Conforme más viejo me hago, más convencido estoy que en política nada sucede por casualidad. Por eso aún no he salido de mi asombro (y han pasado unas horas) al leer que Iñaki Gabilondo reconoció estar equivocado al defender la negociación de Zapatero con ETA, dando la razón a José M. Aznar en cuanto a que la solución contra el terrorismo debe ser necesariamente policial.
Definitivamente, algo debe estar pasando para que uno de los periodistas españoles más sectarios de las últimas décadas tenga el valor de apoyar al satanizado Aznar. Quizás sea que dicho periodista ya no tiene que hacer méritos ante nadie, ni defender un sueldo. Hasta es posible que haya dejado sus consignas pro socialistas por un momento – que dudo mucho que sirva de precedente – y haya valorado, con la perspectiva del tiempo, que defender negociaciones con la banda asesina es favorecer a los terroristas, quienes han demostrado en cada negociación sus únicas intenciones de ganar tiempo para rehacerse y fortalecerse.
Sea cual sea la intención de Gabilondo, me cuesta mucho creer que este amigo de Zapatero, cómplice suyo en la agitación electoral para buscar aquella crispación que tanto convenía al presidente socialista, haya sufrido algún extraño trastorno que le facilite momentáneamente reconocer la realidad al margen del interés partidista.
En cualquier caso, poco importa que Iñaki Gabilondo reconozca su error. En tal reconocimiento debería estar incluida una petición de disculpas hacia todos los que él ha ofendido por no compartir las máximas de quien le paga. Este elemento no ha tenido dudas en descalificar y perseguir a los ciudadanos que no estuvimos nunca de acuerdo con las negociaciones Gobierno ZP – ETA. Para él, nosotros éramos lo peor de la sociedad, tal y como lo dejaba entender repetidamente en sus noticiarios.
A estas alturas, uno ya no sabe si estas declaraciones obedecen a la nueva estrategia de PRISA de dar una vuelta de tuerca más al gobierno socialista para que zapatero no olvide quién le ayudo a manipular y tergiversar informaciones y a arremeter contra el Partido Popular en aquella vergonzante y escandalosa jornada de reflexión pre electoral de 2004; la posterior campaña de hundimiento de la figura de Aznar y aislamiento sistemático del PP durante años, o los anteriores y numerosos años al servicio del felipismo.
Yo no confío en Gabilondo, Ni le supongo una sola parte de arrepentimiento. Nadie cambia de ayer a hoy, ni de hoy para mañana.
Buenos días Mr. Mike! De verdad que si no fuera por que debe de haber vídeos, y porque confío en su testimonio (como ya le he dicho a don Alfredo García Francés), no me lo creería. De todos modos, no diremos demasiado del Sr. Gabilondo, porque esta "people" tiene patente de corso para decir lo que les dé la gana, pues tiene clá gratuita y permanente, y porque en este "paisito", sólo se puede dilapidar a Jiménez Losantos y a Pedro J., que, como todos sabemos, son la punta de lanza de la derechooooona, el fasismo, el nacional-catolicismo, etc, etc, etc, etc. Eso, eso. Ahora sólo nos queda esperar las aclaraciones de los monaguillos de Cuatro sobre las reacciones de fascistoides como nosotros a las declaraciones de Gabilondo: "No, no, si en realidad no le daba la razón a Aznar, sólo expresaba lo que siempre ha pensado"
ResponderEliminarOído y ojo avizor!! Un abrazo!