
Dado el nivel de la política española que tenemos que contemplar, la campaña electoral para las próximas elecciones generales promete.
Promete darnos a escuchar tópicos refritos y recalentados.
Promete mostrarnos lo peor de cada casa. Promete un encrespamiento de ciertas acciones judiciales, dependiendo de los resultados de ciertas encuestas de opinión. Promete defraudar al elector pensante.
Estos dos párrafos anteriores los dejé escritos ayer, domingo 26 de Abril, alrededor de las 11 p.m., para dejarme un pequeño guión acerca de lo que quería compartir hoy aquí. Y como el comportamiento de los políticos españoles (de la mayoría) es tan predecible, compruebo que dichas promesas no se hacen esperar.
Son las 6:55 de la mañana. Acabo de ver por primera vez - o de visionar, que el esnobismo galopante llegó al español hace ya muchos años – el video electoral del PSOE. Es bastante breve. He pulsado el play tres o cuatro veces más porque he querido estudiarlo detenidamente para comprobar si existe algún tipo de mensaje subliminal. Pero no lo hay. No creo. El argumento y su mensaje son tan sencillos como parecen. Tan simples como las intenciones del Partido Socialista para con sus votantes, simpatizantes y posibles indecisos. Les considera tan poco exigentes, fieles y conformados, que no ve necesario, de momento, hablar de trajes, del neoliberalismo desalmado o de Aznar. Confía todas sus esperanzas en Obama. El socialismo aparece falto de ideas, incluso de malas ideas, y lo deja todo en manos del efecto Obama. Presenta un video estilo casero, de la última noche electoral en Estados Unidos, envuelto en atmósfera de ilusión y esperanza, en el que van apareciendo comparaciones llenas de topicazos. La que es para enmarcar dice: “Futuro vs Resignación”; lo que me da a entender que los asesores de imagen y estrategas socialistas necesitan desesperadamente asociar la idea de futuro a decisiones norteamericanas. A Obama. Es como si se aceptase definitivamente que de las iniciativas del gobierno español solo nos queda la resignación, aunque se pretenda asociar tal resignación a los que no ganaron las elecciones norteamericanas. A los que la perdieron; ya se sabe: El Partido Republicano y el Partido Popular.
Este mensaje electoral admite sin paliativos que las soluciones que esperan los europeos españoles deben pasar necesariamente por la política económica de Estados Unidos. Quien lo hubiera dicho hace tan solo unos años, al contemplar a Zapatero desairando a la bandera Norteamericana. Parece que el presidente español deje en manos del americano los resultados de las próximas elecciones. Quien sabe. Quizás sea la baza electoral más recomendable, en su caso, dados los desastrosos resultados de las previsiones socialistas de los últimos años.
Para mi gusto, a este vídeo le falta el toque final. El punto sindicalista. El aire obrero antiyankee de toda la vida. La presencia sugerente y convencida de los domesticados líderes sindicales de UGT y CC.OO. con su foto en transparencia y repitiendo como voz de fondo:
“Aquél día no pudiste votar. Pero ahora sí. Ahora el partido se juega en Europa.”
En serio. Si después de esta, los socialistas de pro siguen manteniendo la fe en su partido y en sus líderes, es para reconocerles el mérito. O una patología grave.