
Dentro de las diferentes clasificaciones en las que se ordena el Trastorno Obsesivo Compulsivo, que dependen del comportamiento de quien lo padece, hay dos que se ajustan muy bien a las pautas que siguen sin descanso ciertos periodistas.
Existe el Trastorno Obsesivo Compulsivo clasificado como ritualizador mental, basado en imágenes y pensamientos repetitivos (compulsiones mentales) con las que intenta contrarrestar sus obsesiones.
Otro Trastorno Obsesivo Compulsivo es el denominado Atormentado y Obsesivo Puro que experimenta pensamientos negativos reiterados, incontrolables y perturbadores.
Enric Sopena se comporta como un presunto obsesivo compulsivo. Para justificar de algún modo su compulsión por defender al Partido Socialista y a sus líderes, basa su carrera periodística en la búsqueda de miembros del Opus Dei, Franquistas y ultraderechistas. Es la versión izquierdista del Franco obsesionado por el complot judeo-masónico.
Para Sopena, todo aquél que critique a Zapatero o a cualquiera de sus subordinados es un ultraderechista. Y siguiendo este guión, arremete ahora contra Jesús Neira quién, dicho sea de paso y en lo que se refiere a sus principios y modo de pensar, se encuentra tan por encima de Enric Sopena como pueda estarlo el pico del Everest sobre la fosa de las Marianas.
Jesús Neira forma parte de un grupo de cincuenta españoles en contra de Zapatero citados en el último número de la revista Época. Revista que, según Sopena, pertenece a lo más rancio de la ultraderecha franquista y opusiana.
Aparte de los políticos de izquierda, pocas personas en España siguen rentabilizando el victimismo y franquismo tanto y tan bien como Enric Sopena. Es su motivo vital. Parece que haya aprendido a leer y escribir exclusivamente para criticar al partido de ideología contraria. Pocos se le pueden igualar en los medios. Quizás su propia versión femenina, María Antonia Iglesias, de apellido bien católico y posiblemente más vinculado a la Iglesia Católica de lo que ella sospecha o admite, le puede igualar en intenciones, estilo y objetivos. Ambos, junto con algún otro más, reprochan a los nostálgicos del franquismo, si es que queda alguno en el año 2009, mientras muestran a diario su añoranza por el régimen felipista en el que eran como dioses, haciendo y deshaciendo a su antojo desde sus cargos de comisariado político.
Neira aparece en la revista Época y eso le vasta a Sopena para arremeter contra él. No necesita más información para elaborar un artículo y colgarlo en su panfleto digital, ideado, entre otras pocas cosas, para atacar a Libertad Digital.