
Como ciudadano, exijo al Partido Popular una respuesta enérgica contra José Blanco. Y espero que los militantes y simpatizantes de dicho partido le exijan la misma reacción. Es intolerable que el Sr. Blanco, a la sazón recientemente nombrado Ministro de Fomento como premio a sus servicios prestados al Partido Socialista, revele aspectos de la seguridad de un ex presidente de gobierno al que se le supone aún objetivo de terroristas.
Tales revelaciones no han sido fruto de una torpeza o despiste. Blanco las hizo a sabiendas del daño que puede ocasionar, cosa que no parece que le haya importado nunca, con objeto de polemizar y defender a sus compañeros de gobierno por el uso indebido de un avión del ejército para trasladar a Zapatero a sus mítines electorales.
Con el posterior apoyo del Ministro Corbacho, José Blanco, en pleno paroxismo de tópicos y descalificaciones hacia sus contrarios, sintiéndose nuevamente la vedette principal ante un auditorio que no llegaba a quinientas personas, comentó algunos detalles de la seguridad que protege al ex presidente Aznar, para comparar ese gasto con el de los famosos trajes de Camps o el “avioncito” que Zapatero usa para intereses electorales de partido.
Lo que jamás hicieron José María Aznar, Felipe González ni los anteriores presidentes, ni sus respectivos gabinetes, vino a hacerlo realidad uno de los personajes más nefastos de la vida pública española, solamente superado en algunos momentos por ministras proclives al infanticidio. El mismo Pepe Blanco que ridiculizó a Esperanza Aguirre por salir viva de una situación de atentado en Bombay, el mismo que acusó a la oposición de buscar intereses partidistas tras los últimos atentados de ETA, siendo él mismo uno de los máximos responsables de los desmanes socialistas el día después de los atentados del 11-M en Madrid., ironiza ahora por la asignación que el propio gobierno del PSOE estimó oportuna para proteger al ex presidente Aznar.
El Partido Socialista divulga nuevamente información restringida que es competencia de los diferentes servicios que trabajan para la seguridad nacional. Es la segunda vez en menos de siete días , y lo hace por motivos electorales y partidistas. Y es muy posible que le salga gratis si el Partido Popular sigue en su línea de rabieta, pataleo y escasa eficacia a la hora de poner en su sitio a arrivistas y manipuladores cuya principal herramienta de trabajo en los mítines de esta campaña no es precisamente hablar de soluciones para contrarrestar la crisis, sino insultar y desprestigiar a sus adversarios para desviar la atención de los ciudadanos de los verdaderos problemas que aquejan al país.
En cualquier caso, poco más se puede esperar de ministros como los que tenemos. Varios de ellos están en su puesto sin haber demostrado anteriormente los méritos ni la preparación necesaria para desempeñar funciones de tanta responsabilidad. Ocupan sus ministerios y secretarías por los servicios prestados a la secta y al líder. La cejacracia se impone mientras muchos dudamos que exista un serio contrincante que la ponga en el lugar que merece.