HUGO CHAVEZ. OTRO ERROR DEL PASADO QUE SE REPITE.

Ustedes conocen la historia. Tienen la ventaja de poder juzgar porque disponen de la perspectiva que da el tiempo conforme va pasando.

Transcribo aquí un artículo escrito por Rudolf Hess y publicado el 25 de Agosto de 1935. Lean con atención sus palabras y analícenlas bien a la vez que recuerdan la catástrofe mundial que se desencadenaría muy pocos años después.

Subrayo expresamente el hecho de que el Gobierno de Alemania no alimente ningún deseo de romper con sus vecinos. Alemania quiere relacionarse amigablemente con los demás países, sin olvidar un solo instante las relaciones económicas.

Hallase el mundo enfrente de una Alemania nueva; De una Alemania con un gobierno firmemente establecido y completamente consciente de sus deberes. Este nuevo Estado y su Gobierno han sido creados y tienen su origen el movimiento Nacional-Socialista.

Alemania estaría hoy perdida de no haber encontrado al hombre capaz de crear ese Nacional-Socialismo.

¿Fue su advenimiento un mero accidente? No lo creo así. Creo, por el contrario, que a las naciones que no merecen ser destruidas y que todavía tienen una misión que cumplir en este mundo, la providencia las ampara, enviándoles el hombre necesitado, en el momento preciso, para salvarlas de la destrucción. Pero de un hombre así es natural que emane un gran poder autoritario.

Quizá me objete alguien que no es conveniente que el poder, en pleno, descanse sobre las manos de un solo hombre. Es posible que se me diga que el mismo Adolf Hitler puede correr el riesgo de ejercer sus poderes autocráticos arbitrariamente y sin la consideración debida.

No puedo sino contestar que los dictados de la conciencia de una persona moral constituyen una mayor protección contra el empleo indebido de una ley, que los órganos parlamentarios de control o una división del poder. Por mis conocimientos personales de la persona de Adolf Hitler, sé positivamente que nadie puede sentirse tan responsable de su conciencia, y debido a su conciencia, de su pueblo, como el Führer alemán.

Quiera Dios que el mundo se convenza de que el Gobierno de Hitler no abriga un solo instante el pensamiento de provocar una guerra, como muy ligeramente se propaga por el extranjero.

Sabemos que la guerra es incapaz de acabar con los males que prevalecen en todas las naciones,, y sabemos que la única manera de alejarlos es la colaboración íntima de todos los pueblos del mundo.

Ahora les dejo con el siguiente vídeo, grabado en 1998. comprueben ustedes el paralelismo de ambas mentiras y pretensiones autoritarias.