia, es que ni el propio Obama ha dicho en palabra o ha hecho gala de todas las estupideces que se le atribuyen...
ResponderEliminarUn día va a decir," a mi no me lieis"..
Mi mejor amigo,mas que amigo un hermano,que vive en Alemania desde hace 5 años y su novia alemana estan planeando venirse a España.Yo les he preguntado, "¿se nota allí la crisis?", y me ha dicho,"hombreee...psss...algooo".
Les he dicho "no os vengais ni de coña", estais mejor allí...
Seguramente hemos olvidado los duros tiempos de la posguerra, la terrible hambruna que padeció Madrid. Ahora pertenecemos al glorioso grupo de los países -nuevos- ricos aunque la verdad es que siempre tuvimos aires de grandeza, o al menos de apariencia. Lo de la transición posiblemente fue necesario tras una larga dictadura y con una necesidad acuciante de enterrar odios pasados. Los nacionalistas no hacen ni más ni menos que aprovechar 'los huecos' de una sociedad sin identidad y pobres valores, que sólo se siente 'nacional' cuando gana la selección de fútbol y sortean el gordo de Navidad.
ResponderEliminarSiendo así que se trata de "loco entrañable, no peligroso", España colifata nos da una descripción bondadosa y algo atenuada de nuestra realidad nacional. De todas formas, no es lo mismo trazar paralelismos con países "ricos" que con otros que están (con todos los respetos) "en vías de desarrollo". Primum vivere deinde philosophari.
ResponderEliminarLo que pasa es que nuestra situación política y los principios y valores sobre los que se asienta, nunca, ni antes ni ahora con una economía más homologable con los del G-8, ha sido para echar cohetes.
Creo que ZoplaPollas se va a llevar una decepcion con Obama.
ResponderEliminarlos americanos, democratas o republicanos, no olvidan los desaires ni las traiciones.
El asineto prestado por Sarkozy, ademas, nos va a salir por un huevo y la mitad del otro, y si no al tiempo.
Muy buen análisis el tuyo y el de los inmigrantes, donde el verdadero cáncer está en la pasividad de los ciudadanos que están deseando tragarse lo que sea y pensando que ellos seguirán igual con sus tristes vidas, el palo se lo llevan cuando llegan situaciones como la que atravesamos.
ResponderEliminarSaludos
Los ciudadanos están muy pasotas, es cierto, pero ya veremos por cuánto tiempo, Mike. Conozco a más de uno que votó a Zapatero en marzo "para que no ganara la derecha", y ahora se está viendo con la soga al cuello.
ResponderEliminarVota Zapatero. Por el pleno empleo.
Genial la contestación que le das a tu amigo.
ResponderEliminarEs verdad que podrías decirle otras cosas, pero con eso resumes el momento.